JP Morgan ve señales de recuperación y reformas en marcha, pero advierte sobre un escenario político delicado

El banco destaca avances clave del oficialismo en el Congreso y una economía que empieza a reactivarse de la mano del sector externo, aunque con costos fiscales, inversión en retroceso y tensiones legislativas que condicionan el rumbo hacia 2026.

En su último informe, J.P. Morgan trazó un panorama de moderado optimismo para la Argentina de cara a 2026, con una lectura que combina progresos políticos relevantes, una recuperación económica incipiente y desafíos que siguen abiertos. El diagnóstico reconoce avances del Gobierno en el frente legislativo y señales de mejora en la actividad, pero subraya que el proceso se da en un contexto de alta fragilidad política y costos fiscales no menores.

En el plano parlamentario, el banco resalta la aprobación en general del Presupuesto 2026, al que considera un pilar central de la estrategia económica del presidente Javier Milei. No obstante, el aval no fue completo: la oposición logró frenar los artículos que buscaban eliminar el financiamiento universitario y las leyes vinculadas a discapacidad. Según estimaciones oficiales citadas por la entidad, ese revés implica un impacto fiscal anual de entre 0,5% y 0,6% del PBI. El proyecto ahora será debatido en el Senado, donde el oficialismo intentará introducir cambios para recortar ese costo, en un clima de negociación tensa.

Otro punto destacado es la media sanción de la denominada Ley de "Inocencia Fiscal". Para J.P. Morgan, la iniciativa marca un giro significativo en el esquema tributario argentino, al establecer la presunción de inocencia del contribuyente, elevar los umbrales penales por evasión y simplificar el régimen para personas físicas. El objetivo es promover la formalización de ahorros en dólares no declarados, reducir la frecuencia de auditorías y concentrar los controles en la evolución patrimonial anual.

No todas las iniciativas tuvieron el mismo destino. La Ley de Estabilidad Fiscal y Monetaria, orientada a reforzar el equilibrio macroeconómico mediante sanciones penales frente al déficit o la emisión irregular, quedó fuera del debate por falta de quórum. El informe anticipa que este proyecto seguirá siendo uno de los principales focos de disputa en el Congreso.

En cuanto a la actividad económica, J.P. Morgan señala que el país logró esquivar una recesión técnica en el tercer trimestre. El PBI avanzó 1,1% trimestral anualizado, un registro más bajo que el sugerido por algunos indicadores mensuales, pero suficiente para confirmar un cambio de tendencia. Desde el mínimo de marzo de 2024, el nivel de actividad acumuló una recuperación del 6,2% y se encuentra apenas 0,2% por debajo del pico alcanzado en 2022.

El principal sostén del crecimiento fue el sector externo. Las exportaciones crecieron a una tasa anualizada del 27,9%, mientras que las importaciones retrocedieron 10,2%, lo que permitió que las exportaciones netas evitaran una caída del producto. Energía y agro aparecen como los sectores con mayor potencial para apuntalar la expansión en los próximos trimestres.

El cuadro es menos favorable en inversión, que sufrió una contracción del 21,9% trimestral anualizado, afectada por la incertidumbre y un contexto monetario todavía muy restrictivo. El consumo privado mostró una mejora leve, mientras que el gasto público se mantiene por debajo de los niveles previos al ajuste.

Mirando hacia adelante, el banco adopta una visión más constructiva. Los indicadores de alta frecuencia anticipan una expansión sostenida en el cuarto trimestre y durante 2026, en paralelo a una reducción del riesgo país. J.P. Morgan destaca que el Banco Central aprovechó una ventana para flexibilizar las condiciones monetarias y los encajes, lo que comenzó a dinamizar el crédito. Con ese marco, proyecta que el crecimiento se acerque al 3% trimestral anualizado en el último tramo del año y promedie 5,2% en el primer semestre de 2026.

En síntesis, el informe describe a la Argentina transitando un equilibrio delicado entre disciplina fiscal, reformas institucionales y un rebote económico liderado por las exportaciones, con el Congreso como escenario clave para definir si el programa logra consolidarse o enfrenta nuevos obstáculos.

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