Mauricio Cerroni y las particularidades del huevo de dinosaurio encontrado en Río Negro
Mauricio Cerroni, paleontólogo del Conicet, contó cómo fue el hallazgo de un huevo de dinosaurio en Río Negro y las particularidades que trae este descubrimiento para la ciencia argentina.
Hace algunas semanas, una expedición de científicos del Conicet descubrió en Río Negro un huevo de dinosaurio de fácil extracción y revolucionaron la ciencia. Mauricio Cerroni, paleontólogo y miembro de la expedición, habló con "Tenés que saberlo", por Radio Post 92.1, y se refirió al trabajo realizado y las características del huevo hallado.
"Por un lado, lo piola de encontrar un huevo es que son restos que nos dan una pequeña evidencia del comportamiento de los dinosaurios. Uno siempre ve los huesos, pero los huevos o las huellas son un pequeño instante del pasado que nos dicen que los bichos estos apoyaban, ponían huevos, hacían nidos", comentó Cerroni.
A su vez, el científico destacó que por primera vez el huevo encontrado es de un dinosaurio carnívoro: "Siempre acá en Argentina se conocen de los herbívoros, los famosos cuello largo, que son como unas pelotas de fútbol. Pero huevos de dinosaurios carnívoros en Argentina no se conocían y justo se vio en el streaming. Hay más en la roca, hay que hacer otra expedición para sacar. Es totalmente novedoso, es super importante y nos da evidencia del comportamiento de los dinosaurios".
Mauricio Cerroni, paleontólogo
Sobre la especie, comentó que sospechan que se trata de un huevo de Alvarezsaurus, una especie de dinosaurio carnívoro típica de Sudamérica: "Son parecidos a los Velociraptors clásicos de las películas, pero son dinosaurios chiquitos, típicos de Sudamérica y parecidos a ellos, pero con los brazos más chiquitos, con un solo dedo en las manos, bastante loco. Pensamos que puede ser de uno de ellos porque la cáscara es parecida a la de los huevos de estos otros dinosaurios carnívoros que hemos encontrado en el mismo campo que trabajamos durante la expedición".
Además, destacó que el huevo data de unos 70 millones de años atrás: "El período cretácico, uno de los últimos momentos antes de la extinción. La extinción fue hace 66 millones de años cuando cayó el asteroide. El lugar donde estamos trabajando tiene 70 millones de años y es un pequeño vistazo del pasado momentos antes de la extinción. El huevo y los demás que vimos están cerrados, suponemos que nunca nacieron. Lo que queremos saber en el futuro cercano, mediante el uso de tomografía, es ver qué hay dentro de los huevos".
Cerroni contó que en el pasado los huevos se partían, pero que hoy existen técnicas no destructivas como es el caso de las tomografías: "Nosotros usualmente mandamos cráneos de dinosaurios para ver la estructura interna, lo mismo con los huevos. Una de las líneas de investigación que tenemos para el corto plazo es mandar un tomógrafo y ver qué nos da esa información para ver si efectivamente había un embrión o no. Muchas veces, como los huevos de gallina, no son fecundados y solo son yemas. También puede haber sucedido que, como cualquier embrión, tienen tejidos blandos y cartílagos que se descomponen con facilidad durante el proceso de petrificación. Esperamos y cruzamos los dedos de que haya algo adentro".
El científico comentó que la expedición se realizó en un lugar llamado salitral Ojo de Agua, cercano a la localidad rionegrina de General Roca, y que transitoriamente los fósiles están en el Museo Argentino de Ciencias Naturales en CABA, aunque volverán a Río Negro una vez estudiados: "Todos los fósiles de cada provincia tienen que volver a su provincia por Ley de Patrimonio. Argentina es uno de los pocos países que tiene una ley de Patrimonio Paleontológico y Arqueológico. En los demás países es un tole tole: se venden, se pueden ir para cualquier lado. Nosotros tenemos una ley que protege los fósiles, porque son parte nuestra, del Estado, de nuestra historia y se protegen gracias a esa ley".
Además, Cerroni explicó porque es imposible llegar a la posibilidad de seguir los pasos de la ciencia ficción y conseguir aislar moléculas orgánicas de este tipo de descubrimientos: "Las cosas que primero se descomponen es el tejido blando y el ADN es una de las primeras moléculas que se descomponen. Lo que queda es siempre lo más duro. Ojo, a veces bajo algunas circunstancias se conservan órganos o piel, pero están petrificados, los minerales han suplantado la forma de eso y no quedan restos orgánicos. Se han encontrado moléculas fosilizadas, partes de genoma, pero siguen siendo piedra: no hay forma de extraerlo y que haya algo orgánico".
Finalmente, el científico contó el momento en el que descubrieron la facilidad con la que pudieron hallar el huevo, el cual mide unos 15 centímetros y pesa unos 500 gramos: "Fue impactante: el huevo estaba casi suelto para sacarlo de la roca con la mano, eso no pasa nunca. Hay un video dando vueltas cuando mi colega lo levanta, que lo encuentra y la reacción es natural. Muchos nos preguntan si lo habíamos plantado porque parece que está plantado, pero no. Lo que sucede es que fuimos en el momento y tiempo correcto: los agentes erosivos como el viento y la lluvia excavaron alrededor y quedó perfecto".
En esa línea, añadió: "Debajo de ese huevo había más, pero estaban directamente en la roca, lo cual nos da la evidencia de que estaba en ese mismo lugar pero lo encontramos en el momento justo. La extracción fue muy sencilla, fue levantarlo con cuidado, nada más. En otras circunstancias hay que tener mucho cuidado, hacer camas de yeso, picar piedra: En este caso mi colega lo levantó y listo. Hay un mercado negro de fósiles, por suerte ese campo es privado. Tenemos buena relación con la familia y en ese campo no pasa eso, es gente muy responsable", concluyó.