Barrio Las Bonardas

La segunda parte de la novela Bonarda y Malarda, en su Capítulo XVII, de Marcela Muñoz Pan.

Marcela Muñoz Pan

A partir de 1935 en Mendoza Este en general experimentó un crecimiento que se vio reflejado en la expansión urbana de sus barrios, el centro fue el eje comercial y de servicios, mejorando la obra pública impulsada por la actividad agrícola y vitivinícola, sus grandes beneficios provenían de la vid, frutas y hortalizas que generan capital para el desarrollo urbano, inmobiliario. La zona de la ciudad de San Martín y sus alrededores comenzaron un proceso de expansión con sus barrios. Las mejores en infraestructura vial y de servicios facilitó esa expansión y conexión entre lo rural y la ciudad.

La llegada del tren en el siglo pasado trajo los inmigrantes que fue un antes y un después para todo el desarrollo económico, cultural, turístico que con los años también impulsó una migración interna que aumentaba la demanda laboral, de viviendas y servicios.

La zona este comenzaba a resplandecer y los amigos de Bonarda y Pedro, José y Malarda (Bárbara) comenzaron a venirse al este de las bondades por razones de inversiones en tierras, en vides fundamentalmente y también para estar cerca entre los amigos. Varios ya conocían la zona muy bien porque habían estado en las fiestas en las casas gemelas de las hermanas gemelas, pero la última vez que vinieron para el bautismo de la primera hija de Pedro y Bonarda, Alicia, quedaron extasiados con la amplitud de este horizonte, con la calidez de las personas al recibir al turista, al visitante, al vecino tanto para degustar los vinos locales como su gastronomía.

Alicia en este país de la maravilla este, tal vez con alguna coincidencia con novela clásica de 1865 del escritor inglés Lewis Carroll (Charles Lutwidge Dodgson) o tal vez no, pero lo cierto, que Alicia termina de cerrar una de las grandes decisiones que tomaron José, Pedro y los amigos que venían de Luján, Maipú, Ciudad, Godoy Cruz, en fin, un grupo bastante grande que decidió apostar a una nueva vida, la vida donde el sol sale por el este. Muchos de ellos eran ingenieros y arquitectos como los padres de las gemelas, les gustaba mucho el diseño interior y algunos eran paisajistas, artistas plásticos muy reconocidos y otros escritores, agricultores. Gente culta, gente que quería proyectar en la tierra lo que habían aprendido en las universidades, en los libros, en sus viajes. Alicia ya iba succionando todas estas enseñanzas, pasiones y su curiosidad e inteligencia sin conejos blancos, pero con un gusto desde pequeña por los sombreros y juagar a tomar el té. El mundo en el que cae Alicia es otro diferente al de Lewis, pero con una peculiaridad y originalidad y con un punto de unión importantísimo: la búsqueda de identidad.

Barrio Las Bonardas

Una tardecita de setiembre cuando la primavera estaba llegando, los amigos reunidos en la casa de Pedro y Bonarda, los niños y niñas jugando entre el jardín de flores y los jazmines por doquier, construían sus casitas con maderas, algunas sábanas, farolitos, los vasitos que simulaban tomaban agua fresquita y las infaltables mesitas con el juego de té, Alicia tuvo una idea y que esas casitas fueran todas iguales como las de sus padres y tía. Mientras los mayores conversaban, pero también estaban atentos a los juegos de sus hijos e hijas, uno de ellos dijo: "Amigos miren a lo que juegan los niños, increíble cómo han escuchado nuestras conversaciones y las trasladan a sus juegos, pero vengan miren lo que han hecho". Con la curiosidad propias de los padres al ver las obras de sus niños y niñas quedaron todos con la boca abierta, impactados y sensibilizados, ellos sabían que esos juegos eran las enseñanzas, el esmero y dedicación para mostrarles un mundo diferente, solidario, humano.

Pedro y Bonarda le preguntaron a Alicia qué es lo que habían hecho, ella con su personalidad única, simpatía y muy graciosa con tan solo 10 años respondió: Papá hemos hecho un montón de casitas para vivir todos juntos y jugar. Oh claro qué maravillosa idea y ¿cómo se van a llamar esas casitas?, a ver... déjame pensar, contestó Alicia. Se llamará Barrio Las Bonardas.


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