Inspectores de Cauce tendrán más poder para controlar vuelcos en el canal Pescara
Irrigación firmó un convenio con la Asociación de la Tercera Zona de Riego que refuerza controles, monitoreos y capacitaciones en Guaymallén, Maipú y Lavalle. Buscarán detectar conexiones ilegales y prevenir emergencias ambientales.
Tras años de derrames cloacales y reclamos vecinales en Guaymallén, el Departamento General de Irrigación firmó un convenio con Inspecciones de Cauce para detectar y frenar los vuelcos clandestinos en el sistema Pescara. Más de 500 hectáreas cultivadas se vieron afectadas.
La medida busca responder a los crecientes episodios de contaminación, sobre todo en la zona de calle Severo del Castillo y 2 de Mayo, donde colapsó la colectora cloacal que transporta los desechos de más de 600.000 personas de Luján, Maipú, Guaymallén y parte de Godoy Cruz. Según Aysam, el problema se originó por un alto nivel de sedimentación en la cañería, producto de la escasa pendiente y el colapso de tramos ubicados aguas arriba.
Desde abril, Aysam comenzó las obras para refuncionalizar el tramo crítico y, como solución provisoria, se permitieron derrames controlados en el Canal Pescara. Sin embargo, el vencimiento de los plazos habilitados por Irrigación obligó a restringir esos vuelcos, permitiéndolos solo en casos excepcionales.
A la par, la Fundación Cullunche intentó frenar legalmente los vertidos con una medida cautelar, pero fue rechazada por la Justicia, que priorizó evitar un daño sanitario mayor ante la falta de alternativas inmediatas.
Un plan integral de monitoreo y control
El convenio firmado por el Superintendente General de Irrigación, Sergio Marinelli, junto al subdelegado del río Mendoza, Marcelo Landini, y el presidente de la Asociación de Inspecciones de la Tercera Zona, Alfonso Sicre, se enfoca en dar mayor capacidad operativa y legal a las inspecciones de cauce para actuar sobre el sistema Pescara.
El plan contempla:
-Relevamientos sistemáticos de conexiones clandestinas industriales y domiciliarias al ducto cerrado.
-Un nuevo sistema de monitoreo aprobado por resolución interna de Irrigación.
-Capacitación técnica para inspectores, dotación de vehículos y recursos para realizar inspecciones, registrar irregularidades y radicar denuncias.
-Evaluación de obras de derivación para desviar el caudal en situaciones de emergencia.
-Análisis periódicos de calidad de agua, vigilancia de contaminantes y estudio de su impacto en tramos derivados del colector.
"Firmamos este convenio porque necesitamos dar respuesta a una situación que viene desde hace años, donde el sistema recoge aguas ya contaminadas, y además se detectaron múltiples propiedades sin conexión cloacal", explicó Marinelli. "Se va a reforzar el monitoreo, se sumará personal técnico y se actuará con más agilidad ante irregularidades", agregó.
Dos sistemas bajo vigilancia
El sistema Pescara está compuesto por dos cauces: uno cerrado, donde se concentran los efluentes industriales y domiciliarios, y otro cauce abierto, tipo colector aluvional, que arrastra residuos y aguas servidas desde la Ruta 60. Ambos están bajo observación, ya que los vertidos no autorizados y la ausencia de cloacas en muchas propiedades se convirtieron en fuentes activas de contaminación.
Según Marinelli, algunas industrias ya comenzaron a conectar sus efluentes de forma legal y controlada: "La planta de Coca-Cola ya se conectó y en breve lo hará la Cervecería, lo que aumentará el caudal con líquidos que no empeoran la calidad del sistema, sino que ayudan a diluir contaminantes".
Con este acuerdo, Irrigación busca contener una problemática de larga data que afecta tanto la salud de los vecinos como la producción agrícola de Guaymallén, Maipú y Lavalle. El monitoreo constante, el control sobre las conexiones y la implementación de medidas estructurales serán claves para evitar nuevos desbordes y reducir el impacto ambiental.