Carta inédita de monseñor Orzali: el perdón a un cura con dos hijos, alcohólico y metido en política
Hace casi 100 años, en Iglesia, puntualmente en la localidad de Las Flores, había un sacerdote llamado Leandro Cáceres que llevaba una vida escandalosa: era alcohólico, tenía participación política, era violento y tenía dos hijos con una mujer del lugar. Aun así, monseñor Orzali le dio la oportunidad de continuar como sacerdote".
Una familia sanjuanina donó una carta inédita de monseñor José Américo Orzali, un valioso documento manuscrito de 1927 dirigido al sacerdote Leandro Cáceres. Además de su relevancia histórica y religiosa, el escrito adquiere especial importancia por su contenido doctrinal, ya que en él Orzali se refiere de manera explícita a un sacerdote, algo poco habitual y prácticamente impensado para la época. La información la dio a conocer el portal 0264 Noticias en San Juan.
El padre Daniel Briochia, párroco de la localidad sanjuanina de 9 de Julio, habló con ese medio y brindó detalles sobre la importancia del documento: "Hace casi 100 años, en Iglesia, puntualmente en la localidad de Las Flores, había un sacerdote llamado Leandro Cáceres que llevaba una vida escandalosa: era alcohólico, tenía participación política, era violento y tenía dos hijos con una mujer del lugar. Aun así, monseñor Orzali le dio la oportunidad de continuar como sacerdote".
Según relató, Orzali se hizo presente en la comunidad para acompañar la situación y, cuando Cáceres decidió dejar los hábitos, le escribió una carta en la que lo alentó a seguir con su nueva vida y le expresó que siempre había rezado por él.
En la época de Orzali existía una directiva expresa de no hablar públicamente de los errores de los sacerdotes. En ese sentido, la carta permite conocer su pensamiento y su postura de perdón y aceptación frente a las faltas cometidas por el sacerdote de Iglesia.
La familia que donó el documento es descendiente de Leandro Cáceres. En particular, Ricardo Sánchez Alonso, bisnieto del sacerdote y además historiador, fue quien entregó la carta al Arzobispado para su resguardo y conservación.
Cabe destacar que desde la década del 70 comenzaron a aparecer cartas de monseñor Orzali, en el marco de una recopilación impulsada inicialmente por sus hermanas con el objetivo de avanzar en su canonización. Esta causa fue reactivada posteriormente por el obispo Lozano y continúa actualmente en proceso.
En este documento se leerá el siguiente fragmento: "El señor cura, haciendo gala de su carácter fogoso, comete un sinnúmero de actos bochornosos, indignos del ministerio que profesa. Acostumbra con mucha frecuencia hacer uso inmoderado de bebidas alcohólicas y, en esas ocasiones, se lo ve en la vía pública y en casas donde se expenden licores, en compañía de gente de baja condición, profiriendo palabras indecorosas y, en muchos casos, deshonestas.
En reiteradas oportunidades se lo ha visto enfrentarse en riñas con vecinos del pueblo, armado con talero y revólver o escopeta, motivo por el cual ya posee un sumario en la Policía. No tiene reparo en salir a la calle efectuando disparos, alarmando a los vecinos y profiriendo amenazas de muerte contra personas respetables [...]".
La carta:
Quién fue el obispo Orzali
Nació en Buenos Aires, el 13 de marzo de 1853. Hijo de inmigrantes italianos, ingresó al seminario a los 14 años de edad. Fue ordenado sacerdote en 1883 y fue asignado a la Iglesia de la Piedad en Buenos Aires. En 1890 fue nombrado cura de la Parroquia de Santa Lucía, en el barrio porteño de Barracas, donde dedicó sus principales esfuer 20s a la catequesis de los niños de las escuelas públicas de esa zona de Buenos Aires fundó dos instituciones seculares en su parroquia: la Congregación de Hijas de Mana la Congregación de la Doctrina Cristiana
En 1892 creó el Círculo de Obreros de Barracas al Norte, que llegaría a tener 3000 asociados. En 1895 creó la orden de las Hermanas de Nuestra Señora del Rosario (las "Hermanas Rosarinas"), de cuya primera escuela fue párroco y sobre la cual ejerció una especie de patronato hasta la definitiva aprobación de la orden en 1938. En 1903 fue nombrado capellán en el cuarto viaje de instrucción de la Fragata Presidente Sarmiento. En 1906 fue trasladado a la parroquia San Miguel Arcángel de la ciudad de Buenos Aires. El 30 de diciembre de 1911 fue nombrado obispo de la Diócesis de Cuyo por el papa Pio X. Su jurisdicción incluía las provincias de San Juan, Mendoza, San Luis y Neuquén. Fue consagrado en la Catedral de Buenos Aires y ocupó su sede episcopal en abril de 1912
Fue sobre todo un incansable misionero. Efectuò cinco visitas pastorales a la diócesis sin dejar de visitar hasta las más humildes y pequeñas capillas y comunidades. Organizó la vida de la diócesis: fundó el Boletín Diocesano, realizó dos Sínodos Diocesanos y cinco Visitas Ad Limina Apostolorum a la Santa Sede, dejando preparados a su muerte el tercer Sínodo y la sexta Visita Ad Límina. Creó parroquias, introdujo con gregaciones religiosas: Salesianos, Bayoneses, Rosarinas. Fundó el Círculo Obrero, la JOC, la Federación de Maestros Católicos, etc.
En 1934, al cumplirse los 100 años de la creación de la Diócesis de Cuyo, San Juan fue promovida a Arquidiócesis, monseñor Orzali fue el octavo Obispo de Cuyo y el Primer Arzobispo de San Juan. La Congregación de Hermanas de Nuestra Señora del Rosario y la Arquidiócesis de San Juan de Cuyo son Coactoras en la Causa de Beatificación del Siervo de Dios, que se inició en el año 1979.
Rumbo a la canonización
En 2018 el arzobispo de San Juan de Cuyo, monseñor Jorge Eduardo Lozano, acompañado por los obispos de la región pastoral Cuyo, que comprende, además de San Juan, la arquidiócesis de Mendoza y las diócesis de San Rafael y San Luis, firmaron un acta en la que consta que la arquidiócesis de San Juan de Cuyo asume y renueva su compromiso de ser coautora, juntamente con el Instituto de las Hermanas de Nuestra Señora del Rosario de Buenos Aires (Hermanas Rosarinas), en el proceso de canonización del Siervo de Dios monseñor José Américo Orzali.
Monseñor Orzali es conocido como "El Buen Pastor de Cuyo".
Escuelas en varias ciudades del país y calles en las ciudades de Mendoza, Córdoba, Trenque Lauquen y Olavarría recuerdan a monseñor José Américo Orzali.Se encuentra en proceso de beatificación y actualmente es considerado siervo de Dios.