Palabras

La RAE y lo malsonante

La Prof. Nené Ramallo en una columna extra en torno a la inclusión del término "pelotudo" en el diccionario de la Real Academia Española de la Lengua.

Profesora Consulta por la Universidad Nacional de Cuyo

Días atrás, a muchos les sorprendió la noticia de la inclusión, en la última versión del diccionario académico, en la red, de los significados malsonantes y coloquiales del adjetivo 'pelotudo, -a'. En efecto, se detalla que, con esas características, se usa en nuestro país y en Chile, para referirse a la persona que tiene pocas luces o que obra como si no las tuviera. En la misma entrada, se añade que puede usarse como sustantivo y, con la abreviatura académica convencional, aparece "u.t.c. insulto", lo que evidencia cuál puede ser uno de sus valores.

Es interesante advertir que se consignan los usos que el adjetivo posee en Uruguay: "Dicho de una persona, que ha llegado a la adolescencia o juventud"; también, referido a una cosa, "que es de gran tamaño" y, relacionado con alguien, que es "lerdo, parsimonioso, irresponsable".

En este sentido, ninguno de los artículos se dedica al sustantivo 'pelotudez', que la Academia tiene registrado como voz malsonante, para Argentina y Uruguay, con el significado de "tontería"; también en nuestro vecino país oriental es sinónimo de "apatía, dejadez".

¿Qué significa que la RAE diga que son palabras 'malsonantes'?

Podríamos pensar que el término "suena mal" porque es disonante y cacofónico; pero no es ese el valor peyorativo que se desea otorgarle al término en cuestión, sino que se alude a que ofende ya al pudor, ya al buen gusto, ya a la religiosidad.Precisamente, para no caer en esas ofensas es que la lengua recurre, más de una vez, a otras expresiones que las disimulan: se trata de los 'eufemismos', precioso término de origen griego que se define como la "manifestación suave y decorosa de ideas cuya recta y franca expresión sería dura o malsonante". Así, por ejemplo, para no nombrar a la vejez o senilidad, se disimula el concepto tras la frase "edad avanzada" o "tercera edad". Asimismo, preferimos decir "dejó de existir" o "cerró sus ojos" para evitar nombrar a la muerte. Muchas veces, el eufemismo acude a un rodeo de palabras, a una perífrasis, a un circunloquio, que encubren un tabú.

Volviendo al planteo inicial, no nos rasgamos las vestiduras por la inclusión de los términos tabuizados en el diccionario académico; si el diccionario es un repertorio de todos los vocablos en uso, un lexicón, debe consignar estas palabras y explicar, con rigor y exactitud, su significado, sus sinónimos, los lugares del mundo en que se usan, con el diferente valor en cada uno, las observaciones acerca de los entornos y situaciones en que pueden aparecer.¿Con esta actitud la Academia está favoreciendo que las generaciones jóvenes utilicen voces malsonantes? No, en modo alguno está inclinando la balanza por un vocabulario soez y poco delicado, sino que está formando e informando al usuario desprevenido para no caer en el facilismo de expresarse más rápidamente con voces vulgares o mezclando situaciones formales con hechos y circunstancias que distan mucho de serlo. Además, se enseña que el lenguaje es convencional y que lo que puede resultar malsonante en un lugar o tiempo determinados, no necesariamente será así de modo permanente y absoluto.Cierro con una anécdota al respecto, frente a alumnos que ignoran, más de una vez, la etimología adecuada de una palabra y cómo han caído, por prisa e ignorancia, en repetir acepciones que pueden aparecer como malsonantes y ordinarias. 

Doy la etimología griega de vocablos como "ortopedia", "ortología' u "ortografía', en donde el elemento compositivo inicial nos remite al adjetivo original, con el significado de "recto, correcto".

También, hablo del punto de salida del sol, que es el "oriente'. En este caso, me remito al verbo latino "orior", con su participio "ortus" y su significado vinculado al nacimiento.

Después de este despliegue etimológico, me quedo, no con las vulgaridades habituales, sino con la definición de 'orto' en el diccionario académico: "Salida o nacimiento del Sol o de otro astro por el nacimiento". Obligación, por consiguiente, de brindar las aclaraciones convenientes en el momento oportuno.

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