Análisis

Las dos Julietas: ¿Violencia de género o confusión de términos?

El criminólogo Eduardo Muñoz pone énfasis en el hilo conductor entre los casos de víctima y victimaria, enjaulada dos casos ditintos: Julieta Prandi y Julieta Silva.

Eduardo Muñoz
Criminólogo. Autor del libro "El Género de la Muerte". Divulgador en medios. Análisis criminológico aplicado a temas sociales de actualidad y seguridad. linkedin.com/in/eduardo-muñoz-seguridad IG: @educriminologo

El concepto de violencia de género comenzó a instalarse en el debate público a finales del siglo XX, impulsado por movimientos feministas y legislaciones que buscaban visibilizar una forma histórica y estructural de violencia ejercida por el hombre hacia la mujer por el solo hecho de serlo. 

Esta categoría fue necesaria, ya que nombró un fenómeno criminal complejo y devastador que durante siglos permaneció invisible.

Sin embargo, en la conversación cotidiana, el término se ha ido desdibujando. Hoy, muchos lo aplican a cualquier conflicto de pareja, sin considerar el género del agresor o la víctima.

La importancia de diferenciar: violencia de género vs. agresión común

La Ley de Protección Integral para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra las Mujeres define la violencia de género como cualquier acción u omisión basada en el género que cause daño físico, psicológico, sexual, económico o incluso la muerte.

La clave no es solo el acto violento, sino el patrón de desigualdad y control sistemático entre hombres y mujeres. Este control puede incluir aislamiento social, manipulación psicológica, dependencia económica y restricción de libertades.

Caso Julieta Prandi: la violencia silenciosa

El caso de Julieta Prandi ilustra perfectamente la violencia de género. La víctima sufrió un control invisible, que incluía aislamiento, dependencia económica y manipulación emocional.

Este caso establece un precedente vital, porque visibiliza la forma más silenciosa y destructiva de la violencia de género, aquella que no deja marcas físicas pero que genera un daño profundo y sostenido en la víctima.

El caso Silva: ¿Agresión, pero sin dominación de género?

En cambio, el caso de Julieta Silva presenta un escenario diferente. Ella está siendo investigada por la presunta agresión física contra su pareja, un hombre. Aunque se trata de un hecho violento grave, no encuadra en la definición de violencia de género. ¿Por qué? Porque no existe el patrón sostenido de dominación masculina que caracteriza a esta categoría.

En el caso de Silva, la agresión carece del componente estructural de desigualdad de género.

Precisión conceptual para proteger a las víctimas

Usar el término "violencia de género" de manera imprecisa puede generar confusión sobre la naturaleza de los hechos y el tipo de protección que cada situación requiere. 

Diferenciar claramente entre violencia de género y otras formas de agresión o conflicto permite que las leyes se apliquen correctamente y que cada caso reciba el tratamiento legal y social adecuado y asegurar que cada víctima reciba la atención que corresponde según la naturaleza de los hechos.

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