Vida partidaria

Armagnague y el concejal que manejaba ebrio quieren dar la interna en Guaymallén

Las internas radicales empiezan a dar temas de discusión. Poco le interesan a la gente, pero ellos mueren por dar batallas adentro para después perderlas afuera.

Los caminos de la interna radical son interminables. Ahora, tras el cierre de lista provincial, el sector siempre latente de Fernando Armagnague presentó una queja porque no accedieron a los padrones de afiliados, pero la espada más afilada que presentaron es la de una lista en Guaymallén, que se enfrenta internamente dentro de la UCR a la del intendente Marcos Calvente y que es impulsada, ademas, por Miqueas Burgoa, el edil al que pillaron manejando en estado de ebriedad y que un sector de su partido lo salvó de la expulsión del Concejo Deliberante.

Lo raro, es que el oficialismo radical terminó premiando con una candidatura interna a otro concejal, Ezequiel Genovese, que respaldo a Burgoa en contra de Calvente, y que va como secretario general en la lista de Calvente...

Pasando en limpio, el oficialismo de Guaymallén le dio al cuñado del intendente, que se llama Fabricio Lucero y que es concejal electo, la repetición al frente de la UCR local. Lo secunda la legisladora electa y todavía concejal Juana Allende, que defendió a Calvente frente al bochorno de Burgoa. El que sigue es Genovese, el que los traicionó.

Uno por uno, todos los nombres de la nueva conducción de la UCR

Pero la lista de Burgoa es otra. Lleva a un veterano del radicalismo que pasó por todos los cargos: concejal, senador, funcionario en diversos cargos como Carlos Caballero. Esta lista se llama previsiblemente "Adelante radicales" y reúne no solo al anti calventismo sino que se trata de gente que "se queda con nada", como se dice en la jerga de los que saltan de un cargo a otro, porque a Burgoa se le termina la dieta de concejal.

Los partidarios del río revuelto no se quedan allí, ya que uno que fue candidato de Jorge Difonso ahora volvió a la UCR solo para cuestionar el proceso interno. Se trata del exsenador y eximpresor de boletas Jorge Palero, que fue candidato de Provincias Unidas en la última elección: un típico caso de "perdedor en las urnas que quiere ganar algo adentro, en el escritorio", tal como repiten los radicales en sus cafés preferidos de la calle Colón.

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