Cerró la "radio nacional" de EEUU, por la motosierra de Trump
CPB existía desde 1967, año en el que fue creada como parte de la ley de radiodifusión pública.
Tras casi 60 años, la Corporation for Public Broadcasting (CPB) de EEUU ha anunciado su cese de actividad para el año que viene debido a la retirada de fondos aprobada por el Congreso tras el impulso de Donald Trump. Esta entidad privada sin fines de lucro se ha desempeñado en una función de intermediaria en la financiación de radios y televisiones públicos mediante el reparto de la asignación que recibía sobre todo del presupuesto federal.
Su presidenta y consejera delegada Patricia Harrison informó de este desenlance a través de un comunicado en el que destacó el conjunto de medios públicos de EEUU como "una de las instituciones de mayor confianza" para sus ciudadanos. Sin embargo su papel ha estado en entredicho durante décadas por parte de los republicanos, como ya se vio en una audiencia celebrada en marzo.
las presidentas y consejeras delegadas de la radio NPR (Katherine Maher) y la televisión PBS (Paula Kerger) fueron convocadas ante el subcomité de eficiencia gubernamental (DOGE) para responder a preguntas sobre el uso de los fondos que ambas organizaciones venían recibiendo de CPB. Allí los conservadores les achacaron sesgo favorable a posiciones progresistas, especialmente en torno a la programación infantil.
Unas semanas después esa organización demandó por inconstitucionalidad a Trump por intentar despedir a tres de los miembros de su consejo de administración. El presidente de EEU amenazó con una orden ejecutiva para retirar la financiación de los medios públicos y CPB respondió señalando que no estaba sujeta a la autoridad de la Casa Blanca.
Por ello finalmente se ha sustanciado el Congreso en los últimos días la retirada de esos fondos federales, con el consiguiente anuncio de cese de actividad programado para enero. Los medios a los que CPB venía sosteniendo tendrán que confiar a partir de ahora en otras vías de financiación como la filantropía y el mecenazgo.
En todo caso para NPR y PBS la decisión no supone en principio un gran problema, en la medida en que solo una parte relativamente pequeña de su sostenimiento depende de los fondos que procedían de esa organización. Pero no sucede así con emisoras locales cuya actividad sí estaba condicionada a los fondos que reciben de CPB.
El riesgo es especialmente elevado en el caso de las zonas rurales, con poca densidad de población, cuyos habitantes corren el riesgo de dejar de tener acceso a información, programación cultural o alertas de emergencia que hasta la fecha proporcionaban esas emisoras. A pesar de que para muchas de ellas se han incrementado las donaciones de particulares los cálculos de expertos señalan que no podrán cubrir la partida federal que no llegará.
CPB existía desde 1967, año en el que fue creada como parte de la ley de radiodifusión pública. Su nacimiento estaba amparado por la agenda política del entonces presidente Lyndon Johnson, bautizada como «la gran sociedad», y también daba respuesta al auge de la televisión privada.