Fundación Libertad: Más de la mitad de los estudiantes universitarios no aprueba más de una materia al año

En los últimos días, Memo ha publicado diferentes puntos del informe presentado por la Fundación Libertad relacionado al estado actual del sistema de educación universitario de la Argentina. Joaquín Aranguiz, economista perteneciente a la fundación y uno de los partícipes del informe, habló con "Tenés que saberlo", por Radio Post 92.1, y señaló que este último informe "es el más completo hasta el momento".

"Nos basamos sobre todo en el anuario estadístico que se publica desde el hoy Ministerio de Capital Humano, con la estadística de las universidades públicas y privadas de Argentina. Los datos de los recursos que se gastan y ese tipo de cuestiones, sale todo de presupuesto abierto, son todos datos oficiales que presenta Nación, no hemos inventado ningún dato, por así decirlo. Lo que apuntamos con el informe es tratar de poner blanco sobre negro sobre la situación del sistema. Sabemos que es un tema sensible: no venimos acá de prepotentes a decir que hay que cerrar las universidades públicas o que hay que privatizarlas o arancelarlas ni nada por el estilo, sino tratar de plantear cómo está la situación: qué tan eficiente está siendo, cómo es la comparación contra otros países, si estamos gastando muchos recursos o no en eso. A partir de eso se pueden dar muchas otras discusiones, creo que hoy la discusión pública donde prácticamente ningún tema es tabú y se puede discutir cualquier cosa, creo que es un ámbito propicio como para plantearlo", señaló Aranguiz.

En referencia a los datos puntuales que arroja el informe, Aranguiz destacó algunos de ellos: "En primer lugar, Argentina no es que está gastando en educación muchísimo más de lo que gastan otros países. De hecho, Argentina está incluso un poquito por debajo del promedio de países de la OCDE, incluso está un poquito debajo de lo que gastan países como Brasil o como Chile. Hay que entender de dónde viene ese gasto, porque en muchos países gran parte de ese gasto es privado, en Argentina es gran parte del mismo, diría más de un 80%, es asumido por parte del Estado".

En esa línea, agregó: "Aun cuando el Estado haya asumido muchos de esos gastos y que tengamos en el ideario colectivo como un gran hito el tener educación pública, como que le da acceso a muchas personas, la realidad es que si nosotros nos ponemos a comparar con países de la región que tiene el sistema que en su mayoría son arancelados, no tenemos mucho más estudiantes que esos países. Si lo miramos desde el punto de vista de la cantidad de graduados que hay, Argentina está peor que muchos de esos países. Si miramos la cantidad de población entre 24 y 35 años que tiene algún tipo de educación terciaria terminada, en Argentina es más o menos un 19% y esa cifra está por debajo de países como Brasil, como Chile o como Colombia que tienen porcentajes más cercanos al 30%, incluso en el caso de Chile superior al 40% de población".

Continuando con los datos, el economista señaló que en Argentina hay 32 graduados cada 10.000 personas, mientras que en Brasil o Chile hay más de 55: "A su vez, si miramos la eficiencia misma del sistema, son muchos indicadores que nos están marcando que hay cosas en las que habría que introducir cambios o poner la lupa. No quiere decir que vamos a concluir que está todo mal el sistema y que hay que arancelarlo. Pero sí creo yo que cuando esa discusión pueda ser válida, la discusión en la que yo creo que todos más o menos tenemos que estar de acuerdo, es que el sistema tiene algunas ineficiencias y que por lo tanto hay que tratar de buscar una solución. Si miramos la cantidad de materias que aprueban los estudiantes en las universidades públicas en Argentina, el 55% de los estudiantes no aprueba más de una materia al año. Estamos hablando de más de la mitad de los estudiantes, hay muchos estudiantes que a lo mejor inician el año, por lo tanto implican la necesidad de poner docentes, de hacer un gasto por parte del Estado y después no terminan aprobando ninguna materia".

Aranguiz señaló que es necesario realizar modificaciones y poner en discusión algunos puntos respecto al sistema: "Buscarle algún sistema de incentivos o intentar introducir algún cambio que haga que justamente la gente que sí aprovecha esos recursos pueda seguir estudiando y que pueda seguir teniendo el acceso. Seguramente si se eficientiza el sistema habría más recursos todavía para la gente que sí estudia. Pero muchas de esas discusiones a veces no se pueden dar por este tema político en lo cual parece que para un lado de la grieta, si es público está mal y entonces hay que criticarlo y para otro lado, si es público es perfecto y entonces no hay nada para criticar. Sin duda que habría que introducir algunos cambios".

Finalmente, comentó que no han tenido aún repercusiones pero que las esperan próximamente: "Años anteriores hemos tenido comentarios. No solo negativos, a veces hemos tenido también en su momento comentarios positivos de algunos rectores de universidades públicas. Creo que dentro del propio sistema son conscientes: si uno habla con docentes universitarios de universidades públicas o los propios alumnos, muchos de ellos saben que el sistema tiene sus ineficiencias. Saben, son conscientes y quieren introducir cambios, lo que pasa que a veces es muy difícil romper algunos esquemas y se termina imponiendo el statu quo", concluyó.

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