Verano 2026: Mendoza enfrentará una sequía con ríos al 60% de su caudal
El Departamento General de Irrigación anticipa una temporada complicada por la escasez de agua, con niveles bajos en ríos clave que afectarán a la ciudad, la agricultura y la industria.
El Departamento General de Irrigación (DGI) difundió el pronóstico de caudales y escurrimiento de los ríos para la temporada 2025-2026, que comenzó el 1 de octubre, y anticipa un año con escasez hídrica. Según el organismo, los volúmenes sobre la nieve acumulada estarán por debajo de lo "normal", marcando un regreso a la sequía tras dos temporadas con buena disponibilidad de agua.
La situación se asemeja a años recientes de sequía extrema. En promedio, los ríos contarán con alrededor del 60% del caudal habitual, lo que afectará la distribución del recurso en toda la provincia. El río Mendoza, por ejemplo, registra actualmente 835 hectómetros cúbicos frente a los 1.345 hectómetros cúbicos de un año promedio.
Sergio Marinelli, superintendente del DGI, explicó: "El río Mendoza tiene un cupo fijo de 250 hectómetros cúbicos para agua potable. Si bien esto es una sequía moderada, nosotros tenemos un cupo fijo para el agua potable de 250 hectómetros cúbicos y nuevos pedidos podrían reducir aún más el agua disponible para otros usos". Agregó: "Aunque haya agua disponible en algunas cuencas, capaz que a uno le falte igual porque uno tiene un mal manejo del agua. Entonces, según las cuencas, según el lugar, como manejan el agua, les alcanza más o menos".
A largo plazo, los pronósticos muestran una tendencia declinante en la disponibilidad de agua hasta la década de 2050, vinculada al cambio climático y la retracción de los glaciares. Sobre el río Tunuyán, Marinelli detalló: "Los glaciares del río Tunuyán, al estar a menor altura, aportan más agua, aunque también pueden traer minerales que requieren tratamiento para el agua potable".
Rubén Villodas, director de Gestión Hídrica, remarcó la complejidad de la temporada: "Estamos bajos y con niveles de sequía en todos los ríos. Por suerte, teníamos los embalses llenos, eso nos ayudó a arrancar la temporada. Hay que mirar la temporada que viene porque no va a ser buena y nos va a costar mucho llenar los embalses. En octubre se van a hacer los planes de erogación con las subdelegaciones e inspecciones de cauce para ver las medidas que va a tomar cada cuenca para tratar de llegar a buenos niveles en los embalses de cara a los meses que vienen".
Verano 2026: Mendoza enfrentará otra temporada con escasez de agua
Bajada:
El Departamento General de Irrigación advierte que los ríos provinciales registran niveles bajos y que la demanda hídrica será compleja, especialmente en áreas urbanas y agrícolas.
Nota reescrita:
El Departamento General de Irrigación (DGI) difundió el pronóstico de caudales y escurrimiento de los ríos para la temporada 2025-2026, que comenzó el 1 de octubre, y anticipa un año complicado por la escasez de agua. El organismo detalló que los volúmenes sobre la nieve acumulada estarán por debajo de lo "normal", marcando un regreso a la sequía tras dos temporadas con buena disponibilidad hídrica.
La situación se compara con los episodios de sequía extrema recientes: aunque no alcanzará los niveles más críticos, se prevé poca agua para la provincia. La demanda variará según la región, siendo más complicada en el área metropolitana por la agricultura, el cinturón verde y la industria. Según los cálculos del DGI, los ríos contarán con alrededor del 60% del caudal promedio anual. Por ejemplo, el río Mendoza registra actualmente 835 hectómetros cúbicos frente a los 1.345 hectómetros cúbicos de un año medio.
Sergio Marinelli, superintendente del DGI, destacó: "El río Mendoza tiene un cupo fijo de 250 hectómetros cúbicos para agua potable. Si bien esto es una sequía moderada, nosotros tenemos un cupo fijo para el agua potable de 250 hectómetros cúbicos y nuevos pedidos podrían reducir aún más el agua disponible para otros usos". Añadió: "Aunque haya agua disponible en algunas cuencas, capaz que a uno le falte igual porque uno tiene un mal manejo del agua. Entonces, según las cuencas, según el lugar, como manejan el agua, les alcanza más o menos".
Los pronósticos a largo plazo también muestran un descenso en la disponibilidad de agua hasta la década de 2050, ligado al cambio climático y la retracción de los glaciares. Sobre el río Tunuyán, Marinelli indicó: "Los glaciares del río Tunuyán, al estar a menor altura, aportan más agua, aunque también pueden traer minerales que requieren tratamiento para el agua potable".
Rubén Villodas, director de Gestión Hídrica, remarcó la dificultad de la temporada: "Estamos bajos y con niveles de sequía en todos los ríos. Por suerte, teníamos los embalses llenos, eso nos ayudó a arrancar la temporada. Hay que mirar la temporada que viene porque no va a ser buena y nos va a costar mucho llenar los embalses. En octubre se van a hacer los planes de erogación con las subdelegaciones e inspecciones de cauce para ver las medidas que va a tomar cada cuenca para tratar de llegar a buenos niveles en los embalses de cara a los meses que vienen".