El cobre y la plata tocan máximos históricos y sacuden los mercados globales
La escalada de precios -impulsada por debilidad del dólar, recortes en la oferta metalúrgica y un alza de la demanda global- reactiva expectativas para economías productoras.
Los precios del cobre y la plata marcaron nuevos récords a nivel internacional, impulsando una ola de optimismo en los mercados de materias primas.
El metal rojo, clave para la minería latinoamericana, alcanzó niveles sin precedentes en la Bolsa de Metales de Londres (LME), mientras que la plata también registró fuertes incrementos en una sesión marcada por compras especulativas y baja oferta.
Factores detrás del repunte
Algunos de los principales factores que explican esta suba en los precios son:
Una significativa depreciación del dólar frente a otras monedas, lo que torna más atractivas las materias primas cotizadas en dólares.
Reducciones en la producción de cobre, especialmente en Chile -uno de los principales productores mundiales-, lo que tensiona la oferta global.
Anticipos de recortes en producción por parte de fundiciones en Asia, sumado a expectativas de mayor demanda en sectores vinculados con energía, tecnología e infraestructura, reforzando el interés por metales estratégicos.
Consecuencias e implicancias para América Latina
Para países exportadores de minerales -como Argentina, aunque en menor escala que Chile- este salto en los precios internacionales puede traducirse en nuevas señales para el sector minero: mayor rentabilidad de proyectos, revisiones en inversiones y potenciales impactos sobre la recaudación en sectores ligados a los metales.
Además, un cobre caro ayuda a cubrir parte de las necesidades de divisas de economías dependientes de exportaciones de materias primas, lo que en un contexto global volátil puede ofrecer un respiro de liquidez.
¿Es sostenible este boom? Los riesgos también pesan
Pese al fuerte impulso actual, los analistas del sector advierten que los precios podrían mantenerse volátiles. Factores como variaciones en la demanda internacional, cambios en las tasas de interés globales -que afectan la decisión de compra y acumulación de metales-, y eventuales recuperaciones en la producción podrían alterar el ritmo de la escalada.
En este escenario, compañías mineras, inversores y gobiernos de economías exportadoras deberán evaluar cuidadosamente sus estrategias: si bien la coyuntura es favorable, la volatilidad sigue siendo elevada.