La sobrina chozna de Camila O'Gorman busca salvar su tumba
Pilar O'Gorman, sobrina chozna de la joven que vivió un gran amor con el cura Uladislao Gutiérrez y por ello fue fusilada junto a él en 1848, lucha para que la bóveda familiar sea declarada Patrimonio Histórico.
La sobrina chozna de Camila O'Gorman vive en Buenos Aires, tiene 30 años y se llama Pilar. La joven está llevando adelante una lucha para que el mausoleo donde descansa la protagonista de una de las historias de amor prohibido en Argentina más recordadas sea declarado patrimonio cultural.
A pesar de que ya pasaron 7 generaciones de aquel trágico encuentro entre Camila y el cura Uladislao Gutiérrez que terminó en el fusilamiento de ambos el 18 de agosto de 1848 (y luego de escapar para intentar vivir su historia de amor), este viernes personal del Cementerio de La Recoleta entraron a la bóveda familiar donde se puede leer "Familias de O'Gorman y Isla". Los Isla, explica Pilar, "son una familia de la burguesía porteña, de la política. Una hija de Enrique, el hermano de Camila del cual desciendo, se casó con una Isla".
El ingreso está cerrado con un candado. Pilar cuenta que lo puso el padre de una conocida escritora, que dejó la llave en la intendencia del camposanto y que se perdió. Hace unas semanas probaron varias, sin suerte. Todo está descuidado: el vidrio de la puerta está roto, sucio y cubierto por telarañas. Quedan apenas las cintas blancas atadas a los hierros que deja la gente.
El lugar es pequeño, no más de 2 metros de ancho y otros dos de profundidad. Las paredes están descascaradas, los ladrillos de barro de la vieja construcción tienen rajaduras. Al frente se amontonan tres urnas cubiertas de polvo. Una está dada vuelta: si estuviera en la posición correcta, se desfondaría y las cenizas que contiene quedarían desparramadas. No hay velas, flores ni candelabros. Todo eso, se nota, fue saqueado hace años
Ellos detectaron que hay 12 "catres", como se llaman a las estructuras que sostienen los cajones. Sin embargo, no pudieron descender. Enseguida notaron que la edificación se movía. El riesgo de que todo se venga abajo se ve a simple vista.
Por eso mismo, Pilar trabaja con el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires para que la otra parte de la familia, los Isla, se presente y ceda la propiedad del recinto, o lo pueda arreglar. A pesar de que han sido intimados, no han respondido, por lo cual, cumplidos los plazos, podrían gestionar el pedido de Pilar ante el cementerio de la Recoleta.
En estos días, el equipo que la acompaña está integrado por el historiador Héctor Daniel De Arriba, su novio Nicolás Laurnagaray (asistente administrativo del Senado de la Nación) y el Arzobispo de Buenos Aires Jorge García Cuerva; la jefa de asesores del Senado, Agustina Tardieu; la directora general de Desarrollo Cultural y Creativo del ministerio de Cultura de CABA, Carolina Cordero; otra miembro de dicho equipo, Mercedes Urbonas Álvarez y la ex jefa del Departamento histórico y artístico del Cementerio de la Recoleta, Susana Gesualdi.
Es cuestión de tiempo entonces para que se pueda identificar específicamente los restos de Camil y tal vez, rendirle honor cada 18 de agosto.
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