El Carnaval y la Cuaresma, orígenes y curiosidades
La Leyenda del Carnaval y la influencia religiosa, con la Cuaresma, en un trabajo de rescate cultural escrito por el Prof. José Jorge Chade.
Como todos sabemos , pasado el periodo de Carnaval, el periodo de Cuaresma comienza con el Miércoles de Ceniza y culmina con la Semana Santa. La finalidad de la Cuaresma es invitar a los fieles a imitar el período de 40 días de meditación y penitencia que Jesús pasó en el desierto antes de comenzar a predicar, y ayudarnos a crecer en el conocimiento del misterio de Cristo.
El término carnaval, como todo el mundo sabe, procede del latín "carnem levare" (quitar la carne), porque el martes, conocido como "martes gordo" en Italia "martedí grasso", es el último día en que se puede comer carne antes de que comience el largo periodo "magro" (flaco) de la Cuaresma (los cuarenta días anteriores a la Pascua).
La Cuaresma, sin embargo, en la liturgia católica es el período penitencial de cuarenta días, preparatorio de la Pascua, en el que se observa el precepto del ayuno y la abstinencia. En el pasado, la Cuaresma dio lugar a la elaboración de una "cucina di magro", una "cocina de magro", sin carne ni grasas, particularmente imaginativa y sabrosa, porque al estar prohibida la carne y todos los condimentos derivados de grasas animales, había que encontrar alguna forma de dar sabor a los alimentos. Así nacieron muchos platos de la cocina tradicional que hoy son los pilares de la dieta mediterránea.
A menudo nos preguntamos ¿cuál es el origen histórico del Carnaval y cuál el de la Cuaresma? ¿Por qué tanto contraste entre ambos periodos? A estas y otras preguntas responde Vito Lozito (1943-2004), profesor universitario de Historia de la Iglesia en la Universidad de Bari, en su libro "Agiografia, Magia, Superstizione", publicado por Levante Editori.
El origen histórico del carnaval suele relacionarse con las antiguas Saturnalia latinas, las fiestas religiosas de la antigua Roma que se celebraban en honor del dios Saturno. Las fiestas tendían a abolir las distancias sociales y tenían a menudo un carácter licencioso y orgiástico, modificando la relación cotidiana amo-sirviente, hombre-mujer, gobernante-sirviente, en definitiva, todo estaba permitido y liberado en aquella época. La propia función del rey de la saturnalia, que moría al final de la fiesta, recuerda a nuestro Rey del Carnaval, que, según tradición local, es asesinado, quemado, ahorcado, etc
La civilización babilónica, que creía que el desarrollo de la vida terrenal era un reflejo de los movimientos astrales, representaba la transición del invierno a la primavera con una procesión en la que el dios Sol o el dios Luna eran transportados en una carroza, dirigiéndose simbólicamente al «santuario» de Babilonia, es decir, la Tierra. Era el «Carro Naval» que ponía fin a un año y daba comienzo a otro nuevo. El paso del Carro significaba el «viaje» con todas las características alegres, terroríficas y peligrosas que conllevaba, cuyo timonel representaba al Rey del Carnaval, que sería eliminado una vez finalizada la travesía, para dar paso simbólicamente al Año Nuevo.
El contraste más convincente sigue siendo el existente entre el Carnaval y la Cuaresma, es decir, entre la alegría y la tristeza, entre la prosperidad y la miseria. Las abundantes libaciones carnavalescas fueron sustituidas por la estricta dieta que las clases pobres aceptaban más por escasez que por respeto a las prescripciones religiosas. El ayuno, por otra parte, ayudaba a vencer las pasiones y a liberarse de la materialidad, ya que el precepto evangélico afirmaba que los demonios pueden ser expulsados «mediante la oración y el ayuno». Por ello, durante la penitencia de los «cuarenta días» se recuerda el correspondiente periodo de tiempo que Moisés y Jesús pasaron en el desierto sin tocar alimento.
Actualmente, desde el punto de vista alimentario, el Carnaval ha derrotado a la Cuaresma, puesto que ya no hay épocas excepcionales, la abundancia está ahora presente todos los días, todos los días son fiesta, por lo que parece que el ayuno y la abstinencia casi se ha olvidado.
Fuente: "Storie, curiositá e proverbi" Vittorio Polito (periodista publicista escritor) Wip Edizioni, 2021. Via Capaldi, 37/A | 70125 Bari.
La leyenda del Carnaval
Hoy, lunes de Carnaval, hemos abierto las puertas de nuestra casa al Rey Carnaval.
Cuenta la leyenda que Carnaval era un rey fuerte y generoso que dejaba las puertas de su palacio abiertas a sus súbditos para que pudieran comer y llenarse a gusto. Un mal día, tras darse más atracones de lo habitual, empezó a sentirse mal. Entonces recordó que tenía una hermana, una mujer esbelta y delicada llamada Cuaresma. La mandó llamar y ella acudió; prometió ayudarle, pero a cambio quería el trono.
El Rey aceptó y entonces Cuaresma empezó a gobernar poniendo reglas estrictas a todo el pueblo. El rey Cuaresma se puso entonces muy triste. Así que Cuaresma, para animarle, le permitió reinar a su manera durante tres días cada año.
Aún hoy recordamos al Rey Carnaval permitiéndose serpentinas, trucos, tortitas en su honor durante tres días cada año.