1,9% en julio: inflación núcleo en mínimos de más de 7 años
El Indec dio a conocer los números vinculados con el Índice de Precios al Consumidor. El análisis de Thiago Marino, Analista de Estrategias de Inversión en IOL
En julio, el Índice de Precios al Consumidor (IPC) nacional registró un aumento del 1,9% mensual, acumulando en el año un 17,3% y marcando una variación interanual del 36,6%. El dato refleja una leve aceleración frente al 1,6% de junio, pero con señales mixtas: la inflación núcleo, que excluye precios regulados y estacionales, se desaceleró al 1,5%, el menor registro desde enero de 2018 (incluso por debajo de los niveles observados en pandemia). Por su parte, los precios estacionales crecieron con fuerza, interrumpiendo la tendencia de los últimos meses.
Desagregando el dato por componentes, los precios regulados subieron 2,3%, impulsados por ajustes en transporte público, combustibles y alquileres. Los estacionales treparon 4,1%, luego de varios meses con variaciones inferiores al índice general, por subas en verduras, frutas, servicios turísticos y recreativos. Adicionalmente, como mencionamos, el núcleo mostró el avance más moderado (1,5%), confirmando la tendencia descendente en los precios con mayor formación libre.
En la división Alimentos y bebidas no alcohólicas (+1,9%), se destacaron las alzas en verduras y frutas, así como también en panificados. Recreación y cultura (+4,8%) lideró las subas, traccionada por paquetes turísticos y actividades de ocio, seguida de Transporte (+2,8%) y Restaurantes y hoteles (+2,8%). Por el contrario, Prendas de vestir y calzado (-0,9%) fue el único rubro con caída mensual. Parte de estos incrementos responde a una estacionalidad propia del mes de julio.
Los servicios aumentaron 3,1%, superando ampliamente a los bienes situados en 1,4%, aunque en ambos casos hubo incidencia de estacionales. El repunte en bienes respondió principalmente a alimentos frescos y algunos durables, mientras que en servicios impactaron fuertemente turismo, gastronomía y transporte de pasajeros.
La convergencia de las inflaciones núcleo nacional y de CABA en niveles por debajo del 2% refuerza la percepción de que la desinflación subyacente está bien afianzada, aunque la volatilidad pueda distorsionar el dato general en el corto plazo.
Según el Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) de julio, los analistas proyectan una inflación mensual promedio de 1,7% hasta octubre, para luego acercarse al 1,5% en los últimos meses del año. La inflación implícita en el mercado ("breakeven") se ubica en 28% para 2025 y 11% para 2026, mostrando un tono más cauto tras el shock de la salida de LEFIs. En nuestra visión, el mercado ha dejado atrás el exceso de optimismo previo y ahora pondera con más prudencia los riesgos. Sin embargo, mantener tasas reales elevadas con escasez de pesos en circulació durante varios meses, son factores que pueden seguir impactando a la baja en la inflación al restringir la capacidad de la demanda para convalidar aumentos de precios.
El tipo de cambio oficial subió 12% en julio, con un 5% concentrado en la última semana. No obstante, resulta complejo determinar la existencia de pass-through. Este es un resultado que consideramos consistente con la normalización del régimen cambiario y la menor indexación automática a las variaciones del dólar, propia de un esquema de flotación (administrada en este caso). La metodología del IPC basada en promedios semanales también atenúa el impacto de movimientos abruptos en los últimos días del mes, por lo que parte del efecto verse reflejado recién en agosto. Sin embargo, la corrección a la baja del tipo de cambio a comienzos del mes actual reduce esa probabilidad.
En nuestra lectura, la principal razón del bajo traslado a precios reside en el entorno monetario contractivo. Las tasas reales elevadas, sin sobrante monetario y con alto costo de financiamiento limitan la acumulación de stocks y reduce la capacidad de las empresas para defender márgenes mediante aumentos de precios. En contextos anteriores de liquidez abundante y baja demanda de pesos, los formadores de precios podían trasladar rápidamente los incrementos del tipo de cambio, algo que hoy no se observa.
En este escenario, las LECAPs/BONCAPs continúan ofreciendo una atractiva tasa de interés real, sumado a la cobertura que proporcionan los BONCER. Para el tramo corto, destacamos el BONCAP T17O5, con vencimiento el 17 de octubre (previo a las elecciones) y un rendimiento mensual del 3,8% (y una TNA de 47,5%), que implica una tasa real ex-ante muy elevada frente al dato de julio, con baja volatilidad por su duration acotada. Para posiciones de mayor plazo, el TZXM6 (marzo 2026) se posiciona como una alternativa sólida, con una tasa real en torno al 20% y protección inflacionaria.