Palabras

Se las sabe todas

El uso correcto de las palabras, los usos habituales y las frases que nos representan. Por la Prof. Nené Ramallo.

Profesora Consulta por la Universidad Nacional de Cuyo

Cuando una persona usa la expresión ‘se las sabe todas' y otra, en cambio, afirma ‘la comida no sabía bien', ¿estamos hablando del mismo verbo ‘saber'?

Sí, estamos usando el mismo vocablo, aunque las acepciones sean diferentes: derivado del latín "sapere", encontramos para ‘saber' diferentes valores: en primer lugar, vemos que equivale a "tener noticias o información acerca de algo": "No sé de ellos desde hace mucho". "Sé lo que sucede en el país y en la provincia gracias a los medios de difusión".

La segunda acepción, muy vinculada a la primera, nos dice "estar instruido en algo": "Resulta difícil hoy encontrar a alguien que sepa como ella acerca de nuestra lengua". También, en relación con ello, ‘saber' es "tener habilidad o capacidad para hacer algo": "Sabe hacer bellas reproducciones de paisajes".

Otras veces, el hecho de saber se refiere a información sobre algo: "Supe de la actual crisis a través de las redes". En otros casos, el saber es empírico pues implica ser o actuar de modo astuto: "Con sus modales encantadores, sabe engañar a todos". Pero, además, ese saber equivale a estar seguro o convencido de un hecho futuro: "Ya se sabía que iba a aceptar ser candidato".

Distintos son los valores que se le atribuyen a ‘saber' cuando se lo equipara, referido a una cosa comestible, a "tener un determinado sabor": "Todo el postre sabe a vainilla y miel". Además, también en sentido figurado, "producir en el ánimo un efecto": "Me ha sabido muy amargo el contenido de esa noticia". Con esta acepción, se vincula el adjetivo ‘sápido, sápida' pues tiene el valor de "que tiene algún sabor"; por el contrario, ‘insípido' es la cualidad de aquello que es falto de sabor y se considera soso o insulso.

Por otro lado, 'saber' tiene, en América, especialmente en la zona andina, el valor de 'soler' o "tener hábitos": "Sabe venir los viernes al mediodía".

Con el saber que implica conocimiento, se relacionan adjetivos, algunos con connotación positiva, otros, negativa. Entre los primeros, tenemos 'archisabido', en que el prefijo 'archi-' le otorga el valor de "muy sabido": "Esas noticias ya son archisabidas por todos los medios".

Pero poseen connotación negativa tanto 'sabiondo' o 'sabihondo' como 'sabelotodo' pues nombran al que presume de sabio sin serlo. Tienen carácter despectivo y se pueden también expresar como 'sabidillo', 'resabido', 'repipi' y 'goyo': "Me resulta insufrible ese grupo de sabidillos que hacen gala de su pedantería".

Por su parte, en latín clásico, la noción contenida en 'saber' podía hallarse en el verbo "scire"; de él tenemos vestigios en 'omnisciente', concepto entendible a partir de la suma del contenido de "omnis" o "todo" y "-sciente", participio presente de aquel verbo, que hacemos equivalente a "que sabe". El diccionario académico define el concepto de ‘omnisciencia' de dos modos: "conocimiento de todas las cosas reales y posibles" y "conocimiento de muchas ciencias y materias".

Nos convocan algunas expresiones formadas con nuestro verbo: 'a saber' es la que se usa para indicar que a continuación se explica o se precisa lo que se ha expuesto antes: "Hay dos tipos de rima, a saber: asonante y consonante". Es aconsejable colocarle, a continuación, dos puntos.

"Ve(te) tú a saber": esta expresión sirve para manifestar duda o incertidumbre ante una sospecha. Tiene valor coloquial: "Dicen que nos pagarán el retroactivo, ve tú (andá vos) a saber".

"No saber dónde meterse": esta locución enfatiza el temor o la vergüenza de alguien ante una situación: "Le dio tanta vergüenza que no sabía dónde meterse".

"No sé qué" también es una locución sustantiva que expresa que algo no se puede explicar": "Ese no sé qué la hace encantadora".

"Qué sé yo" es una expresión coloquial que da a entender enfáticamente que el que habla se desentiende de una cuestión: "Me trajo ropa, útiles y ¡qué sé yo qué otras cosas!".

"Saber a poco" da a entender, coloquialmente, que algo resulta insuficiente cuando, en mayor cantidad, habría producido una mayor satisfacción: "La exposición del orador no me satisfizo y me supo a poco" .

"Saber alguien lo que se pesca" señala coloquialmente que una persona tiene habilidad o capacidad para actuar en una situación determinada. Puede también decirse "saber alguien por dónde anda": "No tengo miedo del desempeño de Julián porque siempre sabe lo que se pesca".

"Sabérselas todas alguien" es una locución verbal que, en el coloquio, alude a la persona cuya habilidad le permite desenvolverse exitosamente en cualquier circunstancia; lo advertimos en "Es insoportable, siempre cree sabérselas todas".

"Saber hacer" es una locución masculina que indica la habilidad de alguien para desenvolverse con tacto en cualquier situación: "La admiro por su practicidad pues siempre tiene un saber hacer para cualquier situación".

Cerramos con la muy conocida frase proverbial "El saber no ocupa lugar", que el Refranero multilingüe del Centro Virtual Cervantes explica diciendo que el saber jamás estorba ni presenta inconveniente.