Carrieri advierte que el arbolado urbano de Mendoza está en riesgo frente a vientos fuertes
El presidente del Consejo Provincial de Arbolado Público, Sergio Carrieri explicó en Radio Post que muchos árboles sobreviven gracias a filtraciones de cañerías, presentan enfermedades y raíces debilitadas, y que la falta de mantenimiento municipal aumenta los riesgos. Los ejemplares viejos o mal podados representan un peligro frente a fenómenos como la tormenta del viernes que provocó la muerte de una mujer en Maipú.
Tras la muerte de Cristina Funes, de 37 años, aplastada por un árbol durante el viento severo del pasado viernes en Maipú, Sergio Carrieri, presidente del Consejo Provincial de Arbolado Público, detalló un panorama preocupante sobre la salud del arbolado urbano en Mendoza en el programa "A pesar de las llamas", por Radio Post.
"En general es bueno, pero al haber 600.000 árboles y ser seres vivos que nacen, crecen y mueren, algunos de ellos no están en buenas condiciones. Algunos están senescentes, o sea, son viejos", afirmó Carrieri. Según explicó, el viento que azotó al Gran Mendoza tuvo "características de latigazo" y afectó principalmente a álamos de más de 40 o 50 años, que "se ponen débiles porque son muy altos y ofrecen mucha resistencia al viento".
El especialista subrayó que muchos árboles sobreviven gracias a filtraciones de agua y cloacas: "Hace como 15 años los profesores de la cátedra de espacios verdes nos comentaban que el arbolado público en Mendoza sobrevive en base a las filtraciones de las cañerías, porque la red de aseo ya prácticamente no funciona en el centro de Mendoza. Y donde hay agua, esas aberturas no sirven para regar un árbol entero. Básicamente están viviendo a base de cañerías. Eso es un problemón porque son árboles que están enfermos y falta de agua todo el tiempo".
Carrieri también explicó cómo los árboles se enferman y se ahuecan: "Normalmente se ven huecos. Suelen ser árboles muy viejos que se han enfermado por dentro, pero exteriormente no se nota. Cuando se seca un árbol hay que sacarlo inmediatamente, porque en pocos años se pudren las raíces y se cae solo sin viento".
En cuanto al mantenimiento, fue claro: "Nunca es posible realizar un mantenimiento correcto. Es un mantenimiento obligado cuidar la sanidad y reemplazarlo cuando está en malas condiciones. Además, hay que hacer poda de formación: uno forma los árboles de acuerdo a las necesidades del lugar para que después no haya que deformarlos con poda correctiva".
Sobre la plantación de nuevos ejemplares, Carrieri enfatizó: "Los árboles que deben reemplazarse deben ser de la misma especie que está, salvo que no sea adecuada. Las palmeras, por ejemplo, no son recomendadas para el arbolado urbano". Y destacó la importancia de la planificación: "Recientemente se hizo un censo de arbolado en el Gran Mendoza para determinar cuántos árboles hay, cuáles están en buenas y malas condiciones y presupuestar lo que haya que reemplazar".
El especialista concluyó recordando que la ciudad no es un lugar ideal para los árboles: "Son plantas que no están en buenas condiciones porque la ciudad no es un lugar adecuado para el árbol. El lugar adecuado es el parque".