Comercio

Desembarca en Mendoza la tienda Indian, la uruguaya que comparan con Zara, H&M y Falabella

Desde su centro logístico de 11.000 metros cuadrados en la Ruta 5 uruguaya, distribuye mercaderías hacia todos los mercados donde opera, incluyendo Uruguay, Paraguay y países de Centroamérica. Activará el Centro y tendrá local en un shopping.

El "fast fashion" de la tienda uruguaya Indian llega a Mendoza con dos locales. La marca perteneciente al grupo Chic Parisien, ha iniciado un desembarco ambicioso en Argentina, apostando por una estrategia que combina precios accesibles, rotación acelerada de colecciones y una fuerte impronta regional. 

Dispuesta a activar el consumo masivo de moda, habilitará un local en San Martín y San Luis en pleno centro de la Ciudad de Mendoza (en donde antes funcionaran Tualana y Famularo), a pasitos de La Alameda, para darle un replanteo a esa zona del Centro y otro de grandes dimensiones en Palmares Open Mall.

El ingreso de Indian al mercado argentino se concretó hacia fines de 2024 con la apertura de su primera tienda en la intersección de Florida y Tucumán, en el microcentro porteño. A este primer paso le siguió la inauguración de un local en la ciudad de Córdoba, lo que confirmó que la estrategia de expansión no se limitaba a la Capital Federal. Sin embargo, la apuesta más significativa se dará con la apertura de Indian Market en la emblemática esquina de Florida y Perón, un espacio que combina indumentaria para mujer, hombre e infantil con artículos de diseño y decoración para el hogar. Esta localización no es menor: se trata de un lugar cargado de simbolismo, ya que en el pasado funcionaron allí tiendas icónicas como Gath & Chaves y más recientemente Falabella.

Indian busca posicionarse no solo como una opción más en el fast fashion, sino como un actor relevante dentro del mapa del retail argentino, aprovechando los huecos que han dejado cadenas internacionales que se retiraron en los últimos años.

La historia

Indian es parte del grupo Chic Parisien, fundado en Montevideo hace más de seis décadas y aún bajo control de la familia Manhard. A diferencia de otros competidores, la empresa no cuenta con fábricas propias, sino que depende de una red global de proveedores, mayormente en el sudeste asiático. 

Desde su centro logístico de 11.000 metros cuadrados en la Ruta 5 uruguaya, distribuye mercaderías hacia todos los mercados donde opera, incluyendo Uruguay, Paraguay y países de Centroamérica.

La característica principal

El gran diferencial de la marca, según explica su gerencia, es su equipo interno de diseño, que desarrolla colecciones propias adaptadas a las tendencias globales y a las preferencias regionales. Esto les permite mantener un flujo constante de novedades, uno de los pilares que sostiene al fast fashion.

Precios agresivos como estrategia

Uno de los elementos más destacados en la propuesta de Indian en Argentina es su política de precios. En un mercado golpeado por la inflación y con consumidores cada vez más sensibles al costo de la indumentaria, la cadena decidió competir con una oferta muy agresiva: remeras desde $4900, jeans a partir de $9900 y camperas que rondan los $19.900. Este posicionamiento recuerda al modelo de gigantes globales como H&M, Zara o incluso Shein, donde la relación precio-calidad se convierte en la principal carta de seducción para el público masivo.

Además, la estrategia busca capitalizar el reconocimiento que Indian ya tiene entre los turistas argentinos que visitan destinos uruguayos como Punta del Este o Colonia. La familiaridad con la marca facilita la aceptación inicial en un mercado nuevo, generando un sentido de confianza que muchas veces resulta difícil de construir para cadenas extranjeras.

A qué modelo de negocio se parece

El funcionamiento de Indian se inspira directamente en el modelo de Zara, considerado un pionero del fast fashion. Aunque los mendocinos ya piensan en lo que fue Falabella y otros directamente lo asemejan al de H&M.

Esto implica una renovación constante de colecciones, con lanzamientos frecuentes que mantienen el interés de los consumidores y estimulan compras repetidas. A diferencia de las temporadas tradicionales, donde las colecciones permanecen durante varios meses en las vidrieras, Indian apuesta por la dinámica del "nuevo cada semana", que crea una sensación de urgencia y exclusividad entre los clientes.

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