Análisis

El mapa de las elecciones nacionales: fragmentación, poder territorial y el nuevo equilibrio político argentino

El análisis de Rubén Zavi sobre lo que se elige el domingo y su futuro impacto, fuerza por fuerza.

Rubén Zavi
Politólogo y especialista en Comunicación Política

Las elecciones legislativas del 26 de octubre no solo renovarán bancas: pondrán a prueba la gobernabilidad del país.

Con un Congreso fragmentado, alianzas cruzadas y un federalismo en reconstrucción, el escenario electoral redefine la política argentina a mitad del mandato de Javier Milei.

Un país que llega dividido al examen de medio término

El gobierno nacional llega a las legislativas de 2025 en un contexto de fragilidad política y desgaste interno.

Después de un 2024 en el que había capitalizado logros -como la baja de la inflación y la aprobación de la Ley Bases-, el 2025 estuvo marcado por la pérdida de control del frente oficialista, tensiones con el PRO y conflictos con los gobernadores, que aislaron a la Casa Rosada en el momento en que más necesitaba acuerdos

La renuncia de José Luis Espert a su candidatura bonaerense y la necesidad de reimprimir boletas con Diego Santilli a la cabeza fue la metáfora perfecta de un oficialismo desorganizado - y de un sistema de poder que se mueve entre la improvisación y la búsqueda de legitimidad.

El Congreso, nuevo centro de poder

En juego están 127 bancas en Diputados y 24 en el Senado.

La Cámara Alta se mantiene atomizada: el peronismo conserva 34 senadores, la UCR 13, el PRO 7, LLA 6 y Provincias Unidas 5

En Diputados, el oficialismo apenas controla 46 bancas propias y depende de aliados circunstanciales.

El resultado de octubre definirá si Milei logra pasar del discurso de confrontación a una estrategia de coalición, o si la fragmentación seguirá condicionando la agenda de gobierno.

Tres polos de poder: libertarios, peronistas y federalistas

El mapa nacional ya no se organiza entre "oficialismo y oposición", sino en torno a tres grandes polos:

La Libertad Avanza (LLA) - con acuerdos formales con el PRO, la UCR y varios gobernadores (Cornejo en Mendoza, Zdero en Chaco, Frigerio en Entre Ríos y Jorge Macri en CABA). Además, un pacto de no agresión con Poggi en San Luis.Fuerza Patria - la versión unificada del peronismo que busca reconstruir liderazgo bajo Axel Kicillof tras su victoria en Buenos Aires.Provincias Unidas - el frente de gobernadores (Schiaretti, Pullaro, Sadir, Torres y Vidal) que propone un federalismo pragmático y puede convertirse en el bloque bisagra del Congreso.

Esta nueva geometría política anuncia el fin del bipartidismo y el nacimiento de un pluralismo competitivo donde el poder se negocia provincia por provincia.

Un proceso electoral bajo nuevas reglas

El 26 de octubre votarán 35,9 millones de argentinos, 634 mil más que en 2023, y por primera vez lo harán con Boleta Única de Papel (BUP), un instrumento que cambia la dinámica de fiscalización y reduce el peso de las estructuras partidarias tradicionales

Diez provincias decidieron desdoblar sus comicios locales (Salta, Jujuy, Chaco, San Luis, CABA, Misiones, Santa Fe, Formosa, Corrientes y Buenos Aires) para despegarse del clima nacional, mientras que otras - como Mendoza, Catamarca y La Rioja - irán en simultáneo con las nacionales.

Mendoza: el laboratorio

Mendoza se ha transformado en el epicentro del experimento político de la alianza Milei- Cornejo.

La provincia elige cinco diputados nacionales y concentra la atención por el acuerdo entre el oficialismo provincial (UCR) y el nacional (LLA).

La lista está encabezada por Luis Petri, ministro de Defensa y ex radical, acompañado por Pamela Verasay, Álvaro Martínez y Julieta Metral Asensio.

Esta fórmula representa la cohabitación entre gestión provincial y proyecto nacional, un intento de convertir a Mendoza en el modelo de gobernabilidad que Milei quiere mostrar al país

Del otro lado, Provincias Unidas, con el PRO mendocino integrado, lleva a Jorge Difonso como primer candidato.

El peronismo local intenta recomponerse bajo Emir Félix, exintendente de San Rafael, quien encabeza la lista de Fuerza Justicialista.

Mendoza no solo define cinco bancas: define una narrativa. Si la alianza Cornejo-Milei gana, la Casa Rosada mostrará la provincia como modelo de cooperación institucional. Si pierde, será leída como el fracaso del ensamble entre libertarios y radicales.

Un sistema político en transición

Con 297 listas de 129 fuerzas políticas compitiendo, la elección exhibe un sistema en transición: más fragmentado, menos predecible y cada vez más dependiente de los liderazgos territoriales.

Desde la ciencia política, esto refleja el fin del presidencialismo verticalista y el regreso de un federalismo de negociación.

El poder se construye en las provincias y se negocia en el Congreso.

La estabilidad, en adelante, dependerá menos de los discursos y más de la capacidad de los actores para construir acuerdos flexibles.

Argentina del equilibrio inestable

El mapa de las elecciones nacionales muestra a una Argentina que se reconfigura políticamente mientras busca recomponer su gobernabilidad.

La fragmentación ya no es una anomalía: es el nuevo orden.

Si Milei logra convertir esa diversidad en alianzas efectivas, podrá consolidar su poder. Si no, volverá a enfrentar una realidad que conoce la política argentina desde hace décadas: la imposibilidad de gobernar solo.

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