Palabras

El tejido y la aguja en el pajar

Un hermoso y completo artículo sobre el uso y significado de las palabras, a cargo de la profesora Nené Ramallo.

Profesora Consulta por la Universidad Nacional de Cuyo

Leía los siguientes pensamientos de Galeano: "Quien escribe, teje. Al fin y al cabo, ‘texto' viene del latín "textum", que significa "tejido". Con hilos de palabras, vamos diciendo; con hilos de tiempo, vamos viviendo: los textos son, como nosotros, tejidos que andan".

Entonces, como me encantó el juego con el vocablo ‘tejido', me puse a buscar las múltiples acepciones del verbo "tejer"; el primer valor lo hace equivalente a "urdir", esto es, "formar en el telar la tela con la trama y la urdimbre". Así, "Nuestras abuelas eran maestras en el arte de tejer". Esta es una actividad humana, pero también se puede usar ‘tejer', como sinónimo de ‘hilar', para referirse a la actividad de ciertos animales articulados, que forman sus telas y capullos superponiendo unos hilos a otros: "Estaba mirando cómo la araña tejía su casi invisible tela en un rincón".

Pero hay otros sentidos de carácter figurado, ligados al primer valor: "componer, ordenar y colocar con método y disposición algo": "Han tejido una serie de mentiras absurdas que me hacen vacilar". Otras veces, el tejido tiene que ver con idear un plan, urdirlo, maquinarlo: "Han tejido una serie de argumentos falsos que han enredado el asunto".

En el ámbito de la danza, los bailarines "tejen brazos y piernas con cierto orden: "Nos deleitamos viendo a las parejas tejer sus expresivos brazos en un ágil movimiento".

También se puede vincular ‘tejer' a ‘entretejer', que se define como "trabar y enlazar algo con otra cosa": "Es asombroso cómo se van entretejiendo los argumentos verdaderos y los falsos".

En sentido figurado, puede usarse la locución "tejer y destejer", con el valor de "mudar de resolución en lo emprendido, haciendo y deshaciendo la misma cosa": "Son deshonestos porque tejen y destejen las mismas razones con una habilidad increíble".

Precisamente, una de las acepciones que tiene gran valor es la de "maquinar y disponer cautelosamente algo contra alguien o para conseguir algún designio": "Es un abogado sumamente hábil que sabe tejer y destejer juicios para perjudicar al demandante".

No debemos olvidar que, desde el punto de vista etimológico, ‘texto' se relaciona con ‘tejer', pues su origen nos remonta al verbo latino "texere" y al participio "textus", proveniente de este verbo, cuyo significado es "tejido"; de allí, entonces, que un texto es un enunciado o conjunto coherente de enunciados orales o escritos: "La trama de este texto está magistralmente tejida".

Desagradable resulta escuchar la expresión "tejes y manejes", que puede escribirse también "tejemanejes", resultado de unir las ideas contenidas en dos verbos, ‘tejer', con las acepciones vistas, y ‘manejar', como equivalente a "guiar, dirigir". La noción contenida, tanto en la locución como en el sustantivo, es la de "maquinación, intriga, chanchullo, enredo poco claro para conseguir algo": "Abandonó la conducción de la empresa harto de los tejemanejes de los sindicalistas".

Hablar de tejido implica siempre pensar en agujas, como instrumento necesario. Nos interesa conocer que, etimológicamente, ‘aguja' proviene del diminutivo "acucula", formado a partir del latín "acus"; en su raíz indoeuropea, hallamos el núcleo *ak-, con el valor semántico de "afilado, agudo".

El vocablo tiene múltiples usos, según el área o ámbito de aplicación; pero lo que más nos motiva son las locuciones formadas con el término. Por ejemplo, escuchamos muchas veces ‘buscar una aguja en un pajar': el valor de tratar de hallar algo casi imposible de encontrar. Se da, por ejemplo, en "Rastrear esos datos antiguos es como buscar una aguja en un pajar".

¿Qué valor tiene decir que alguien ‘cose algo con aguja de oro o de plata'? Esta locución coloquial da a entender que una tarea de costura ha sido confiada a manos mercenarias: "No confíe en esas costureras, no obran desinteresadamente sino que cosen siempre con agujas de oro".

Una persona puede resultar pagada de sí misma y valorar excesivamente su propia tarea: en ese caso, se usa la locución ‘alabar alguien sus agujas': así, en la expresión "Era insoportablemente engreído, siempre alabando sus agujas".Otra expresión que nos llama la atención es 'dar/meter aguja y sacar reja', locución coloquial para dar a entender que alguien realiza un pequeño beneficio para obtener, a cambio, otro mayor: "No es tonto, ha invertido un poco y ha obtenido gran rédito, ha sabido meter aguja y ha sacado reja ".Una expresión muy gráfica es la que dice ‘colarse por el ojo de una aguja', que se le aplica al que es extremadamente delgado y puede introducirse y deslizarse fácilmente por un lugar angosto.

Repasando el refranero, encontramos "A la aguja, buen hilo, y a la mujer, buen marido". Esta paremia, de estructura cuatripartita, equipara, por un lado, a la aguja con la mujer, y por el otro, al hilo con el marido. Si estos últimos son excelentes, la aguja y la mujer se beneficiarán. La otra paremia reza "El mal entra como una aguja y se ensancha como un árbol". Con ello se da a entender que cualquier mal comienza siendo pequeño, pero cuando se expande alcanza grandes dimensiones. Este refrán se equipara al que nos dice "El mal entra a brazadas y sale a pulgaradas".

Encontramos también "Cada buhonero alaba sus agujas". El 'buhonero' actualmente se identifica con el vendedor ambulante. Se dedica a comerciar con la buhonería, esto es, el "conjunto de baratijas y cosas de poca monta, como botones, agujas, cintas, peines..."; si se precia de eficiente, debe captar la buena voluntad de compra del eventual cliente, esto es, ensalzar la calidad de sus artículos.Comparativamente, 'buhonero' es cualquier persona que pondera su labor, mientras que sus agujas son aquella mercancía que comercializa.

Reza un refrán "El que corre no puede enhebrar una aguja"; este nos trae una comparación con las tareas que debe realizar una persona y que requieren gran concentración y precisión, dando a entender que ellas nunca se pueden ni deben efectuar con prisa.

Por último, para aludir a cómo cada persona debe ser responsable de su trabajo y de sus funciones, podemos traer a colación "Aguja sabe lo que cose y dedal lo que empuja": cada cual debe saber cuáles son sus responsabilidades, los riesgos de su oficio y qué beneficios y perjuicios puede lograr.