Operativo

El puente de la ruta 7 no resiste el reactor de IMPSA y será reforzado con 80 puntales

La estructura de la ruta 7 sólo soporta una fracción del peso de la carga de 456 toneladas. Vialidad exigió un apuntalamiento provisorio antes de permitir el cruce del transporte especial.

El traslado del gigantesco reactor fabricado por IMPSA rumbo a la refinería de YPF en Luján de Cuyo atraviesa una nueva demora: la Dirección Nacional de Vialidad determinó que el puente de la ruta 7 no resiste por sí solo el paso del transporte y deberá ser reforzado con 80 puntales metálicos.

La estructura, calculada para camiones de hasta 40 toneladas, no puede soportar el peso de la mole de 456 toneladas montada sobre un vehículo de 36 ejes. Por eso, el organismo autorizó un apuntalamiento temporal para que la carga pueda atravesar el cruce en condiciones de seguridad.

Los puntales, provistos por una firma estadounidense, funcionarán como gatos hidráulicos de gran escala. Serán instalados bajo los pilares del puente, ajustados y calibrados para absorber la presión durante el cruce, y retirados una vez que el convoy finalice el paso. Según especialistas, la resistencia extra equivale a sumar cuatro vigas de hormigón, una alternativa inviable en tiempos y costos.

El reactor se encuentra detenido a la vera de la ruta desde el domingo a la espera de la resolución técnica. El operativo, que comenzó el viernes 15 de agosto, ya lleva cuatro días en marcha y dos de interrupciones. 

El proceso estuvo marcado por trámites y revisiones que se extendieron durante casi tres meses. Desde mayo se presentaron alternativas de recorrido para evitar otros puentes críticos, como los de calles Paso y Boedo, y en el caso del cruce del río Mendoza se optó por atravesar el lecho seco para no sumar más complicaciones.

Mientras tanto, el reactor permanece a pocos kilómetros de su destino final, en Luján de Cuyo, a la espera de que finalice el montaje de los puntales que le abrirán paso hacia la destilería de YPF.

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