Murió Vicente Reale, el sacerdote de la TV mendocina
El cura de la tele tenía opiniones punzantes y se destacó por respaldar el Matrimonio Igualiotario.
Murió el sacerdote Vicente Reale, recordado porque en 2010 sorprendió al expresar públicamente su apoyo a que las parejas homosexuales tuvieran derechos civiles en plena discusión por la Ley de Matrimonio Igualitario, un debate que ese año marcó a la Argentina. Lo hizo en Canal 9, donde tuvo una columna hasta el año 2013, en que se retiró de la vida pública y residió en un hogar de la Iglesia ubicado en Godoy Cruz.
Desafió con ello a toda la organización que, guiada por Jorge Mario Bergoglio, se oponía tajantemente a esa ley.
El fallecimiento se produjo cerca de las 3 de la mañana, tras una larga enfermedad. El Arzobispado de Mendoza había pedido semanas atrás rezar por él debido a su delicado estado de salud. Reale tenía 86 años y había nacido en Mendoza el 28 de abril de 1939.
Este domingo, los restos del religioso fueron velados en la parroquia Jesús Nazareno, en Guaymallén, templo donde fue párroco, y después fueron inhumados en el Parque de Descanso de Rodeo de la Cruz, luego de una misa celebrada al mediodía por el obispo Marcelo Colombo.
Reale fue una figura muy querida por su capacidad de comunicar y por su presencia constante en los medios. A fines de los años '80 empezó a aparecer en Canal 9, donde cada noche ofrecía un mensaje de fe acompañado de un pasaje de la Biblia.
A lo largo de su trayectoria fue reconocido por su postura cercana a los más pobres y su participación en el Movimiento de Sacerdotes para el Tercer Mundo.
Su momento de mayor exposición, incluso nacional llegó durante el debate del matrimonio igualitario, en 2010, cuando en su columna televisiva afirmó: "No tengo problema en que una ley les reconozca derechos civiles" a los matrimonios gay y sostuvo que la convivencia entre personas del mismo sexo "es un hecho que no se puede tapar".
En esa columna, aseguró: "Yo tengo muchos y muchas amigas y amigos homosexuales, con los cuales tengo amistad y son muy buenas personas en lo laboral y en lo humano. (...). No tengo problema en que se les reconozca, porque ya es un hecho, y es un hecho que no se puede tapar, que puedan convivir, porque ya de hecho conviven".