Los bancos argentinos vuelven a prestar, pero el mercado desconfía

En el primer trimestre de 2025, los bancos argentinos aumentaron su exposición al crédito privado, dejando atrás los activos públicos. Sin embargo, los resultados financieros fueron débiles y las expectativas de rentabilidad bajaron.

Después de años de operar como vehículos de financiamiento estatal, los bancos argentinos comienzan a retomar su papel central como prestamistas del sector privado. Los últimos datos del Banco Central revelan un punto de inflexión: por primera vez desde 2020, los activos bancarios están más volcados al crédito privado que a la tenencia de deuda pública.

Este cambio estructural, sin embargo, no vino acompañado de buenos resultados financieros. Los balances del primer trimestre de 2025 decepcionaron al mercado, provocando fuertes retrocesos en los ADR bancarios argentinos. Las acciones de Grupo Supervielle y Banco Macro cayeron entre 10% y 17% durante la última semana de mayo y el lunes 2 de junio continuaron la tendencia bajista.

La baja rentabilidad fue uno de los factores más criticados. De acuerdo con el grupo financiero IEB, los retornos sobre el patrimonio (ROE) proyectados entre 8% y 15% para este año no justifican valuaciones que duplican el valor libro. "El mercado paga por anticipado, pero en algún momento quiere resultados", sostuvieron desde el equipo de research de la firma.

En consecuencia, IEB decidió reducir la exposición bancaria en su cartera recomendada de acciones argentinas del 35% al 25%. La nueva asignación concentra un 15% en Grupo Financiero Galicia, que es valorado por su diversificación en banca, seguros, tarjetas y fondos comunes, y un 10% en BBVA Argentina, al que destacan por su perfil más defensivo y estable.


Los bancos argentinos vuelven a prestar, pero el mercado desconfía


Desde Adcap Grupo Financiero, el analista Matías Katarusi remarcó que la expansión del crédito y los depósitos muestra señales de estancamiento, sumado a una pausa en el proceso de desarme de activos públicos. Si bien el cambio de modelo es bienvenido desde una perspectiva macroeconómica, en el plano operativo representa un desafío: captar depósitos, elevar el apalancamiento y mejorar márgenes.

Katarusi también señaló que las actuales valuaciones de los bancos, con múltiplos de precio sobre valor libro por encima del promedio regional, solo se sostienen si se inicia un ciclo sostenido de crecimiento del crédito. Esa expectativa motorizó el rally bancario de 2024, pero aún no se materializa en los números.

En ese marco, la mayoría de las entidades ajustó a la baja sus proyecciones de rentabilidad para 2025. Solo Supervielle mantuvo un objetivo ambicioso de ROE, a la espera de una mejora en los ingresos del segundo trimestre.

Consultoras como Delfos Investment y Ayria coincidieron en que el proceso de transición hacia una nueva normalidad bancaria es más costoso y lento de lo previsto. No obstante, destacaron como positivo que los bancos comiencen a recuperar su rol de intermediarios financieros, alejándose de la dependencia de activos del sector público.

A largo plazo, el informe de Ayria proyecta una recomposición gradual del ROE hacia niveles del 20% a partir de 2027, en un contexto de mayor penetración del crédito privado, tasas de interés más competitivas y menor exposición al Estado. Pero hasta que esa recuperación se consolide, el mercado financiero argentino prefiere la cautela.


Fuente: Bloomberg News, datos del BCRA, informes de IEB, Adcap, Delfos Investment y Ayria. 

Esta nota habla de: