Una mirada

La futilidad del poder

¿Para qué acumular si un día, indefectiblemente, se pierde todo? Un análisis con ejemplos rutilantes, en la pluma siempre entretenida y documentada del Dr. Eduardo Da Viá.

Eduardo Da Viá

Nuestro pobre país está inmerso en una feroz lucha por el poder, siendo los contendientes nuestros representantes a nivel Congreso, vale decir los políticos, renegados de su obligación de legislar en bien de la ciudadanía, a menos que la ley beneficie intereses personales pero camufladas como reconocimiento de necesidades reales de toda o parte de la población; ejemplo la ley que confiere un 7% de aumento en los haberes de nosotros los jubilados, no porque se compadezcan de nuestros magros ingresos sino con la aviesa intención de perjudicar al gobierno de turno en el área económica donde han obtenido resultados sin precedentes, lo que puede llegar a significar la continuidad de los mandatos en los puestos que permiten a los deshonestos echar mano del erario público.

El éxito de la administración actual es la sepultura de los políticos delincuentes; hay que destruirla a toda costa.

Ayer leía un artículo que viene a colación, aunque al principio pudiera no parecerlo. Se trata de Clint Eastwood, su forma de vivir y sus decisiones para su futuro. Con sus lúcidos 94 años, sigue trabajando en lo que le apasiona, el cine, con más sus dotes musicales en las que siempre se destacó como saxofonista y pianista. Tiene una vida austera, una casa tipo cabaña y una camioneta vieja, además de una fortuna de 400 millones de dólares en efectivo, que hace rato ya, decidió serán repartidos por partes iguales entre 8000 familias necesitadas.

Vive feliz y sigue trabajando.

Volviendo al tema central de este artículo, el poder y el tener van de la mano, en realidad se potencian porque el poder da lugar al apropiarse de tenencias y éstas van transformando al delincuente, por lo general lo son, en casi intocables.

Digamos de paso que el "casi" le valió el balcón como límite geográfico a la todo poderosa cleptómana.

Pero reconozcamos que quien más quien menos procura un mordisco de poder y de tener, sin advertir cuán poca cosa somos, y consecuentemente qué tan poco se necesita para vivir una vida satisfactoria.

Para tener un idea de la relatividad de nuestro entorno, digamos que la superficie corporal de un humano adulto estándar es 2 m2; en tanto que la superficie de la tierra es de 510 billones de metros cuadrados, de tal suerte que si desolláramos a todos los humanos, cabrían las pieles completas de 205 billones de seres, dado que a cada uno le corresponden aproximadamente 2 m2.

Se considera que la humanidad ocupa el 3% de la superficie del planeta, sin embargo, las discusiones y las guerras no son para ocupar terrenos baldíos, sino para apropiarse unos de los territorios de los otros.

Comprendo que el ejemplo es una tanto macabro, pero a propósito lo elegí para que impacte en nuestra mente.

¿Qué hizo el hombre?, logró que unos pocos sean dueños, latifundios mediante de las zonas más ricas en minerales y petróleo, oro y piedras preciosas, o bien aptas para grandes cultivos. Muchas veces arrebatados violentamente a sus legítimos propietarios originales.

Desde muy temprano la sociedad humana desarrolló los feudos y la esclavitud para que las víctimas trabajaran en condiciones infrahumanas y los dueños enriquecerse a costa de las vidas incluso, de los indefensos trabajadores.

Inventaron y perfeccionaron la guerra, hoy alarde de la más sofisticada tecnología, con el soterrado fin de adueñarse de territorios ricos en elementos de primera necesidad para el mundo de lospoderosos; ejemplo paradigmático la guerra de IRAK, y hoy la de Ucrania.

Para colmo de males el hombre inventó las religiones y por ende a los sacerdotes o sus equivalentes, en nombre de dioses ignotos, algunos propensos a la paz y la hermandad, otros a la guerra y las primacías.

Alá por ejemplo vendría a ser ejemplo de la violencia mediada por el terrorismo más atroz y más cobarde, ensañándose con inocentes ciudadanos que pagan con sus vidas las atrocidades cometidas contra los países musulmanes.

Pero no es Alá sino sus representes en la tierra los que en su nombre torturan y matan.

Y se guarecen en palaciegas Mezquitas, obras de un arte exquisito pero absolutamente inútil para los millones de pobres que profesan el islamismo.

Otro tanto sucede con el catolicismo, cuyos representantes en la tierra han cometido todo tipo de crímenes para aferrarse a los puestos de poder donde llevan una vida licenciosa y opulenta con el Papa a la cabeza, dueño prácticamente del Vaticano, el país más pequeño y proporcionalmente más rico del mundo, dado que es la única monarquía electiva absoluta teocrática, en la que el Papa concentra el total del poder, legislativo, ejecutivo y judicial del Vaticano y de sus bienes intra y extramuros, éstos últimos estimados en más de 5000 propiedades distribuidas por todo el mundo y de cuyas rentas solo se beneficia el Vaticano y no los feligreses que vendrían a ser los verdaderos dueños de esa incalculable riqueza.

¿Y qué hace el Papa en medio de esa increíble suntuosidad?

Pues simplemente reza y ruega en forma impersonal que cesen las hostilidades, la pobreza y el hambre.

¿Alguna vez en la historia, se detuvieron las hostilidades entre países en guerra merced a los ruegos de algún Papa?

Jamás.

¿Alguna vez en la historia desaparecieron el hambre y la pobreza por la misma mediación?

Jamás.

Y sin embargo el Papa es el único dueño absoluto de un país rico., y por lo tanto es supuestamente muy poderoso.

Plaza y Basílica de San Pedro.

Siempre se destacó la austeridad de Bergoglio, quien carecía de sueldo dado que cuando necesitaba algo lo pedía y al instante se lo otorgaban; pero de lo que nuca habló fue de los 370 millones de euros del llamado Fondo Papal, de uso ad libitum y sin necesidad de justificar destinos.

León XIV, sí tiene sueldo, alrededor de 33.000 dólares mensuales declarados. Me pregunto para qué los necesita, si tiene las mismas prebendas que su antecesor.

No hay ruego, papal o no, que detenga las ansias de poder y riqueza de los humanos, en especial los del grupo que ignoran el significado de la palabra "suficiente".

Les vale desenvolverse en un mundo fantástico de riqueza de interiores, en búnkeres intoxicados de oro y obras de arte cuyos precios son totalmente ficticios y establecidos solo para ricos, sin utilidad práctica alguna.

No solo los más ricos del mundo despilfarran dineros que no les pertenecen al menos legalmente, sino que un alarde insólito de megalomanía, destinan fortunas incalculables para que les construyan su morada definitiva: el monumenrto funerario.

En esto fueron extraordinarios los egipcios con sus famosas pirámides y mastabas, pero en su descargo debemos considerar que estaban seguros de que la vida continuaba después de la muerte y por tanto los personajes más destacados merecían moradas adecuadas.

El Taj Mahal, hecho de mármol verdadera gema arquitectónica situado en Agra, India, construido por el emperador mogol Shah Jahan entre 1632 y 1653 para albergar la tumba de su esposa favorita, Mumtaz Mahal. Es considerado una de las Siete Maravillas del Mundo y un ejemplo cumbre de la arquitectura mogol. El Emperador, fallecido años después, yace en el mismo monumento.

El Taj Mahal.

El Taj Mahal en India es un complejo de edificios con dimensiones notables. El mausoleo se encuentra sobre una plataforma de 95 metros por lado y 7 metros de altura, con el edificio principal cuadrado de 57 metros de lado. La cúpula principal tiene unos 20 metros de diámetro y 25 metros de altura. El complejo entero, incluyendo jardines y otras estructuras, abarca aproximadamente 17 hectáreas.

Otro ejemplo de inútil ostentación es el monumento dedicado a Víctor Manuel II, en Roma con 70m. de altura y 135 de ancho.

Tributo a Victorio Emanuel II en Roma.

El Kirchnerismo no pudo con su genio y un año después del fallecimiento de Néstor, mandaron construir el monumento funerario. Sobresale en medio de un cementerio sencillo de Río Gallegos, que no se caracteriza por una infraestructura llamativa. Allí se erige el mausoleo donde descansan los restos de Néstor Kirchner, que fue declarado patrimonio cultural de la provincia durante la gestión de su hermana Alicia Kirchner. Mide 13X15X11m, actualmente muy deteriorado como el movimiento político que creó.

Plano del Mausoleo Kirchner,

Pero todas estas demostraciones de poder, de riqueza y de ostentación terminan en una simple caja de madera, más o menos lujosa, de dimensiones solo adecuadas para contener el cadáver del fallecido.

Pero el poder, no se sustenta solo; requiere de la colaboración de los futuros beneficiarios, de la infraestructura industrial en caso de conflictos armados capaz de suministrar pertrechos y armas, del holocausto de jóvenes bien entrenados, en especial en la actualidad donde los soldados deben manejar tecnología de punta y de la aquiescencia del resto de la población no comprometida en forma directa con la guerra.

Las guerra a veces, resultan tan costosas que en definitiva significan una verdadera derrota para el supuesto ganador.

Hay casos paradigmáticos en la era moderna; las dos grandes potencias mundiales, Rusia y Estados Unidos salieron perdidosos en su lucha contra Afganistán y pronostico otra victoria pírrica, la de Rusia con Ucrania.

También lo ha sido el triunfo de los kirchneristas y su dominio del país durante tantos años; su actual Jefa, acostumbrada a vivir en Olivos, con una superficie de 32 Ha. y tres o cuatro edificios, hoy rumia su derrota en 200m2 y llora en intimidad el embargo de sus mal habidas e inconmensurables riquezas; tuvo acceso al mundo entero, en todos los puntos cardinales fue homenajeada por su investidura, visitó, y fue bien recibida, por Bergoglio; llegó a tocar con sus dedos la impunidad absoluta, al menos eso creía, hasta que se enfrentó a la más que poderosa Corte Suprema, y ahí perdió.

¿Qué perdió? Pues sencillamente todo, poder, dinero y por sobre todo la libertad, de la que hizo uso y abuso, como lo fue viajar en el avión presidencial a Río Gallegos para visitar a los nietos y de paso, con seguridad, a controlar sus sucios negocios en la zona, o a Cuba a visitar a su hija sufriente de una enfermedad misteriosa que nunca conocimos.

Y para los que hoy ostentan poder omnímodo, tal el caso de Putín, les aconsejo leer la historia de la segunda guerra mundial. Hitler no sólo detentaba todo el poder sino que había logrado la más efectiva de las armas y tropas destructivas: el final todos lo conocemos.

Humanos, tengan cuidado con el poder que detenten, por cuanto existe el llamado efecto búmeran, de nefastas consecuencias cuando se lo ignora, de ahí el título de este escrito: la futilidad del poder.

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