El panettone, su incalculado origen y otras curiosidades

Uno de los íconos de la Navidad itliana que llegaron a la Argentina para quedarse y una historia apasionante, contada por el profesor José Jorge Chade.

José Jorge Chade
Presidente de la Fundación Bologna Mendoza Dr. en Ciencias de la Educación.

El panettone es un pan navideño italiano originario de Milán (siglo XV). Nació como un "pan contundente", que convenció a la población para celebrar la abundancia, convirtiéndose en un símbolo de unidad familiar, prosperidad y tradición, famoso y exportado a nivel mundial. Evolucionó de una tradición medieval a una receta moderna estandarizada (finales del siglo XIX y principios del XX) e industrializado por la firma Motta (década de 1920), manteniendo al mismo tiempo fuertes raíces artesanales.

Dulce símbolo de la Navidad y obra maestra de la repostería italiana, el panettone cuenta una historia de tradiciones navideñas, arte y pasión que atraviesa los siglos.

Desde Milán al mundo entero, el panettone artesanal sigue siendo el emblema de una historia culinaria italiana que une familias, regiones y generaciones.

Los orígenes del panettone: entre historia y ritual

Los orígenes del panettone se entrelazan con la vida de las antiguas corporaciones milanesas del siglo XV.

Un documento de 1470, redactado por Giorgio Valagussa, preceptor de los Sforza (Familia gentilicia de Milán en el 1500), cita el llamado «rito del ciocco», una costumbre navideña según la cual se colocaba un gran tronco de madera en la chimenea y se compartía un pan de trigo entre los comensales, símbolo de bendición y buen augurio.

Ese pan, enriquecido con ingredientes nobles como mantequilla, azúcar y huevos, se llamaba «Pan de Sciori» es decir, «pan de los señores».

De ese sencillo gesto nació uno de los dulces más apreciados del mundo: el panettone, fruto de la unión entre la fe popular y la cultura gastronómica.

En 1549, el cocinero ferrarés Cristoforo di Messisbugo enumeró una de las primeras recetas auténticas del panettone: harina, manteca, azúcar, huevos, leche y agua de rosas.

En 1599, un registro del Colegio Borromeo de Pavía menciona el uso de manteca, pasas y especias para preparar trece «panes grandes», lo que indica la difusión de esta nueva tradición en el norte de Italia.

Leyendas sobre el panettone: entre el amor y el ingenio

Además de los documentos históricos, el nacimiento del panettone está acompañado de numerosas leyendas populares que amplifican su encanto.

La más famosa es la del joven aprendiz de panadería Toni, que salvó el postre quemado del cocinero durante la preparación de una cena de gala ofrecida en la corte de Ludovico il Moro (Flia. Sforza), Toni rápidamente se ofreció a solucionar la situación inventando una nueva masa con levadura, manteca, frutas y pasas. El resultado fue un éxito extraordinario, tanto que desde ese día se empezó a hablar del «Pan del Toni», y con el pasar de los años se unió la frase y quedó el «panettone».

Otra leyenda narra la historia de Ughetto degli Atellani, un noble milanés que, por amor a la hija de un panadero, ideó un pan enriquecido con manteca, azúcar y fruta confitada, dando vida a un dulce que unió dos mundos: el de la aristocracia y el del pueblo.

Por último, se cuenta la historia de la hermana Ughetta, que en un convento pobre inventó un dulce bendito para alegrar a sus compañeras en el día de Navidad. Su masa, enriquecida con huevos, azúcar y pasas, se convirtió en símbolo de esperanza y generosidad.

Evolución del panettone: de la tradición a las innovaciones modernas

Entre los siglos XVIII y XIX, el panettone atraviesa un periodo de evolución culinaria. Las primeras versiones, bajas y similares a las focaccias, se enriquecen progresivamente gracias a la introducción de la levadura madre, la manteca y los frutos confitados, hasta obtener la forma alta y esponjosa que conocemos hoy en día.

Con la llegada de la producción industrial en el siglo XX, el panettone se convierte en un dulce nacional de Italia, presente en todos los hogares durante las fiestas. Sin embargo, los maestros pasteleros siguen conservando la calidad y la lenta fermentación del panettone artesanal, convirtiéndolo en un símbolo de la excelencia italiana en el mundo.

Hoy en día, la innovación en el panettone se manifiesta a través de nuevas interpretaciones gourmet que mantienen intacta el alma de la tradición.

Un ejemplo emblemático es el Panettone Ubriaco (borracho), en el que la masa de levadura natural se combina con licores selectos y aromas intensos.

La Pasticceria Max es una de las pioneras de esta refinada evolución, capaz de fusionar memoria y modernidad, sabor e investigación, en una nueva experiencia sensorial de la Navidad italiana.

Panettone y cultura italiana: un dulce que une

El panettone artesanal no es solo un dulce navideño, sino un fragmento de la identidad nacional italiana.

En muchas ciudades italianas, desde las antiguas pastelerías milanesas hasta las modernas escuelas de alta cocina, continúa la búsqueda de la perfección entre tradición e innovación.

La difusión internacional del panettone ha transformado un dulce local en un símbolo universal de fiesta, convivencia y cultura.

Cada porción encierra la historia de un pueblo, el valor de compartir y el respeto por las raíces de nuestra historia gastronómica.

Panettone vs Pandoro: dos iconos de la Navidad italiana

Si el panettone representa la riqueza de la tradición milanesa, el pandoro simboliza la refinada cultura veronesa. El pandoro es un pan navideño italiano suave, tipo bizcochuelo sin pasas ni otras frutas originario de Verona. Con forma de estrella de ocho puntas y espolvoreado con azúcar impalpable con sabor a vainilla, se asemeja al pan de oro (pan d'oro). Fue patentado por Domenico Melegatti en 1884.

Dos dulces, dos almas, una sola pasión: contar las tradiciones navideñas italianas a través del aroma de la mantequilla, la dulzura del azúcar y la calidez de la fiesta.

El sabor de la historia

Desde sus orígenes renacentistas hasta las más recientes innovaciones artesanales, el panettone sigue siendo una de las máximas expresiones de la cultura pastelera italiana.

Cada Navidad, su aroma llena los hogares y nos recuerda que la historia del panettone es, en el fondo, la historia de un país capaz de transformar la sencillez del pan en un símbolo de fiesta, amor y memoria colectiva.



Esta nota habla de: