"La inteligencia artificial está empezando a leer las emociones del mercado"
Sebastián Laza presenta su nuevo libro Finanzas de la conducta: de las finanzas tradicionales a la Inteligencia Artificial.
El economista Sebastián Laza ha sorprendido anteriormente con la vinculación de su especialidad con temas más desarrollados por otras especialidades. Por ejemplo, cuando escribió "Economía de las emociones" junto la politóloga venezolana residente en EEUU Marisela Cuevas, y rompió con la frigidez habitual de la temática, para humanizar su impacto y enfocar el análisis desde otras perspectivas.
Laza, habitual colaborador de Memo, se ha especializado en la interrelación entre Neurociencia Cognitiva y Economía del Comportamiento, con cursos sobre el tema en universidades argentinas, de Europa y de EEUU.
Ahora, ante la ineludible presencia de la Inteligencia Artificial (IA), vuelve a romper el molde de los economistas
- Arranquemos por lo disruptivo: ¿qué está cambiando la inteligencia artificial en las finanzas?
- Muchísimo. Hoy la IA y el big data permiten detectar patrones de comportamiento humano en tiempo real. No sólo pueden analizar precios, sino también emociones: desde el optimismo desmedido hasta el miedo masivo. Esto abre la puerta a estrategias hiperpersonalizadas, pero también plantea un dilema ético: el mismo algoritmo que te ayuda a decidir podría manipularte.
- ¿Esto significa que las máquinas van a decidir por nosotros?
- No necesariamente, pero sí que van a influir mucho más de lo que creemos. El desafío es usar la IA como herramienta y no como sustituto total de la decisión humana. De ahí que en el libro hable de "finanzas cognitivas": integrar tecnología, psicología y neurociencia para potenciar nuestras decisiones, no para reemplazarlas.
- El libro recorre también el camino histórico, desde las finanzas tradicionales hasta las conductuales. ¿Por qué era importante contar ese trayecto?
- Porque entender de dónde venimos ayuda a entender hacia dónde vamos. Las finanzas tradicionales se basan en supuestos como mercados eficientes o inversores perfectamente racionales. Esos modelos aportaron mucho, pero la realidad -con crisis, burbujas y comportamientos de manada- mostró que estaban incompletos.
- Ahí entra la psicología...
- Exacto. Las finanzas conductuales traen al centro la mente humana: sesgos como la aversión a la pérdida, el exceso de confianza o el efecto de arrastre explican por qué tomamos decisiones que, en teoría, parecen irracionales pero que son muy humanas.
- En el libro repasás casos concretos y recientes como la burbuja de las puntocom, la crisis subprime o el vaivén de las criptomonedas. ¿Por qué incluirlos?
- Porque muestran que los patrones se repiten. Cambia el activo, cambia el contexto, pero la conducta es muy parecida. Y entender esos patrones ayuda a anticipar comportamientos futuros.
- Entonces, ¿el gran mensaje del libro es que los mercados son más humanos que matemáticos?
- Sí, y que esa humanidad del mercado es de doble filo: es creatividad y adaptación, pero también es miedo y euforia. El futuro de las finanzas no se va a definir sólo en los números, sino en cómo entendemos -y gestionamos- nuestra propia conducta frente al dinero, mediada por la IA.