VIH: por qué los contagios siguen altos pese al avance de nuevos métodos de prevención
Aunque crecen las herramientas disponibles -como la PrEP y la PEP- y hay más información que nunca, en Argentina se registran 6400 nuevas infecciones por año y el 44% de los diagnósticos aún llega tarde. Especialistas alertan que el uso del preservativo continúa en mínimos históricos.
Cada 1° de diciembre el mundo vuelve a poner el foco en el VIH, una infección que, pese a los avances médicos y a la amplia difusión de métodos preventivos, mantiene cifras que preocupan. En Argentina, el ritmo de contagios no logra bajar: unas 15 personas por día adquieren el virus, según datos recientes de Fundación Huésped.
El Día Mundial de la Lucha contra el VIH/SIDA fue establecido por la OMS en 1988 para visibilizar una problemática que desde 1981 provocó más de 25 millones de muertes en todo el planeta. Más de cuatro décadas después, el desafío persiste.
En el país, el 70% de las personas que viven con VIH lo sabe, pero el 44% recibe su diagnóstico tardíamente, lo que complica el tratamiento y eleva los riesgos de salud. La mayor parte de los nuevos casos se concentra en jóvenes de entre 20 y 30 años, un dato que inquieta a los especialistas.
Cecilia Valeriano, vocera de Fundación Huésped, explica que la situación se mantiene en una "epidemia estable", con alrededor de 6400 nuevas infecciones anuales. "No se logra reducir la curva", advierte.
Uno de los factores que influyen, señalan sexólogos y médicos, es el cambio cultural en torno al riesgo percibido. Las generaciones más jóvenes crecieron con tratamientos eficaces y gratuitos, y el temor asociado a las infecciones de transmisión sexual perdió fuerza. "Casi el 80% de las personas sexualmente activas no usa preservativo", describe la sexóloga Laura Enríquez.
A nivel mundial, más de 40 millones de personas viven con VIH, incluyendo 1,4 millones de niños. Las vías de transmisión siguen siendo las mismas: contacto sexual sin protección, intercambio de sangre y transmisión de madre a hijo durante el embarazo o la lactancia. Por eso, los especialistas insisten en la importancia del testeo, especialmente en embarazadas, dado que un diagnóstico oportuno permite evitar la transmisión al bebé.
El VIH es un virus que ataca el sistema inmunológico; sin tratamiento, puede evolucionar a SIDA. Con medicación adecuada, las personas pueden llevar una vida larga y saludable. Pero cuando la detección llega tarde, el panorama se complica.
PrEP, PEP y el desafío de la prevención combinada
Aunque el preservativo sigue siendo la herramienta más eficaz, hoy se suman estrategias que ganaron protagonismo en el sistema de salud.
La Profilaxis Pre-Exposición (PrEP) -disponible de manera gratuita por la Ley 27.675- consiste en tomar medicación antirretroviral de forma preventiva. Con uso constante, reduce de forma drástica la posibilidad de adquirir VIH. La demanda crece, y los resultados son alentadores.
La Profilaxis Post-Exposición (PEP), en tanto, es clave si hubo una situación de riesgo: debe iniciarse dentro de las primeras 72 horas, continuarse durante 28 días y también es accesible sin costo.
Aun así, los contagios no bajan. Los especialistas remarcan que ninguno de estos métodos reemplaza al preservativo, y que lo más efectivo es la prevención combinada: diagnóstico temprano, uso de preservativo, PrEP, PEP y controles periódicos.
Mientras continúan los estudios para una posible vacuna preventiva, el gran desafío sigue siendo el mismo: fortalecer la educación sexual, asegurar el acceso a las herramientas disponibles y recuperar hábitos de cuidado que, pese a los avances, parecen haberse debilitado.