Entrevista

Hablar de dinero sin miedo: finanzas cotidianas para ordenar la cabeza, la vida y la billetera

Hablar de dinero sin miedo, sin culpa y sin tecnicismos es posible. En EntornoPyme, Jimena Politino reflexiona sobre finanzas personales, educación, hábitos y emociones, y propone un camino concreto para ordenar la economía cotidiana y mejorar la relación con la plata.

Anabel Angileri

Durante años, hablar de dinero fue casi un tabú. En muchas familias, la plata se administraba en silencio, con culpa, con miedo o directamente sin información. Las deudas se acumulaban, las tarjetas se refinanciaban y llegar a fin de mes se convertía en un ejercicio permanente de improvisación. En ese escenario, las finanzas parecían un terreno reservado solo para expertos, economistas o "los que saben de números".

Sin embargo, cada vez más voces proponen romper con ese paradigma. 

Una de ellas es la de Jimena Politino, contadora, comunicadora mendocina y autora del libro Finanzas para Mabeles, quien visitó el programa EntornoPyme (Radio Post FM 92.1) para reflexionar sobre la relación cotidiana que tenemos con el dinero y la necesidad urgente de educación financiera accesible, humana y sin tecnicismos.

Cuando el conocimiento técnico no alcanza

Uno de los aspectos más llamativos del recorrido de Jimena es que su libro nace, paradójicamente, desde la dificultad. A pesar de haber estudiado dos carreras vinculadas a los números, atravesó años de endeudamiento, pagos mínimos de tarjetas de crédito, refinanciaciones y la sensación constante de no llegar a fin de mes.

"Muchas veces estuve endeudada, pedí prestado a mi familia y al banco, terminé pagando tres veces más de lo que debía", contó durante la entrevista. Esa experiencia personal la llevó a una conclusión clara: nadie nos enseña finanzas personales, ni en la escuela ni en la universidad. Y cuando no se entiende cómo funciona el dinero, la culpa y el miedo ocupan ese lugar vacío.

Jimena Politino lanza su primer libro "Finanzas para Mabeles"

Desde allí surge Finanzas para Mabeles, un libro que busca traducir el lenguaje financiero a palabras simples, cotidianas y comprensibles para cualquier persona, sin promesas mágicas ni recetas universales.

Mujeres, dinero y un cambio de época

La charla también puso el foco en el rol histórico de las mujeres en la administración del dinero. Jimena explicó que, durante generaciones, las mujeres fueron grandes administradoras del hogar: organizaban gastos, hacían rendir recursos y sostenían economías familiares completas, muchas veces sin conocer el total de los ingresos ni participar de decisiones financieras más amplias.

"Ese dinero que llegaba a la casa era muy bien administrado, pero el conocimiento financiero terminaba ahí", señaló. Durante mucho tiempo, invertir, ahorrar o decidir qué hacer con el excedente era una conversación ajena.

Ese escenario comenzó a cambiar. La incorporación de las mujeres a otros ámbitos laborales, la mayor autonomía económica y el acceso a la información permitieron perder, de a poco, dos grandes barreras: la culpa y el miedo. Culpa por querer ganar dinero o administrarlo, miedo por no saber cómo hacerlo.

Para Jimena, el acceso a la educación financiera es clave para consolidar ese cambio cultural. Hablar de plata, discutir decisiones económicas y tomar decisiones consensuadas en la pareja y la familia es parte de un proceso de empoderamiento cotidiano.

Diagnóstico: el punto de partida inevitable

Lejos de discursos motivacionales vacíos, Politino fue contundente: ordenar las finanzas empieza por un diagnóstico. Así como un nutricionista mide y pesa antes de proponer cambios, en la economía personal es necesario enfrentarse con la realidad.

Ingresos y gastos son los dos componentes básicos. Cuando la ecuación no cierra, no se trata de buscar soluciones rápidas, sino de entender por qué. Exponer gastos en un papel, en un Excel o en una aplicación puede ser incómodo, incluso doloroso, pero es imprescindible para identificar causas y definir un plan de acción realista.

"Muchas personas empiezan por la consecuencia y no por la causa", explicó. El libro propone herramientas concretas para ese diagnóstico inicial y para diseñar estrategias de salida del endeudamiento, siempre aclarando que no existen recetas mágicas y que cada proceso es distinto.

El error más común: la falta de constancia

Durante la entrevista surgió una analogía clara: organizar las finanzas es como ir al gimnasio. No alcanza con hacerlo una vez; requiere disciplina, constancia y hábitos sostenidos en el tiempo.

Uno de los errores más frecuentes es perder el control rápidamente, especialmente frente al consumo impulsivo, ofertas, promociones o eventos como el Cyber Monday. Detenerse unos segundos antes de gastar y preguntarse si algo realmente se necesita y si se podrá pagar es un ejercicio simple, pero transformador.

"Es incómodo, no es algo que nos guste hacer, pero marca la diferencia", afirmó Jimena.

Educación financiera desde la infancia

Otro eje central de la conversación fue la educación financiera en niños y adolescentes. Para Politino, el primer aprendizaje no tiene que ver con inversiones, sino con algo mucho más básico: entender que el dinero no crece de los árboles y que tiene un costo asociado al esfuerzo.

En un contexto donde proliferan apuestas online y promesas de dinero rápido, transmitir el valor del trabajo, el ahorro y el tiempo se vuelve fundamental. Recién después, explicó, puede hablarse de inversión como una herramienta para hacer crecer el ahorro.

Educar financieramente también es enseñar a esperar, a priorizar y a comprender que no todo es inmediato.

¿Se puede ahorrar cuando cuesta llegar a fin de mes?

La respuesta no es única. Jimena fue clara al remarcar que cada realidad es distinta y que no siempre es responsable hablar de restricciones. Sin embargo, para quienes cuentan con algún margen, identificar los llamados "gastos dormidos" -suscripciones, consumos automáticos, pequeños gastos diarios- puede generar cambios significativos.

Revisar extractos bancarios, consumos con tarjeta y pagos automáticos permite recuperar control y conciencia. Pequeñas acciones, sostenidas en el tiempo, pueden convertirse en el inicio de un nuevo hábito financiero.

Un libro para todos

Finanzas para Mabeles no está pensado solo para personas con problemas económicos. Está dirigido a quienes quieren aprender, mejorar su relación con el dinero, organizarse mejor o iniciar una vida en pareja con acuerdos claros.

Con ejercicios prácticos, autotests, reflexiones y plantillas para trabajar directamente sobre el libro, la propuesta invita a involucrarse activamente. Porque, como sostuvo Jimena Politino en EntornoPyme, la mejor inversión no es la que promete grandes ganancias, sino la que ordena la cabeza, la vida y, recién después, la billetera.

Esta nota habla de: