"Del mar a la montaña: la historia del mendocino que entrena a la comunidad para enfrentar desastres"

Desde los naufragios en la costa atlántica hasta los operativos en alta montaña, la trayectoria de Julio Guerrero parece un mapa de rescates que atraviesa países, disciplinas y realidades. Bombero voluntario, enfermero y miembro de academias internacionales de búsqueda y salvamento, Guerrero llegó a Mendoza hace más de una década y desde entonces concentra su energía en un objetivo tan simple como vital: que cualquier persona, sin importar su edad o experiencia, pueda actuar correctamente en los primeros minutos de una emergencia. 

Con formación en Argentina, Chile, Estados Unidos y otros países, hoy encabeza programas de capacitación comunitaria que buscan preparar a vecinos, instituciones y organizaciones para enfrentar desastres naturales y situaciones críticas. 

En esta entrevista, repasa su recorrido y explica por qué la prevención y el conocimiento ciudadano pueden marcar la diferencia entre la vida y la muerte. 

- ¿Cuál es tu formación?

Mi formación se inició como Bombero Voluntario en el año 2004 en el cuartel de "Sierras de los Padres" cuando vivía en Mar del Plata. Ese mismo año inicié mi carrera profesional y egresé como licenciado en Enfermería. Continúo con mi preparación y actualización en diferentes disciplinas de rescate y de emergencias prehospitalarias. Gracias a Dios tuve la oportunidad de adquirir conocimientos y prácticas con profesionales de Argentina y del exterior. Detento el honor de pertenecer al "American College Fire", Escuela de Fuego" de Estados Unidos, con casi tres años de servicio y cuento con una extensión académica que me permite capacitar a bomberos y a la comunidad en diferentes temáticas. También soy miembro de la "Academia Mundial de Bomberos Inc." de Estados Unidos, institución que tiene como objetivo fortalecer y ayudar a cuarteles certificados de bomberos de otros países. En esta academia, contando con más de 15 años de servicio como bombero y habiendo rendido exámenes y prácticas muy intensos, ascendí al rango de "Comandante". Actualmente trabajo en una base de emergencias médicas en alta montaña (más precisamente en Horcones) como chofer - enfermero de UTIM (unidad de terapia intensiva móvil).

- ¿Qué tipo de actividades de rescates has realizado?

-A lo largo de estos años fueron varias las disciplinas que desarrollé dentro y fuera de Bomberos. Antes de serlo, estuve incorporado ocho años en la Infantería de Marina de nuestra Armada, lo que me permitió conocer el servicio y el agrado de ayudar a los demás. En 1992 realicé un curso especial en la "Escuela de Buceo" de la Armada en Mar del Plata. Fui capacitándome e invirtiendo tiempo en formación, cursos y prácticas de buceo que realicé en diferentes lugares de nuestro país, mayormente en el mar. También presté mi colaboración en naufragios y accidentes que sucedieron en lagunas y embalses. Pude luego brindar esa capacitación a bomberos de la región sobre búsqueda y recuperación de autos, artefactos y cadáveres, en diferentes espejos de agua. Como enfermero me formé además en emergencias de buceo, para asistir a quienes padecieran algún accidente bajo el agua. En el 2004 solicité ingresar al grupo de "Búsqueda y Rescate en zonas agrestes", ante la demanda continua de personas perdidas y accidentadas en las sierras de gran extensión que rodeaban nuestro cuartel en Mar del Plata. Teníamos muchas intervenciones por accidentes con ofidios y ataques de animales salvajes.

- ¿Cuándo descubriste la actividad que más te gusta?

-Fue en 2007 cuando viajé a la 8va. Bomba de Ñuñoa de Peñalolén en Santiago de Chile para introducirme en la búsqueda y el rescate en estructuras colapsadas, tarea que me apasiona. Aprendí sobre las operaciones, tareas y fases necesarias posteriores a un evento sísmico de magnitud. Dos años más tarde comencé a formar parte de la brigada USAR Argentina (Búsqueda y rescate humano), creada por el ingeniero Martín Gómez Lisarrague, para compartir esta metodología en diferentes provincias argentinas. Luego, al integrar el departamento de "Estructuras Colapsadas" de la Academia Nacional de Bomberos de Argentina, tuve la oportunidad de brindar cursos en Mendoza, volví años más tarde y en 2014 decidí quedarme a vivir aquí. En una serie de viajes a Chile, para dar continuidad a mi formación en la materia, compartí cursos, entrenamientos y ejercicios de envergadura con la organización SAR Chile y con equipos USAR de Bombero de Mexicali (México), Bomberos de Caracas (Venezuela), Vigili del Fuoco (Italia), Bomberos de Bogotá (Colombia), Bomberos de Colonia (Uruguay), Bombeiros Alto Paraná (Brasil), Bomberos de Luque y ANB del Paraguay, SAR Paraguay , Bombeiros de Portugal (Real Academia de Portugal) y Bomberos de Lima (Perú).

- ¿Cómo se prepara un equipo de ayuda internacional para colaborar luego de un sismo?

-Debe hacerlo meticulosamente para garantizar una colaboración efectiva, adhiriendo a los principios humanitarios de imparcialidad, neutralidad e independencia. Cada miembro contará con experiencia, habilidades y capacidades para el tipo de emergencia que enfrentará. Además, incorporará una suerte de sensibilidad cultural, conociendo de antemano el contexto político y social del país afectado, garantizando así una interacción respetuosa y eficaz. La idea es siempre, ser parte de la solución y no del problema. Para evitar la duplicación de esfuerzos y ofrecer la ayuda que responda a necesidades reales, el grupo debe estar actualizado permanentemente con las plataformas de coordinación local e internacionales de última tecnología existentes. A través de ellas se puede seguir la operación "minuto a minuto" en el área donde se produjo el terremoto. Las fases de una operación USAR son un ciclo sistemático y tienen como objetivo buscar, localizar y rescatar la mayor cantidad de personas en el menor tiempo posible. Cada agrupación internacional debe contar con autosuficiencia de agua y comida, equipos, materiales y personal médico propios para brindar asistencia en forma continua sin pedir apoyo logístico al país afectado. Dependiendo de la capacidad de trabajo, cada unidad USAR puede permanecer en la zona de desastre entre 7, 10, 15 o 20 días, sin solicitar ayuda.

- ¿Por qué es importante que la población aprenda a socorrer personas en

 emergencia?

-Que las personas de una comunidad estén entrenadas para responder ante un desastre, contribuye a proporcionar ayuda de manera rápida y efectiva, salvar vidas y minimizar daños. La formación en emergencias permite identificar y responder a situaciones de riesgo como, desastres naturales, incendios e inclusive, accidentes industriales. Se debe tener en cuenta que ante cualquier situación de emergencia, son las personas del lugar, el vecino, el ciudadano de a pie, quienes rescatarán al 50% de las personas afectadas, mientras llega la ayuda calificada.

- ¿Qué tipo de capacitación estás ofreciendo a la comunidad?

-Estamos compartiendo un programa de capacitación avalado y certificado por la "Academy College Fire". Hace un mes dictamos el último curso-taller del año "Preparación de la comunidad para el Desastre", en un espacio cedido por el municipio de ciudad de Mendoza. El año que viene continuaremos con esta formación para la comunidad, que contiene diferentes temas como la asistencia a personas atrapadas, los primeros socorros, la evaluación de la propia vivienda después de un sismo, el armado de la mochila de emergencia, la evacuación de personas con diferentes discapacidades y varios temas más. Durante los dos primeros encuentros se realizan prácticas de primeros auxilios, manejo de hemorragias, RCP en adultos y niños, etc., con materiales y elementos reales. Las capacitaciones se brindan a gente que tenga entre 14 y 99 años, es decir que todos pueden participar. Nuestro gran desafío es que se extienda en Mendoza y la región de Cuyo y ofrecerlo en organizaciones gubernamentales, civiles, en municipios, en organizaciones académicas e iglesias.

Dejo mi número de contacto para las personas e instituciones que deseen recibir información puedan comunicarse conmigo: +54 9 261-3632796