Mario Pereyra, otro hombre de radio y medios mendocinos

Desde muy joven empezó su carrera en Emisora del Sol , paso por varios medios, hasta tener su propia agencia de contenidos digitales

Alejandra Cicchitti

Charlamos largamente con quien fuera el más joven del equipo primigenio de la Emisora del Sol y actualmente un experimentado profesional

-¿Cómo comenzó tu relación con la radio?

-La relación viene desde muy chico. Cuando entré a la Secundaria iba todos los días a sentarme en la puerta de la Emisora del Sol, que hacía poco tiempo estaba al aire. Yo quería estar ahí y perseveraba. Un día, vi entrar a Néstor Nardella, lo detuve y le pregunté si podía hacer algo, si necesitaban alguna clase de ayuda. Entonces Néstor me presentó a Fernando Zárraga (a quien ya había visto en el Martín Zapata), su asistente en el programa. Fernando me preguntó si quería atender el teléfono, que sonaba sin parar y así logré ser parte. Atendía el teléfono en "El Botiquín Extinguido" y como el telefonista debía tener un apodo, Nardella me puso "Maretes".

Al tiempo, presentamos un proyecto de programa con un amigo (Leo Martí, oyente fiel del "Botiquín") y pude conocer mucho mejor al hombre que más enseñanzas y de todo tipo, me dejó. Un maestro inconmensurable de la radio y de la vida: el Sr. Eduardo Bettles.

Con el beneplácito de Bettles, empezó "Camarote de Cristal" (el nombre fue un mix de ideas tiradas en la mesa, chocolatada de por medio) durante el cual contábamos la historia de las bandas más grandes de la historia del rock. Requería por supuesto de mucha producción, porque debíamos buscar la información en libros y revistas, no había internet, claro. El programa tenía guiones escritos a mano y salía los jueves a las 23 a 01 de la mañana. Una locura.

Al tiempo empezaron las vacaciones de los operadores y pude hacer suplencias. Primero en el control, durante el trasnoche y después en la sala de grabaciones por la tarde. Y allí, en la sala de grabaciones, encontré mi lugar. Me sentía feliz y fue Bettles (que todo lo veía) quien abrió esa puerta para quedarme.

Yo no era un pibe fácil, por eso agradezco la paciencia infinita que tuvo "El jefe", para aguantar y enseñar todo, a un casi adolescente con ansias de revolución. Además, fui el más chico del grupo, a excepción de los "Bad Boys", cuyas edades creo, no superaban los 12 años.

-¿Tuviste buenos compañeros?

-Admito que la generosidad de mis compañeros fue inmensa y aprendí algo de todos y cada uno de ellos. Siempre me apoyaron sin excepción: Gustavo De La Fontaine, Chano Freire, Angelito Casella, Omar Castellani, Piero Millán, Alejandra Díaz, Marcelo Tobares, Jorge Torres, Viviana García, Ricardo Tello, Néstor Nardella, Fernando Mancuso. Todos me recibieron como en su casa y fui adoptado como el hermano menor, insoportable.

La Emisora del Sol fue una gran escuela de profesionales. Todos los que pasaron por ese lugar, terminaron siendo grandes profesionales de los medios: locutores, operadores, productores, periodistas, comunicadores. Además, hasta el día de hoy, están repartidos en todos los medios de Mendoza y algunos en medios nacionales.

-¿Cuál fue tu otra gran escuela para aprender?

-En el 92 me fui de la radio. Hubo varias razones, la realidad fue que el equipo ya no era el mismo, Bettles no estaba y varios amigos habían partido también. Luego de unos meses fui convocado a Canal 9 por el Ing. Roberto Lauro, otro gran maestro. Comencé como operador de sonido en el control central. Era muy divertido, aunque "mis inquietudes" me valieron algunos enfrentamientos con compañeros. Yo llevaba mi música y editaba audios "a lo Emisora Del Sol", lo cual no fue muy bien recibido y con el tiempo la tormenta pasó.

Un par de años después vino lo mejor: Canal 9 armó un equipo de producción general, y quedé como parte de ese equipo, que lideraba Rolo Espósito. Llegaron cambios de tecnología a equipamientos de avanzada, producciones televisivas de alto vuelo y posibilidades creativas al 100%. Fueron varios años de ser verdaderas estrellas de rock, o al menos eso sentía yo. Podíamos hacer lo que se nos ocurriera, desde artísticas disruptivas en la pantalla, hasta poner en vivo una banda de 11 músicos como Karamelo Santo, un sábado al mediodía. Eramos tal vez, el mejor equipo de producción y realización en televisión que se vio en años. Algunos compañeros de ese equipo, hoy son directores de cámara muy respetados en el ambiente.

Control de producción de Noticiero 9

-¿Tus grandes mentores?

-Necesitaría un par de carillas para responder esto. Me voy a quedar con quienes me empujaron a querer ser mejor siempre, no solo como profesional, sino también como persona (algo en lo que todavía sigo trabajando y sigo aprendiendo). Sin querer, acabo de mencionarlos: Eduardo Bettles, el número uno indiscutido; Rolo Espósito (amigo, maestro y compañero) y Roberto Lauro (un avanzado visionario que enseñaba cosas a la manera de Bilardo) fueron bisagras en mi vida, cada uno en su tiempo y lugar y aprovecho esta instancia para agradecerles infinitamente todo lo que me enseñaron. Y existió mucha gente más y para nombrarlos debería disponer de más espacio en esta nota. A todos ellos gracias.

-¿Cuáles han sido tus estudios?

-Fui estudiando y capacitándome a medida que las circunstancias lo requerían. Así fue que estudié varias carreras, en las que avancé casi hasta el final y nunca terminé: Ingeniería en sonido; Comunicación social; Locución; Diseño gráfico y un montón de capacitaciones especiales. A esas sí las completé, intuyendo los tiempos que se venían: edición digital, marketing digital, producción y post de video digital, diseño para televisión, producción musical, operación de bandas en vivo, grabaciones y mezcla en estudio, hasta operador de fly cam (un modelo muy similar al steadycam) y más.

Junto a Mario Breuer, uno de sus ídolos  

-¿En qué otras radios has participado?

-A principios de los 90 me embarqué en una aventura muy loca (cuando no, de la mano de Bettles) llamada "FM Latinos". Esa radio rompió todos los esquemas existentes en unos meses, pues era de "corte tropical" y contaba con gran parte del equipo de la Emisora de Sol original. Ahí también estuve editando artísticas y aportando bases creativas en la edición, fue una muy linda experiencia.

En Rock and Pop Mendoza. 2005  

Luego llegó la otra parte importante de mi historia junto a Daniel Pacheco y Graciela Romera: la "Rock and Pop". Tuve a mi cargo el armado de la radio a nivel técnico y artístico. Debo admitir que armamos un gran equipo con ellos durante varios años. Me abrieron la puerta para conocer gente muy relevante de la radio a todo nivel, desde Mario Pergolini, o Elizabeth Vernaci hasta Bobby Flores, pasando por profesionales de primera línea atrás del vidrio, como Manuel Rodas, o Quique Prozen (mi ídolo radial). Fueron años de muy buena radio, con el mismo sentimiento de la Emisora. Fui muy afortunado y agradezco a quienes lo hicieron posible. Después enfrenté el desafío de armar a nivel técnico "Vorterix Mendoza" y de colaborar también en la creatividad. Unos años más tarde, hice lo mismo con "Metro Mendoza", ya como socio en este caso.

Marete junto a Mario Pergolini y Eduardo de la Puente

-¿Cómo percibís la radio actualmente?

-En mi opinión, la radio hoy está estancada en un formato sin salida. No va a desaparecer, por una cuestión de romanticismo pienso, pero sí se irá transformando la manera de recibirla. Antes, la radio hacía magia, el oyente imaginaba lo que estaba escuchando, cada uno colocaba la escenografía e imaginaba la cara de quien le hablaba. Así hubo miles de locutores con el rostro equivocado, porque la fantasía no condecía con la realidad. De igual manera hubo miles de hechos que nunca ocurrieron, aunque la fantasía de los oyentes los convirtió en realidad.

El streaming puso cámaras y la magia de la radio se fue. Tal vez por una cuestión generacional, la tecnología nos va acostumbrando a que todo sea servido en bandeja y que no haya nada para pensar o procesar. La radio está quedando en un híbrido porque no es radio y tampoco televisión. Existen otras reglas de comunicación, otro entretenimiento, otros códigos, la música pasa por otros lados. Las plataformas como Spotify o el mismo Youtube permiten escuchar a gusto lo que queremos.

  Radio Metro en vivo  

-¿Cuál es la actividad o desafío más lindo que hiciste?

-Recuerdo varios. La Fiesta Nacional de la Vendimia siempre fue un desafío hermoso. Participé en muchas desde la televisión y tuve la posibilidad de intervenir en un par de equipos de trabajo, siendo miembro del equipo o colaborador de contenidos visuales. Tal vez lo más lindo que recuerdo, fue un evento realizado en el teatro griego llamado "Musica bajo la Cruz del Sur". Tuve a mi cargo la cámara y el sonido para televisión y estuve literalmente "al lado" de artistas estupendos como Mercedes Sosa o Toquiño, con el soporte musical de una orquesta sinfónica. También hubo giras, recitales desde la consola de sonido y mucha música en el medio.

Otra experiencia inolvidable fue un viaje de 11 días a Liverpool, en 2004, para la BeatleWeek. Acompañé a la agrupación mendocina de tributo "Blackbird", que ganó el concurso de bandas en Argentina. Obtuvieron el derecho a tocar en los lugares más icónicos de la historia, como el Cavern Club, por ejemplo. Viajé con ellos como Ingeniero de sonido y productor de sonido, para desde mi lugar, lograr que sonaran lo más exacto posible a los discos. Ellos eran una banda realmente increíble.

 Con la banda tributo Blackbird en el Cavern Club  

-¿Qué estás haciendo actualmente?

-Actualmente tengo una agencia de contenidos digitales, en sociedad con Bianca Pacheco y Graciela Romera. Es un proyecto hermoso, que nos da la posibilidad de trabajar con gente muy joven y capaz y seguir aprendiendo todos los días. Cada uno aporta su impronta y experiencia, no es una tarea sencilla y creemos que el resultado es cada vez mejor.

-¿Proyectos futuros?

-Seguir creciendo de a poco y a paso firme con la agencia y llevar a cabo proyectos emparentados con la radio y el streaming. Queda mucho por hacer y hay que hacerlo bien

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