Día del profesor

"Apagar las aulas es apagar la argentina del hoy y del mañana"

Hoy, 17 de septiembre, celebramos con gratitud y profundo respeto el Día del Profesor/a en nuestra querida Argentina, en homenaje a José Manuel Estrada, un día para honrar a quienes, con vocación inquebrantable, dedican su vida a sembrar conocimiento y despertar el futuro.

Juan Marcelo Calabria

Esta fecha nos invita a una reflexión profunda sobre el valor incalculable de la educación pública, un pilar esencial de nuestra sociedad que, en este preciso momento, es el centro de un debate crucial en el Congreso Nacional. El conflicto que enfrentan el Gobierno Nacional y nuestras Universidades Nacionales, y la discusión sobre el veto a la ley de financiamiento universitario, nos exigen reafirmar la importancia vital de estas instituciones, que han sido y seguirán siendo el motor de nuestro desarrollo y equidad.

Las universidades nacionales son mucho más que edificios, aulas y bibliotecas; son los semilleros de nuestro presente y el futuro que soñamos. Son el crisol donde se forjan los talentos que nuestro país necesita. Como bien hemos comprendido, la educación, junto con la salud, la justicia y la seguridad, forma la columna vertebral sobre la que el Estado debe construir cada paso y aportar valor público para el buen vivir de la ciudadanía. Porque para edificar una buena gobernanza, para responder a las complejidades del presente y anticiparnos a los desafíos que vendrán, necesitamos la lucidez y el compromiso de profesionales y especialistas preparados, no de improvisados. 

En cada pasillo universitario, en cada laboratorio, se está gestando la Argentina que podemos ser, aquella que soñaron nuestros líderes fundadores.

La educación pública es el viento que impulsa nuestras velas, una herramienta central para que cada persona y nuestra sociedad entera se fortalezcan. Ya lo decía el Presidente Sarmiento: "Hombre, pueblo, Nación, Estado: todo está en los humildes bancos de la escuela". Las instituciones educativas en todos sus niveles son el espacio donde aprendemos a navegar los mares de la transformación tecnológica, desde la "internet de las cosas" hasta la Inteligencia Artificial, que hoy redefine cómo nos comunicamos y cómo nos desempeñamos en el ámbito laboral. 

El Libertador San Martín, con su visión inmensa, nos recordó que: "La ilustración y fomento de las letras - léase educación - son las llaves maestras que abren las puertas de la abundancia y hacen felices a los pueblos" estableciendo las claves del progreso para las nuevas repúblicas que él ayudó a fundar.

Un Estado que abraza la innovación y el desarrollo sostenible comprende que nuestras universidades son fuentes inagotables de saber, estimulando el crecimiento y abriendo puertas de trabajo, como sucede en las naciones que más prosperan, donde los estados invierten con inteligencia y compromiso en el desarrollo de conocimiento. Las instituciones educativas, además, son el ámbito que garantiza la inclusión social y el respeto a cada ser humano en su diversidad. Son el hogar donde cada voz encuentra eco y cada sueño, por humilde que sea, tiene la oportunidad de florecer. La educación universal, responsabilidad indelegable del estado, asegura que nadie se quede atrás en la carrera de la vida, tendiendo puentes hacia el desarrollo y conocimiento para todos. Manuel Belgrano, otro de nuestros fundadores sostenía: "Fundar escuelas es sembrar en las almas", al tiempo que también afirmaba: "Un pueblo culto nunca puede ser esclavizado".

Al democratizar el saber, la educación pública cimenta la igualdad de oportunidades, es decir que todos podamos posicionaros en la misma línea de partida de la vida, y construye un desarrollo que nos beneficia a todos. Es también en dichos claustros donde se forman esos profesores que hoy celebramos, esos agentes de cambio que nos inspiran y nos guían, y a quienes rendimos homenajes por su gran labor de transformación; el mismo José Manuel Estrada definía la ardua tarea diciendo: "Ser profesor es la elección de una forma de vida que se asume desde la labor diaria, las exigencias, la lucha, el agotamiento, la esperanza y la alegría de hacer lo que eligieron ser".

En este Día tan especial del Profesor, y ante el clamoroso debate que resuena en nuestro Congreso, es fundamental recordar una verdad que nos une y nos define: "Cada estudiante es una promesa para el futuro y, cada graduado, un agente de cambio para una Argentina más próspera y justa". Las decisiones que tomamos hoy sobre el financiamiento y el cuidado de nuestra educación pública son, ni más ni menos, las semillas que brotarán en el mañana. 

Los fundadores Manuel Belgrano y José de San Martín, confiaron plenamente en la educación y el fomento de la cultura como vía de consolidación de las futuras naciones, especialmente porque la ilustración podía lograr la libertad de espíritu y de razón como paso previo para la libertad civil y soberana, convencidos que a través de la educación el pueblo podía adquirir los conocimientos, instrucción y habilidades cívicas necesarias para participar activamente en la vida política y social del país.

"La educación es el primer deber de los gobiernos, y la más segura riqueza de las naciones". Por tanto recae inexorablemente en el Estado la hermosa y trascendental responsabilidad de nutrir esas semillas para que den frutos abundantes para toda nuestra sociedad. Ya lo decía la gran Alicia Moreau de Justo: "El destino no está cerrado. Tenemos que acompañarlo al ritmo de los más jóvenes. Nada es imposible."

Las políticas públicas, especialmente las educativas, son el lienzo donde pintamos nuestros ideales y el cincel con el que damos forma a un futuro mejor. Defender y valorar la educación pública no es un gasto, sino la más sabia y noble de las inversiones en el alma de nuestra nación. Es asegurar que el desarrollo y progreso sea posible frente a un futuro incierto y complejo, es apostar por la buena gobernanza y el bienestar de todos.

Hoy, en el Día del Profesor, reafirmamos con convicción que el compromiso con la educación pública es nuestro compromiso inquebrantable con el desarrollo justo y sostenible de Argentina, respetando el legado de nuestros Padres Fundadores Belgrano y San Martín.

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