Murió el empresario, columnista y coach motivacional Daniel Colombo

Las columnas de Daniel Colombo se difundieron con notable éxito también en Mendoza.

Murió Daniel Colombo, reconocido comunicador, escritor y coach motivacional, autor de 21 libros en toda su carrera y era conferencista internacional destacado.

En Mendoza fue columnista en medios, en donde consiguió gran repercusión con sus columnas de motivación.

En su cuenta de Instagram anunciaron su despedida en la sala velatoria ubicada en Avenida Forest 906 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires este viernes 19/12 entre las 9 y las 11 de la mañana.

Un animador muy cercano a él lo despidió con cariño en las redes sociales. Mario Massaccessi se mostró quebrado por su fallecimiento, a pesar de que la salud venía jugándole malos momentos desde hace décadas.

Quién fue Daniel Colombo

Daniel Colombo fue un coach especializado en directivos, alta gerencia y profesionales; escritor con 21 libros publicados, comunicador profesional y conferencista internacional. Sus trabajos se publicaron en diversos medios de diferentes países.

En sus redes, Colombo se presentaba de la siguiente manera: "Una línea de tiempo poco formal sobre mi vida y lo que hago en el mundo. Casas bajas, calles de tierra, detrás de la vía. Maipú, provincia de Buenos Aires, Argentina, mi pueblo. 8.000 habitantes. Nací en una familia donde podrían faltar muchas cosas, aunque no la comida: mi padre, Raúl, verdulero, proveía lo que él mismo cosechaba y vendía en su vieja camioneta. Y mi madre, Lilia, organizando la casa; años después se recuperó de su obesidad y fundó el grupo local de autoayuda ALCO, liderando durante décadas y ayudando a bajar de peso a cientos de personas. Tengo dos hermanos mayores, Jorge y Perla".

"A los 5 años descubrí mi pasión por la comunicación. En aquel tiempo no sabía en qué iba a derivar el camino de la vida", decía en esa presentación de su vida y agregaba: "A los 8, a fuerza de insistir, una locutora de la única emisora de AM del pueblo comenzó a llevarme a pasar tardes enteras después de la escuela. Ahí descubrí la magia de la radio, y el gerente de entonces me dio la oportunidad de conducir al aire el programa "Club de niños felices", que también producía y musicalizaba. Tuve grandes maestros en el arte de la radio".

"Mi sueño era estudiar para locutor y obtener mi carnet profesional. En eso estaba al haber terminado el secundario, planeando vivir en Buenos Aires, cuando llega una propuesta de vivir en Ushuaia, la ciudad más austral del mundo, en lo que hoy es la provincia de Tierra del Fuego, muy cerca de la Antártida argentina", contaba.

Allí vivió "tres años y medio, haciendo una experiencia fabulosa, diseñando el primer canal de TV por cable de la ciudad, y, además, escribiendo en semanarios locales y conduciendo un programa de radio, "A partir de ahora", que fue premiado localmente".

Sobre su trabajo en medios también expresaba: "Dos grandes mentores y maestros, Alberto y Ronnie, me invitan a sumarme al equipo de lo que fueron los primeros canales satelitales de cine de Latinoamérica. Así, participé de la fundación de señales muy conocidas, como Space, I-Sat, Infinito, y una docena más, en un proceso muy vertiginoso de tres años. Me dedicaba a liderar la comunicación y el marketing de esa empresa, proyectándola dentro y fuera de Argentina. Podrán ver algo de Alberto en el famoso Puente de la Mujer, que se alza en Puerto Madero, Buenos Aires; él lo donó como agradecimiento a la ciudad; y allí verás la Virgen de Luján, que lo acompañaba siempre en su oficina, donde nos motivaba e impulsaba, como un gran líder, a hacer lo imposible".

"Tras la venta de esa compañía (hoy propiedad de Turner), seguía haciendo crecer mi nueva empresa, Colombo-Pashkus, dedicada a prensa y relaciones públicas, junto con un socio con el que estuvimos juntos 16 años; luego seguí por mi cuenta, adquiriendo la totalidad de ese paquete de acciones", relató sobre su biografía.

"En paralelo, empecé a publicar mis libros (el primero fue en 2004 y a 2017, ya llevo 21 títulos, algunos traducidos a varios idiomas); y a desempeñarme como Gerente de Marketing en la empresa fundadora de Cinecanal y Movie City, otras dos marcas reconocidas de la TV de pago. Emilce, mi jefa, fue otra gran y entrañable mentora. Curiosamente, ella había sido mi cliente cuando ocupaba la dirección de un canal de TV en su ciudad natal, Salta, en el Noroeste de Argentina. Nos conocíamos desde hacía décadas; y la vida, que es circular, nos reencontró mucho después. Fue una experiencia fabulosa desde todo punto de vista, conociendo cómo abrir mercados y posicionarnos, con el aval de los socios de la compañía: Universal, MGM, Paramount y Fox".

Confesaba sobre su trabajo: "Al haber dedicado tanto tiempo al gerenciamiento en esa empresa, mi compañía necesitaba seguir creciendo. Decidí renunciar a la comodidad del sueldo fijo, y dedicar tiempo completo a la empresa que habíamos fundado. La expandimos a 17 países, con representaciones y más de 2500 clientes en 20 años".

"La música es una de mis grandes pasiones: mi colección tiene unos 10.000 vinilos y 8.000 CD, y hoy los recursos digitales me ayudan a seguir conectado y llevarla donde quiera que esté. ¡Hasta tuve la oportunidad de editar cinco CD con colecciones que seleccioné especialmente para distintos momentos, marcas, productos y servicios!", afirmaba Colombo.

La salud

Hubo una fecha especial donde Daniel Colombo decidió darle lugar a escuchar su cuerpo. "El 20 de junio de 2012 mi cuerpo dijo basta. Puso un límite, y caí en un proceso comatoso que duró un mes, motivado por un cuadro agudo en mis riñones", contaba en su biografía.

"Fue muy duro aquello, y no te lo recomiendo. A la vez, fue muy enriquecedor aquello, y quiero invitarte a pensar en que no es necesario que llegues a ese límite de forzar tu organismo pensando que lo de afuera es más importante que lo de adentro", afirmaba.

Y agregaba: "Ya en 1990 había tenido un cimbronazo muy fuerte en mi salud, con un diagnóstico con muy mal pronóstico: seis meses de vida, sentenció el doctor. La medicina, el cambio de mis pensamientos y creencias, los maestros de auto conocimiento, seminarios, talleres, gimnasia consciente, lecturas positivas y cuanto camino me permití abordar, hacen que hoy esté aquí, relatándote mi historia de vida".

"Una vez que me fui recuperando, tomé grandes decisiones. Debí reducir mis actividades al mínimo. En este proceso, hubo traiciones de personas muy cercanas, estafas morales y económicas, y una gran depuración de los vínculos. Enormes aprendizajes. Y vuelta a empezar", destacaba.

Allí vino el cambio: "Decidí tomar un tiempo para reponerme en un lugar que es mi refugio, en la costa de Argentina, partido de Mar Chiquita, sobre el Atlántico. Es un espacio próximo a mi pueblo, al que volví luego de décadas invitado por el intendente de entonces, para desarrollar un sistema de comunicación y de difusión de las actividades locales. Fue un reencuentro con las raíces. Estoy muy agradecido. Esa experiencia fue replicada en decenas de municipalidades dentro y fuera de Argentina; y ayudé a algunas a ponerlo en marcha".