Despedida

Murió el historiador e investigador Cristian Buchrucker

Sus restos serán velados este lunes 11 de agosto, de 8 a 16 en Maipú 636 de la Ciudad de Mendoza.

Falleció el historiador Cristian Buchrucker, según comunico la Facultad de Filosofía y Letras de la UNCUYO.

Realizó sus estudios de grado en la Universidad Nacional de Cuyo. En 1982 completó su postgrado como Dr. Phil. (con especialización en Historia y Ciencia Política) en la Freie Universität Berlín. 

En su condición de Investigador del Conicet y profesor titular de Historia Contemporánea en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nac. de Cuyo (Mendoza) se dedicó a la investigación de las ideologías y los conflictos contemporáneos, con especialización en el tema del nacionalismo en el siglo XX.. 

Ha realizado viajes de estudio y estadías como profesor invitado a las Universidades de Massachusetts, Heidelberg y Jerusalén, habiendo participado recientemente como investigador senior en las tareas de la Comisión para el Esclarecimiento de las Actividades del Nazismo en la Argentina, creada por el Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto (1997-2002). 

Entre sus obras publicadas son destacables "Nacionalismo y peronismo" (1987, reed.1999), "El miedo y la esperanza. Los nacionalismos en la Europa centro-oriental" (en dos partes, 1999 y 2001) y - como co-director con Julio Aróstegui y Jorge Saborido - "El mundo contemporáneo. Historia y problemas" (2001). 

Es autor de numerosos artículos en revistas especializadas y ha colaborado en diversas obras colectivas.

Sus restos serán velados este lunes 11 de agosto, de 8 a 16 en Maipú 636 de la Ciudad de Mendoza.

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Un diálogo abierto con Buchruker de 2010

Ocurrió en 2010 y la nota que refirió al tema se tituló "Las nuevas zonceras argentinas y la democracia de 40 wats"

El diálogo abierto fue entre el periodista Gabriel Conte y el historiador Cristian Buchrucker. La intensidad de la democracia argentina y la baja calidad de los debates, con las zonceras como eje de discusión.

La idea era hablar 15 minutos y abrir un espacio prudente para las preguntas posteriormente, pero fue imposible. Tras los 15 minutos de uno y de otro, sobrevinieron casi tres horas de sustrato: el punto de vista de los presentes sobre una realidad argentina que se torna, para unos, maniquea y, para otros, una obra de militantes.

Convocados por la asociación "20 de septiembre", el historiador, cientista político e investigador del Conicet Christian Buchruker y Conte participaron en la Universidad de Congreso del inicio de ciclo un ciclo de debates. Esta vez el tema fue poner sobre la mesa a "Las distintas perspectivas sobre la ciudadanía hoy".

La apertura estuvo a cargo de Marcelo Puertas, el titular de la entidad y la coordinación en manos de Carolina Ferraris. Ambos, enmarcaron y condujeron una charla sobre un tema difícil de asir.

Nuestra democracia

La democracia nutrida de la política -se coincidió- es discusión y confrontación permanente de ideas, no silencio, tampoco unanimidad; nada de consenso. Incluso, en la presentación volvió aquella idea de Mao que la describió alguna vez como "una guerra sin efusión de sangre".

Por eso, al analizar los motivos que los medios hallan para discutir los temas del momento, el historiador señaló que el problema en cuestión es "la mayor o menor densidad de las democracias". En este punto, consideró que "un fenómeno de este tiempo es la excesiva cantidad de democracias de baja intensidad". Afecto a las metáforas, el docente y autor de numerosos libros (como "Nacionalismo y Peronismo en la Argentina" y "El fascismo en el siglo XX") ilustró la idea como "vivir bajo una luz de 40 wats". "Necesitamos -postuló de inmediato, en la misma línea- una luz más potente".

El cuestionamiento central de Buchruker está en que "el debate público (que sustenta a la política y, por consiguiente, a la democracia argentina) no es intenso". Y definió que "cuando ese debate es realmente intenso, se transforma en la sangre de la ciudadanía".

Sin demonizar a las nuevas tecnologías se animó, sin embargo, a denunciar que mucha gente cree tener respuestas a los temas profundos "bajándolos de Internet". Luego, diría, sobre el final de la charla, que muchos postulan que el dilema de la participación ciudadana también se "resolvió" gracias a esa herramienta. Pero fundamentalmente consignó que "si el debate público no cumple con ciertos requisitos, no logra su objetivo de articular a los ciudadanos con los políticos".

Por ese hueco, desde esa rendija, indicó, hace su incursión la "antipolítica", vale decir, aquellos que pretenden que la historia comienza con ellos y que los temas del pasado corresponden, digámoslo así, a otra vida de la que no hay que hablar.

Es allí cuando la democracia cruje, sostuvo Buchruker, y "todos los vicios se transforman en arenilla que deteriora la compleja maquinaria democrática".

Sobre lo que pasa hoy en la argentina, dio su opinión en torno a un "claro deterioro de la calidad del debate público" y hasta se animó a denunciar el inicio de "un proceso de degradación del lenguaje público desde la antipolítico". "Algunos -dijo- inclusive se entusiasman con esas palabras que critican a la política, pretendiendo estar fuera de ella y al entusiasmarse, vehiculizan ese mensaje, queriendo hacernos creer que eso le dará más democracia a la democracia".

"En un océano de barbaridades -indicó luego, volviendo a las metáforas- hay algunos barcos de sensatez navegando: Pero están a punto de caer bajo el ataque de cualquier torpedero".

Los zonzos y el sinsentido del "sentido común"

La antipolítica, entonces, según Buchruker, se nutre -parafraseando a Arturo Jauretche- de unas "nuevas zonceras argentinas", a saber:

- Aquellos que a partir de la autoidentificación ("¿quiénes somos nosotros?) pretenden definir a los otros.

- Aquellos que se hacen llamar "periodistas independientes" y ser representantes de tal independencia, sin serlo.

- Y aquellos que se embanderan con un supuesto "sentido común", sin más profundidad que esto.

En este último nos detendremos. El historiador mendocino le reclamó entonces a la oposición política -campo en el cual identificó con claridad a los cultores de la antipolítica- que "traten de explicarme el Producto Interno Bruto desde el sentido común, y no desde la ciencia". "No hay concepto más anticientífico que decir que se hacen las cosas por ´sentido común´", expresó, para calificar luego que "el ´sentido común´ es una de las barbaries más peligrosas".

- ¿Y para qué alcanza el sentido común a un opositor, a un candidato?

- Tienen un inmenso problema y es la noticia de que el sentido común realmente no les alcanza para nada.

En este marco, Buchruker criticó a los antipolíticos que desde la política acusan a otros de estar "ideologizados", "como si su actitud, acaso, no respondiera a una ideología que indica que hay que simplificar las cosas y evitar los debates profundos", dijo. E ironizó: "A los nuevos políticos les gusta decir que se respaldan en una 'filosofía', no en ideologías. Eso queda mejor, tiene más prestigio. Mientras que la ideología es como andar en un 'Fitito', hablando de filosofía transitan en un 'Mercedes Benz' de las palabras".

"Al final -concluyó- terminan siendo malos inquilinos de las verdaderas ideologías".

Bonus track: una entrevista de hace 9 años

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