Polémica en alza

Vargas Arizu endureció su postura frente a Sturzenegger: "No hay que desregular lo que está bien regulado"

El ministro de Producción de Mendoza defendió la obligatoriedad del Certificado de Ingreso de Uva, rechazó la comparación con la AFA y cuestionó la "torpeza política" del funcionario nacional. Aseguró que toda la vitivinicultura respalda el reclamo y advirtió sobre el riesgo de judicialización.

A pesar de las llamas

El ministro de Producción de Mendoza, Rodolfo Vargas Arizu, profundizó su rechazo a la decisión del Ministerio de Desregulación y Transformación del Estado, que conduce Federico Sturzenegger, de avanzar sobre el Certificado de Ingreso de Uva (CIU), una herramienta central del sistema de control vitivinícola.

Según relató, durante una entrevista en Radio Post, el tema fue discutido desde hace más de un año con el funcionario nacional. "Cuando él entra como ministro de Regulación, quería hacer modificaciones en el INV e inclusive en algún momento eliminarlo. Yo le dije: ‘Eliminarlo no. Modificaciones, todas las que quiera'", explicó.

Vargas Arizu remarcó que Mendoza acompaña el proceso general de desregulación impulsado por el Gobierno nacional. "Compartimos un proyecto político con el presidente Milei, estamos a favor de la desregulación y felicitamos todo lo que se ha hecho. Hemos colaborado en eso", señaló. Sin embargo, marcó un límite claro: "No hay que desregular lo que está bien regulado".

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En ese sentido, detalló que, de las 973 normas revisadas, solo una fue defendida por el sector vitivinícola. "Le dijimos: ‘Esto no lo toques, no lo desregules, porque es una regulación muy cara a la vitivinicultura en su conjunto'".

El ministro explicó por qué el certificado resulta clave. "Un remito normal dice ‘500 kilos de uva Malbec'. El CIU dice 500 kilos de Malbec, número de viñedo, tenor azucarino, zona: Gualtallarí, Lavalle, San Martín, Junín. Tiene muchísima más información", afirmó. Y agregó: "Con el tenor azucarino vos sabés el grado alcohólico promedio que va a tener ese vino".

Para Vargas Arizu, el carácter obligatorio del instrumento es central. "Esto es como un semáforo: no lo podés poner voluntario. Si fuera voluntario, vos pasás y yo vengo por el otro lado y nos hacemos pelota", graficó. "Hay ciertas regulaciones que deben ser obligatorias para dar libertad al resto. Lo demás lo aplaudimos".

El funcionario sostuvo que la postura de Sturzenegger responde a una mirada ideológica. "Él dice que tiene que ser voluntario por un tema ideológico. Yo le digo: hay regulaciones que dan libertad".

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Además, subrayó que el reclamo es unánime en la actividad. "No es una cámara, no es una bodega. Todas las instituciones están diciendo ‘esto dejalo'. Productores, bodegueros, todos", aseguró. Y remarcó: "No es un costo. No cuesta ni al productor ni al gobierno, es un dato".

Vargas Arizu también vinculó el certificado con la trazabilidad y la defensa de las denominaciones de origen. "Garantiza que un Bonarda sea Bonarda y que sea de San Martín y no de San Rafael", explicó. "Si empezás a sacar eso, se empieza a complicar la trazabilidad, la corresponsabilidad gremial y el financiamiento de las cajas".

El ministro advirtió además sobre el impacto externo. "El 30 o 35% del vino va afuera. Cuando afuera ven lío acá adentro, empiezan a dudar. Y eso afecta al producto", alertó. "La vitivinicultura es toda blanca, es la más regulada y está bien que así sea porque exportamos".

En cuanto al cruce público con Sturzenegger, fue especialmente crítico con la comparación que hizo el ministro nacional con la AFA. "No logro entender la agresión ni la comparación con Chiqui Tapia. Es odiosa y muy poco feliz", afirmó. "Mendoza institucionalmente no tiene absolutamente nada que ver con eso".

También reveló que había anticipado el conflicto judicial. "Yo le advertí: ‘Esto termina en la Justicia'. Y cuando te lo judicialicen, los jueces dicen ‘no innovar'", sostuvo. "Políticamente es muy torpe lo que ha hecho".

Vargas Arizu señaló que la postura del gobernador Alfredo Cornejo es coincidente. "Con el gobernador opinamos lo mismo y no le gustó nada esa comparación ni que ataquen a Mendoza y a la vitivinicultura".

En ese marco, defendió el peso estructural del sector: "La vitivinicultura es el 20% del PBG de Mendoza, hay 840 bodegas, 2.000 marcas en el mundo que venden la marca Mendoza. Comparar eso con la AFA es una locura".

Finalmente, insistió en que la decisión aún puede revertirse. "No tiene que modificar una ley del Congreso, es una norma del INV. Puede decir ‘me equivoqué' y listo. No pasa nada", afirmó. Y concluyó: "Nadie tiene obligación de saber todo, pero sí tiene obligación de escuchar".

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