Río Tinto pone el foco en el cobre argentino: negocia ingresar al proyecto Taca-Taca
La minera busca quedarse con el 30% del yacimiento salteño, uno de los más avanzados del país. Ya participa en Los Azules y Altar (San Juan) y quiere integrar el tren Belgrano Cargas a su red logística. Taca-Taca podría aplicar al RIGI antes de fin de año.
Tras avanzar con una millonaria inversión en litio bajo el régimen RIGI, el grupo anglo-australiano Río Tinto busca ahora consolidarse también en el sector del cobre en Argentina, otro insumo estratégico para la transición energética global.
Actualmente, la compañía participa en dos importantes iniciativas en San Juan: Los Azules, con una participación del 17%, y Altar, donde posee el 20% sujeto al cumplimiento de ciertos compromisos. Sin embargo, sus planes de expansión incluyen otros proyectos avanzados en el país.
Según confirmaron fuentes del sector a Forbes, Río Tinto ya habría mantenido reuniones para adquirir el 30% del proyecto Taca-Taca, ubicado en Salta, que demandará una inversión estimada en US$ 3.600 millones. Esta iniciativa podría acogerse al Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones (RIGI) antes de fin de año.
Taca-Taca es operado por First Quantum, firma canadiense que ya trabaja en conjunto con Río Tinto en Perú (proyecto La Granja). Según trascendió, First Quantum estaría dispuesta a vender parte de su participación para obtener financiamiento y atraer a un socio de peso, en un intento por recuperar reputación tras la crisis corporativa vivida en Panamá.
La potencial entrada de Río Tinto en Taca-Taca encajaría con su estrategia integral en Salta, donde desarrolla sus principales proyectos de litio. Una de sus apuestas logísticas es asumir un rol activo en la gestión del ferrocarril Belgrano Cargas, infraestructura clave que conecta tanto los salares salteños como el propio yacimiento Taca-Taca con puertos del Pacífico. El tren cuenta incluso con una estación homónima al proyecto, ubicada a escasa distancia del futuro emprendimiento.
Mientras tanto, la minera también sigue de cerca activos controlados por Glencore en el país. La multinacional suiza posee dos proyectos de cobre: Pachón, de desarrollo más desafiante, y MARA, heredero directo de La Alumbrera, que cuenta con una base de infraestructura ya instalada.
Entre las demás opciones disponibles figura San Jorge, en Mendoza, aunque su desarrollo está condicionado a un cambio legislativo, ya que la provincia mantiene restricciones ambientales fuera del denominado "Distrito Malargüe".
Desde la última convención PDAC celebrada en marzo en Canadá -el evento más relevante del sector minero a nivel global-, Río Tinto viene manifestando su voluntad de ampliar inversiones en Argentina, con énfasis en cobre y litio. En ese contexto, Taca-Taca se presenta como una alternativa especialmente atractiva: no presenta conflictos con la Ley de Glaciares y su estudio de impacto ambiental está próximo a ser aprobado, una ventaja que muy pocos proyectos de cobre pueden exhibir en el país.