No nos sube agua al tanque
Las analogías de la escritora Marcela Muñoz Pan en su "Columna líquida": el objetivo de que el agua suba, llegue y llene el tanque. Nada más y nada menos.
¿Qué va a tomar? -Un vaso de agua, por favor- ¿Cómo la quiere? - Con 2 átomos de Hidrógeno por 1 de Oxigeno, unidos en enlace covalente (cuando los átomos no metálicos comparten electrones).
El agua es la forma natural que tenemos para vivir, propicia todos los beneficios al cuerpo humano y el humano con simpleza y efectividad posibilita su abastecimiento por si escasea. Millones de años, la humanidad se trasladó en busca de agua. Hoy, hay países, provincias argentinas, regiones, que todavía no gozan de este privilegio al alcance de la mano.
Para conseguir el máximo resultado del abastecimiento de agua se creó el tanque, cisterna o reservorio para agua tratada para su distribución con fines domésticos y de consumo, equilibrando su cantidad y calidad, esta fabulosa idea surgió de Don Fiore (Floro Lannantuono) romano en el año 1922, estos romanos siempre tan avanzados! Don Fiore a lo mejor se preguntó por qué hay gente que no le sube agua al tanque, puesto que no sé el origen de la misma, quiero imaginarlo nada más.
Pero ¿por qué no sube el agua al tanque? motivos físicos, químicos, mecánicos, etc., pueden ser las respuestas, la poca presión una de ellas ya que se debería revisar las salidas del tanque de agua elevado y asegurarse que no haya nada que impida su paso, por lo que debería realizarse una limpieza periódica para quitar las pequeñas suciedades. Tal como es la vida, podemos tener motivos físicos, químicos, mecánicos, etc., obstaculizando al cerebro comandar esas herramientas que den la orden de "pensar", "sentir", a veces tenemos tan poca presión que no conseguimos coordinar una sola palabra, ni ordenarle a nuestros músculos (no los del gimnasio) que circulen las sensaciones reprimidas, los besos contenidos y los abrazos curativos; una pastillita de la presión no la hará subir, si antes, no nos pensamos que somos una unidad: cuerpo alma y mente. Es cierto, claro está, que aquella persona que padece una discapacidad física o mental no podrá subirle agua al tanque, pero las personas que padecen de la discapacidad afectiva, amatoria, sensible por comodidad, por conveniencia, por mandatos familiares, por no ser valientes, prefieren como dice en la película The Wall (la pared) "cómodamente insensible", ¡vaya que Parker supo calar en estas estructuras existenciales! El vacío.
¡El tanque "vacío" de nuestras vidas, no se puede llenar!
También se puede dañar nuestro tanque de agua por fallas graves, por desgaste natural, por contaminación, sobrepresión, líquidos inadecuados, defectos incurables, por fugas. Para estas situaciones se suele recomendar que se estimulen las conductas positivas y no potenciar la deshonestidad, la corrupción, la discriminación de cualquier tipo, ser comprensivo por los que han llegado a la vejez porque el desgaste natural de su cuerpo y mente no se lo permiten, no fomentar la contaminación de seres extraños a nuestro organismo que dañan la psiquis por el solo gusto de dañar, la sobrepresión que arrastran algunas personas al caminar, al tratar de conducir su vida, una familia, una soledad, un país, tratando de mirar al otro, al que tengo al lado y ver cuántas cargas lleva encima para ayudarlo a transitar su camino más liviano de equipaje y acompañado, que no se sepa del todo solo/a. Ser esos átomos covalentes. Esos amores, amigos, políticos líquidos inadecuados, esos, hay que aprender a desecharlos, a no escucharlos, que no invadan tus conexiones saludables. Los defectos incurables si son tóxicos y nos gustan, estamos en serios problemas, hay que llamar a un desintoxicador y urgentemente correr a la psicóloga, a tu iglesia, a tu médico o a quien creas que puede salvarte.
Y llegamos a las fugas, qué tema las fugas de agua porque no sólo afectan a una persona sino a muchas, a toda una comunidad, tal vez, si la fuga sólo afecta a tú tanque es que todo lo acumulado le urge correr, el caudal puede ser muy fuerte y el dolor puede reventar tu corazón, tus pasiones golpearán como grandes olas a las ramificaciones en tu cuerpo, a tu mente, pero si logran no fugarse, las terminaciones nerviosas buscarán el equilibrio, los canales sanguíneos conectados con las palmaditas del bienestar, y la piel esa que deseamos tocar, esa, será la inmortalidad.
Finalizando si al tanque no le llega su máximo caudal de aspiración o succión la causa puede ser la presencia de aire (es lo más frecuente), quizás estemos asfixiados de una vida rutinaria, de pequeños orificios al mundo, de no amar, de todo lo que se va como la liquidez en las deudas con nosotros mismos, de lo light, lo superfluo, la ausencia de la música en la poesía, ni atrevernos a vivir ese amor a sabiendas que es nuestra espina dorsal, razón, t sazón, sopita caliente y tampoco podremos disfrutar de la navidad en la calle con los vecinos del barrio. Conclusión sino sellamos correctamente los caños y manguera al tanque, claro, se llena de aire y obviamente nada funcionará, pero si seguimos repitiendo las mismas conductas, definitivamente "no sos sube agua al tanque".