Historia

Estudio del Conicet descubre el diseño lumínico de la antigua Pompeya

El trabajo aporta nuevas evidencias sobre las estrategias de captación de luz natural en la arquitectura romana.

Pompeya, la ciudad sepultada por la erupción del Vesubio en el año 79 d.C., sigue ofreciendo respuestas únicas sobre la vida cotidiana en el Imperio Romano. Un reciente estudio encabezado por el investigador mendocino Juan Manuel Monteoliva, del Conicet Mendoza, en colaboración con especialistas de la Universidad de Nápoles "Federico II", logró identificar cómo se planificaba la iluminación natural en los edificios de la época.

El trabajo, basado en el análisis de más de 130 espacios interiores, demuestra que los antiguos romanos aplicaban criterios de diseño específicos para aprovechar la luz solar, un aspecto poco explorado hasta ahora. "Pompeya funciona como una cápsula del tiempo: nos permite entender con precisión cómo se concebía el espacio arquitectónico y el uso de la luz", explicó Monteoliva.

Entre los casos estudiados se incluyeron seis edificios emblemáticos: tres domus (casas privadas de más de 1.700 m²) y tres thermae (baños públicos). Según el investigador, las diferencias en el acceso a la luz reflejan la jerarquía social y funcional de los espacios. "Las construcciones públicas destinadas al ocio ofrecían una mayor disponibilidad de luz natural, mientras que las residencias privadas, de diseño más introspectivo, privilegiaban la privacidad y el confort térmico", detalló.

El estudio también introdujo un enfoque metodológico innovador: la Iluminancia Característica de Luz Diurna (CDI), un nuevo indicador diseñado para predecir el comportamiento de la luz natural en construcciones antiguas. "El modelo desarrollado permite estimar la disponibilidad anual de luz natural sin necesidad de realizar simulaciones complejas. Esto abre la posibilidad de aplicar la herramienta a otros sitios arqueológicos", señaló Monteoliva.

Además, la investigación destaca el valor del conocimiento transferible que puede aportar al ámbito patrimonial y arqueológico, ayudando a reinterpretar espacios y usos en ruinas históricas. Si bien la metodología no tiene una aplicación directa en la arquitectura moderna, los autores consideran que su capacidad predictiva puede ser replicada en futuros estudios y contribuir al entendimiento del diseño lumínico a lo largo de la historia.

Del trabajo participaron también Laura Bellia y Francesca Fragliasso, del Departamento de Ingeniería Industrial de la Universidad de Nápoles "Federico II", y Stella Maris Donato, profesional de apoyo del CONICET en el INAHE.

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