Me para en seco la magia de algunos términos
La columna sobre el uso correcto y también el usual de las palabras den nuestro idioma, a cargo de la Prof. Nené Ramallo.
Leía recientemente las afirmaciones de la escritora Irene Vallejo, autora de El infinito en un junco, en relación con el valor de las palabras; ella cita a Cortázar cuando reflexiona sobre la forma en que muchas veces aquellas se marchitan o se opacan: "... las palabras que deberían ser más centrales, más poderosas, terminan cual monedas gastadas y nos servimos de ellas como pañuelos de bolsillo o zapatos usados. Y esas palabras, que deberían ser las ideas cumbre del mundo, las dejamos marchitarse y pierden su capacidad, la confianza que tenemos en ellas".
Entonces, examino términos que, en el vocabulario cotidiano, nos pueden servir para disculparnos o para entablar una relación de cordialidad con nuestros seres cercanos.
¿Qué significa ‘disculpa' y cómo podemos hallar sinónimos de este término? En él, encontramos el prefijo ‘dis-‘y el término ‘culpa', con el valor de "responsabilidad". El vocablo se relaciona con el verbo ‘disculparse', cuya definición es "pedir indulgencia por lo que ha causado o puede causar daño". Y eso es lo que más nos agrada: la indulgencia, que no es otra cosa que la tolerancia, la comprensión, la benignidad.
Otra manera de restablecer una relación rota es a través del sustantivo ‘perdón' y del verbo ‘perdonar': descubrimos que, en su comienzo, hallamos el prefijo ‘per-‘, para indicar acción completa y total, y ‘don' ("regalo") o ‘donar' ("regalar"); ello implica un acto de completa dádiva o generosidad.
A veces, el modo de acercar las partes en litigio es presentar ‘excusas', motivos o pretextos que se invocan para disculpar una omisión o falta. Si la excusa es artificiosa, la llamamos ‘subterfugio' porque indica un modo de evadirse de una dificultad.
¿Y qué valor posee ‘justificación'? Si vamos etimológicamente al valor del término, nos encontramos con la unión de "lo justo" y un derivado de "facere" (hacer); por lo tanto, ‘justificar' es "demostrar que algo es justo, conforme a la ley o a la moral": "Tu donación pretende ser una justificación".
Cerca está el término de lo que llamamos ‘pretexto'; es hermosa su etimología: el prefijo "prae-" ("delante"), más el verbo "texere" ("tejer") y su participio "textus"; era el tejido que se ponía por delante para proteger otro tejido; de ese sentido original, por extensión, pasa a significar aquello que se pone por delante para ocultar la verdad o la real causa de algo: "Dígame la verdad sin inventar pretextos".
La lengua atesora varias palabras que dan idea de perdón, pero siempre asociado este hecho a una pena: la ‘absolución', vinculado a "absolver", término que reúne el prefijo ‘ab-‘, con idea de separación, y el verbo "solvere", equivalente a "soltar"; así, ‘absolver' significa "dejar libre de una acusación": "Logró la absolución de cada uno de los cargos en su contra"; el ‘indulto' es la gracia que el jefe del Estado, excepcionalmente, concede a un acusado, por la cual perdona su pena o la conmuta por otra más benigna: "Estaba feliz por el indulto otorgado". Se acerca su valor significativo al de ‘amnistía', voz de origen griego, equivalente a "olvido", pues es el perdón de ciertos delitos, que extingue la responsabilidad de sus autores: "Lo han beneficiado con amnistía". El vocablo ‘condonación', proveniente de ‘condonar', implica también perdón de la pena de muerte o de una deuda: "El decreto reciente ha condonado las deudas de muchos infractores".
Pero vamos a la otra parte del título: todos nosotros entendemos el sentido de la oración del título porque 'en seco' es una locución adverbial cuyo significado es "de repente y de forma total". Así, en nuestro encabezamiento hemos querido decir que alguien me ha interrumpido repentinamente en una acción que estaba llevando a cabo. Sus sinónimos son 'frenar, 'detener'.Otras veces, aparece ‘en seco', también como locución adverbial, con el valor de "fuera del agua o de un lugar húmedo": "Necesito que me limpien este acolchado en seco".
Existe además la locución 'a secas', que equivale a "sin ninguna otra cosa": "La llaman por su primer nombre a secas". "Quiero conocer el informe a secas".La sequedad se atribuye como cualidad negativa en varias situaciones: así sucede cuando se refiere a la falta de hidratación del cabello o de la piel, como en "Un exceso de sol le provocó una piel excesivamente seca". Por su parte, si una persona o animal son muy delgados y sin vigor, se los califica como 'secos'; lo mismo, una planta se considera seca cuando está muerta y sin vida: "Las ramas del naranjo están secas".
En cuanto a lo meteorológico, el tiempo, el lugar y el clima son secos cuando se los caracteriza por escasez de lluvias o de humedad: "Vivimos en una zona seca donde hemos aprendido a aprovechar el agua".
Siempre desde una óptica negativa, podemos considerar 'seca' a aquella persona de trato poco afable, áspera y desabrida: "Me resulta muy desagradable por su modo tan seco de relacionarse". Asimismo, 'seco' actúa como equivalente de "riguroso, estricto": "Me dijo sin miramientos la seca verdad".
A veces, el entendimiento y las producciones del ingenio son áridos y faltos de creatividad; entonces, los consideramos 'secos': "Estoy seco en cuanto a inspiración y no he producido nada".
Coloquialmente, usamos 'seco' para indicar "muy impresionado": "Me quedé seca al ver su reacción". Si estoy sin dinero, lo indico también con este adjetivo: "No te puedo ayudar porque estoy seco, sin un peso".
En el ámbito musical, se le llama 'seco' al sonido brevísimo y cortado: "Resulta poco agradable ese fragmento musical compuesto de sonidos secos". También, en la esfera de los sonidos, se considera 'seco' a aquel que se oye como ronco y áspero: "Me asustó su tos tan seca".
Si buscamos el significado del sustantivo ‘sequedad', encontramos que su segunda acepción es "dicho o ademán áspero y duro": "Llama la atención en su modo de hablar la sequedad de expresión".
Entonces, hilvanando el perdón y lo seco, nos quedamos con dos pensamientos: el primero, atribuido a Mark Twain, dice: "El perdón es la fragancia que la violeta derrama sobre el talón que la ha aplastado".
El segundo, hallado en la red, nos dice con valor metafórico: "No te molestes con el pozo que está seco porque no te da agua; mejor pregúntate por qué tú sigues insistiendo en sacar agua en donde ya ha quedado claro que no puedes encontrarla".