Argentina busca renovar $4 billones en deuda antes de las elecciones con respaldo de EEUU
La última licitación de bonos en pesos se llevará a cabo en un contexto de menor liquidez y tasas más altas, tras la intervención del Tesoro argentino y estadounidense. El mercado espera un rollover por debajo del 100% y sigue atento a la reunión bilateral Milei-Trump.
El Gobierno se prepara para la última licitación de deuda en pesos antes de las elecciones legislativas, un evento que los analistas consideran clave para el mercado local. Este lunes, la Secretaría de Finanzas dará a conocer los bonos que formarán parte del primer llamado, con el objetivo de renovar cerca de $4 billones en manos de inversores privados.
El panorama financiero refleja una presión creciente sobre las tasas de interés, provocada en buena parte por la venta de dólares tanto del Tesoro argentino como del estadounidense, que retiró pesos del mercado. Según versiones no confirmadas oficialmente, el Tesoro de Estados Unidos habría comprado más de u$s300 millones en pesos la semana pasada, contribuyendo a la menor disponibilidad de liquidez y al incremento de las tasas.
Según el último informe de IEB, estas operaciones hicieron que la tasa de repo llegara al 65,82% y la TAMAR al 47%, mientras que la caución subió del 23% al 42% y la simultánea de BYMA alcanzó el 30%. "El mercado de dinero se vuelve más exigente con menor liquidez disponible", señaló el reporte.
En paralelo, la reunión bilateral entre los presidentes Javier Milei y Donald Trump, prevista para el martes, podría revelar más detalles del paquete de ayuda financiera, que hasta ahora consiste en un swap de monedas y compras puntuales de pesos por parte del Tesoro estadounidense. La mayor claridad sobre este acuerdo podría aliviar la presión sobre los mercados locales, aunque las rondas de licitación y la volatilidad del dólar seguirán siendo un desafío.
Pese a estas medidas, persisten dudas sobre la continuidad del esquema de bandas cambiarias, considerado por algunos analistas como agotado. Scott Bessent, sin embargo, defendió la estrategia a través de un tuit, asegurando que "siguen cumpliendo su propósito".
La expectativa de los analistas es que la presencia del Tesoro estadounidense pueda reducir tensiones, liberar algo de liquidez y permitir una leve baja en las tasas. Los bancos, mientras tanto, deberán asegurar fondos para cumplir con las normas de encaje al cierre del mes.
El primer llamado de licitación se anunciará este lunes, la reunión Milei-Trump será el martes y la operación se concretará el miércoles, marcando un momento crítico para la estabilidad financiera en plena previa electoral.