Carlos San Miguel, primer entrenador de Alejandra Oliveras: "Era una Locomotora en todos los aspectos"

En el día de ayer, la Argentina se conmovió por la noticia del fallecimiento de la exboxeadora Alejandra "Locomotora" Oliveras, quien murió tras varias semanas hospitalizada víctima de un ACV. Carlos San Miguel, primer entrenador de Locomotora, habló con "Tenés que saberlo", por Radio Post 92.1, y contó los detalles de una mujer que supo conquistar a todo el pueblo y que logró seis títulos del mundo.

"Mi padre era el promotor en Río Cuarto de boxeo y yo era el técnico. Yo vivo en Adelia María, cien kilómetros al sur de Río Cuarto, donde tengo el gimnasio. Entonces mi padre pasa un día por el gimnasio que ella entrenaba, daba aerobox en Río Cuarto. Pasa por la calle Colón en Río Cuarto y la ve entrenando. Se para y le pregunta si quería boxear. ‘Me encantaría, ¿dónde tiene el gimnasio usted de boxeo?' Le dijo que lo tenía yo en Adelia María y ella dijo que el sábado tenía un casamiento y si podía entrenar un rato a la tarde", contó San Miguel.

Continuando con la historia, el entrenador comentó: "Vino un sábado a la tarde aquí y le preparé dos chicos para hacer guantes de los cuales duraron un round cada uno, se los tuve que sacar porque los mataba, los pasaba por arriba, los arrollaba y ahí quedó el mote de Locomotora: cuando me llama mi papá y me pregunta cómo había andado Alejandra, le digo ‘es una locomotora'. Y le quedó la locomotora de ahí en más. Por supuesto, se promocionó ella sola después, pero el mote de Locomotora quedó de entrada nomás. Ese fue el primer mote que tuvo y fue definitivo porque la definía ella con su personalidad propia y personalidad boxística también".

San Miguel acompañó a Oliveras durante toda su etapa amateur y en sus primeras peleas profesionales, cuando migró a Córdoba para ser entrenada por Carlos Tello: "Tiene un gran triunfo, indudablemente, con pocas peleas, cuando le gana en Tijuana a Jackie Nava por KO en el octavo round, uno de los hitos históricos del boxeo femenino: ganar por KO en el exterior no es cosa fácil y Alejandra lo hizo de esa manera".

A su vez, el entrenador recordó la pelea con la Tigresa Acuña, la otra gran boxeadora argentina: "Pierde con la Tigresa una pelea súper ajustada, fue un jueves por la noche, la fui a acompañar a Alejandra, la fui a ver como espectador. En ese momento llenaron el Luna Park, que no es un dato menor tampoco que dos mujeres llenen el Luna Park. Y es una pelea que para mí la gana La Tigresa por la caída, no por otra cosa. Fue una pelea muy cerrada".

San Miguel señaló que Locomotora siempre tuvo expectativas y sueños de campeona: "Ella de entrada cuando vino el primer día acá, que hizo guantes con estos chicos, me dijo ‘quiero pelear con la Tigresa Acuña', siendo nadie, sin tener licencias, haciendo su primer entrenamiento. Mi viejo era muy amigo, yo también soy muy amigo de Locomotora Castro y tengo una foto que hicimos en el polideportivo N°2 de Río Cuarto, mi viejo hizo un festival que se llamó ‘La Noche de las Locomotoras'. Alejandra le gana a Carolina Gutiérrez, que era doble campeona argentina amateur (en aquella época se peleaba cinco rounds de dos minutos los amateur) y la pasó por arriba".

El entrenador comentó que la infancia difícil que tuvo se veía reflejada sobre el ring: "Andrés Selpa decía que a él no le pegaba a los rivales si no le pegaba a la vida, que le había pegado muy duro. Indudablemente que toda persona que sube arriba de un ring ve en parte esas cosas. Locomotora traía todo eso seguro por dentro, que después lo fue trasladando, pero ella siempre fue de superarse. Por ejemplo, en el gimnasio proponíamos ‘hoy vamos a hacer 400 abdominales de series altas, bajas, medias y laterales' y ella hacía 600. Había que hacer 4 rondas de guantes y ella hacía 8. Siempre quería más, siempre fue muy exigente con ella y con sus objetivos".

Además, comentó que con la Tigresa las diferenciaba el estilo pero también las formas: "Podríamos decir que la Tigresa, además de la licencia número uno, es una dama. En cambio, la Locomotora, es una locomotora en todos los aspectos: ella te tiene que decir ‘pelotudo', te lo decía. Le sobraba carácter, le sobraba personalidad. Hay personas como Fontanarrosa que le queda bien putear, a ella le quedaba bien putear también".

A su vez, San Miguel también señaló que era una persona frontal y que su incursión en la política le debe haber traído problemas: "Incluso Amalia Granata le escribió cosas hasta último momento, cuando ella estaba internada, sin tener contemplaciones porque en la política es así. Me imagino las peleas que debe haber tenido en la política. En la política tenés que tener una cintura que Alejandra tenía a medias, eso te lo va dando la vida y la experiencia".

El entrenador de boxeo comentó que mantuvieron relación, aunque siempre vinculado en el ámbito profesional: "Ella en todas las notas que hacía me reconocía como su primer entrenador y yo le agradecía permanentemente. Pero no tuvimos una relación de hablarnos permanentemente: la última vez que yo la vi a ella personalmente peleó acá en Río Cuarto con Liliana Palmera, una colombiana, y la dirigía don Amílcar Brusa que era muy amigo de mi padre. Yo lo acompañé al ring a don Amílcar, que no podía ni caminar, y en el camino ese me dice ‘usted fue el primer entrenador de Alejandra, si esta noche se consagra campeona del mundo, usted puso la piedra fundamental para que esto suceda'. Así la pintaba a Alejandra: reconocer a todas las personas, buenas y malas las reconocía".

Además, señaló que así como muchos boxeadores y boxeadoras quisieron ser como la Tigresa, muchos querían ser como la Locomotora: "Ha sido modelo, yo la equiparo a Locomotora con la Tigresa, indudablemente. Muchos quieren ser como ella. Lo que pasa es que hay que tener esa potencia física porque en realidad el déficit que tenía ella era la defensa, no se defendía muy bien, se defendía atacando. Entonces eso es lo que ella hacía y muchas seguramente quieren copiarlo en ese aspecto".

Por otro lado, San Miguel descartó las ideas maliciosas del daño que ejerció sobre su cuerpo con diferentes sustancias: "Yo me enojo mucho con todas las conclusiones previas que saca la gente. Cada uno es dueño de su propio físico y hace lo que quiere con su organismo, porque si no los tendríamos que matar al pobre Diego Maradona también, por nombrar un ícono. Su vida privada es su vida privada, si ella quiso formar su físico de esa manera, la decisión personal es de ella. ¿Qué contraproducente tiene? Y algo puede haber sido, pero no fue para mí lo definitivo. ¿Cuántas personas tienen ACV y están lejos de practicar actividad física? Lo mismo pasaba con Muhammad Ali, que tenía Parkinson y le empezaron a contar los golpes de entrenamiento y yo tuve un primo hermano de mi mamá, que lo más pesado que levantó fue una birome, y tuvo un mal de Parkinson".

En esa línea, agregó: "Los jugadores de fútbol, después de los 40 años, terminan con las rodillas dobladas. Guillermo Vilas terminó con el codo izquierdo, con un problema tremendo por haber sido tenista. Lógicamente tiene sus consecuencias, pero si uno lo practica profesionalmente, las consecuencias son mínimas, eso es lo que yo sostengo. El esfuerzo en la vida lógicamente tiene sus consecuencias. No sé si habrá sido una o ninguna, pero no ataquemos por ese lado, que me parece que no va por ese lado".

Finalmente, el primer entrenador de Locomotora decidió recordarla "con las ganas" que siempre tenía: "Con las ganas de vivir que siempre tenía, con las ganas de ir al frente que siempre tenía, con las ganas de ser mejor, con las ganas de pelear. Mi viejo que la descubrió, que mi viejo ya también falleció, la debe estar esperando arriba y le debe estar diciendo ‘¿qué haces loca acá tan temprano?' Seguramente se van a decir eso".