Requete Lindo

El mate y el eco de los silencios cómplices

Conversamos con la artista que pinta historias en algarrobo: Patricia Palmieri. Por Marcela Muñoz Pan.

Marcela Muñoz Pan

Siendo el Día Nacional del Mate, les cuento que se conmemora hoy, en honor al nacimiento de Andrés Guacurarí y Artigas, más conocido como "Andresito", un líder guaraní que impulsó la producción y el comercio de la yerba mate. En 2014 el Congreso de la Nación sancionó la Ley 27.117, que instituyó el 30 de noviembre como el Día Nacional del Mate. 

Hoy no es un día más en el almanaque. 

Hoy se detiene el tiempo para rendir honor a nuestro verdadero corazón que late, no en el pecho, sino en una calabaza curada, o uno de algarrobo pintado por una artista con la que vamos a conversar este domingo en Memo: Patricia Palmieri. También les dejo un clic hacia otra nota en Memo sobre nuestro pasaporte yerbatero.

Pintar, para mí, es rezar con las manos, es agradecer, sanar y seguir creciendo, así comienza mi charla con Patricia, una mujer maravillosa que conozco hace muchos años y que he quedado obnubilada con las intervenciones artísticas al pintar "mates".

- Patricia contanos algunas cosas de tu vida.

- Nací en Chilecito La Rioja y desde muy niña llegué a San Martín Mendoza con toda mi familia en donde crecí y formé mi vida. Hoy casada y con hijos ya mayores vivo en Dorrego, Guaymallén.

- Teniendo en cuenta que la pintura siempre estuvo presente, ¿qué emoción recordás de tu infancia?

- El arte me acompaña desde siempre. De pequeña recuerdo llenar paredes y hojas con dibujos, me encantaba pintarlos con tizas pastel y recuerdo además con mucho cariño la emoción que sentí cuando me regalaron mi primer " caja de lata" de colores. Heredé de mi mamá y mi hermana la creatividad y el amor por el detalle en lo cotidiano.

- Elegiste estudiar Profesorado de Nivel inicial (maestra jardinera), ¿pudiste aunar tus dos pasiones como la docencia y la pintura?

- Sí, mi profesión que viví con vocación durante 32 años y los últimos seis años los transité en la escuela hospitalaria "Silvestre Peña y Lillo "(hospital Humberto Notti), la pintura siempre presente en cada día de mi vida; la llevé a las aulas, a la escuelita hospitalaria, a mi casa, a mi tiempo libre, a mis silencios, compartiéndola con quienes me rodean.

- Ahora que estás jubilada te has dedicado exclusivamente a pintar mates, contame de esta mágica etapa.

- Cuando me jubilé llegó una etapa nueva, comencé a pintar mates, casi por casualidad y descubrí una pasión que no imaginaba. Como te conté el día que nos encontramos cada mate que pinto lleva su propia historia, su tiempo, sus detalles que lo hacen tan único y especial pintados con un profundo amor.

- Tus mates tienen una marca muy bonita, por qué le pusiste Munay y cómo es el arte de pintar sobre ellos, con ellos.

- Munay es una palabra quechua que significa amor, encanto. Los mates son de algarrobo, un material muy noble que necesita un proceso artesanal largo hasta su terminación. Cada pieza lleva lijado, sellado, colocación de bloqueador de manchas para asegurar que luego el diseño seleccionado quede parejo, suave y no pierda la tonalidad.

- Patricia, me decías que estabas preparando mates especiales para estas navidades, dónde te podemos ubicar para reencontramos con esos mates

- Estoy trabajando en algunos con diseños navideños, te muestro uno que he terminado hoy. Las consultas las pueden realiza a mi dirección de Instagram: @munay_encanto o al teléfono 2616846203

Y sí, sus mates son un encanto, lleno de amor. El mate es esa terapia de bajo costo que te acompaña desde la conversación trascendental hasta la hora de estudio donde la cabeza ya no da más. Es el responsable de más encuentros casuales que cualquier app de citas. Una infusión que es una declaración de intenciones, ese cordón umbilical que nos recuerda quiénes somos cuando el mundo nos presiona para olvidar. Es la democracia líquida de la ronda, donde la mano que ceba no distingue títulos ni bolsillos, solo exige respeto y la sagrada paciencia de esperar y cuando el mate llega a uno, cargado y humeante, o muy lavado, no estás recibiendo una bebida: estás recibiendo una pregunta, o un pensamiento perdido. Es la pausa que te obliga a mirarte a los ojos con el otro, a bajar la guardia, a compartir el mismo sorbo cuando la yerba se entrega, y el mate nos convoca, nos enseña que, por muy agotado que parezca el presente, siempre queda un poco de sabor y un poco de calor para compartir y si es con cascaritas de limón o menta peperina, mejor.

En este te invitamos a tomar tu mate, sostenerlo con ambas manos como si fuera un tesoro, y sentir en su cuerpo de algarrobo el arte de Patricia: un ruego convertido en pincelada, un pedacito de "Munay" que ahora es tuyo. Recuerda: en su boca de metal y en su cuerpo de madera, se guarda el eco alegre de todos los fogones, las peñas y los silencios cómplices que nos han unido. La última foto del mate con "La noche estrellada" de Van Gogh, viajó a España, como verán el mate no conoce de fronteras ni distancias porque las noches estrelladas se comparten.

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