Pedro Saborido, en primera persona: actualidad, pasado y futuro de uno de los artistas que cautivó al país
El humorista, guionista, actor y escritor Pedro Saborido se presenta el próximo 5 de septiembre en el Teatro Plaza de Godoy Cruz, pero antes pasó por los estudios de Radio Post y habló de todo: los medios, el público, su carrera y el show junto a Felipe Pigna.
Uno de los humoristas y escritores que ha sabido arrancar carcajadas a miles de argentinos continúa con su labor incansable de despertar risas en el pueblo. Pedro Saborido se presentará el próximo 5 de septiembre junto a Felipe Pigna en el Teatro Plaza de Godoy Cruz para presentar su show histórico con pinceladas de humor. De paso por Mendoza, Saborido pasó por los estudios de Radio Post 92.1 y en diálogo con el programa "Tenés que saberlo", habló de todo un poco.
En primer lugar, Saborido se refirió a su paso por la radio y señaló que este es "el medio más noble de todos": "Después voy a ir a la tele y voy a decir lo contrario (risas). Yo trabajé en todos los medios, teatro, lo que se te ocurra y es en el que mejor la pasé siempre. Ahora con las cámaras es raro, la radio permitía manejar los dos mundos: estar hablando y el mundo de las señas. Pero me parece que no se termina de perder. Es el medio más humilde respecto a la cantidad de sentidos que le vas a pedir al oyente".
En esa línea, agregó: "Es el único que te permite seguir haciendo otra cosa, no podés manejar mirando la televisión, podés comer, pero no podés hacer nada. Entonces la radio aparece en ese sentido de compañía porque es alguien que te acompaña mientras hacés. Es el medio que más intensamente viví, fue el primero profesionalmente. A veces con Felipe Pigna vamos a las radios, siempre nos agarra un poquito decir, ‘tendríamos que armar algo para la radio también'".
El vínculo con las redes
Saborido contó que no tiene trato con las redes más allá de publicitar sus cosas, porque sino "sería un adicto": "Empezás a contestar a un boludo que te dice algo. Hay un momento donde se establece un código, ¿cuál es el código? Puedo recibir los mensajes de los oyentes, puedo tomar las consideraciones, pero no puedo entrar en una relación de uno a uno".
"Nosotros que nos dedicamos a esto, tenemos que mantener cuál es nuestro nivel de manejo y administración de la vanidad. Si vos lo tenés que hacer hasta un punto. Somos vanidosos, por eso nos dedicamos a eso, sino estaríamos haciendo otra cosa. En esa vanidad hay un momento donde vos no podés permitir que te controle al tal punto de agarrártela con uno. Hay veces que salimos de charla donde la gente está ahí y yo digo ‘ese pelado no se ríe' y en la salida me dice ‘sos buenísimo'", agregó el humorista.
El libro que se viene
Autor de cinco libros, el escritor contó que está trabajando para poder sacar uno nuevo en breve: "Tengo cinco libros: Una historia del fútbol, Una historia del conurbano, Una historia del peronismo, Una historia del amor, y Una historia de la vida en el capitalismo. Y ahora voy a sacar otro, Una historia de la felicidad. Son cuentos que vienen con su propio análisis. Cada cuento viene con dos tipos, dos supuestas personas que analizan el tema del que se habló en el cuento. De esa manera, uno descarga toda esa parte que querés meter adentro del cuento conceptual, medio de sociólogo de pizzería que soy, lo bajo ahí. Los cuentos en realidad salen de todas las charlas que voy teniendo con la gente. Estoy seguro que lo que charle acá va a impactar en algún momento, y quizá no sea parte de un cuento, pero va a ser parte de algo".
Las capas del humor
Por otro lado, Saborido señaló que los sketches que hacen Diego Capusotto están pensados para que tengan diferentes capas de humor: "Una primera capa que es el cachetazo, como decimos nosotros. Después otra que pueda haber un diálogo o algo por atrás, un detalle. Entonces lo ves de nuevo y decís ‘esto no lo había visto'. Yo creo que muchas veces uno debería hacer eso muchas veces con los libros o con las películas, porque también no es solamente que vos lo ves de vuelta y le vas a dar un detalle como mirar la montaña. Es tomarse el tiempo y uno está todo el tiempo muchas veces pendiente de que eso te entretenga ahora y pase a otra cosa y no se toma el tiempo".
Además, se refirió a la magia de la televisión: "Cuando vas al cine, hay una diferencia con la televisión: estás condenado. En el cine y de pronto hay un plano largo y vos no te vas del cine. Y tu propio cerebro te empieza a llevar a ver detalles. Por ahí estás en tu casa y te levantás al baño, cambiás. Entonces también entregarse un poco al aburrimiento que te provoca algo".
"Homo Argentum" y la necesidad de discutir
El humorista comentó que no ha visto la controversial película de Guillermo Francella y que lo que hoy existe es una necesidad de poder participar en las discusiones: "Cuando yo era chiquito, había una propaganda que decía que no vayas a la cancha a descargar pasiones y frustraciones contenidas, no vayas a putear. Y yo decía ‘que bien'. Pero con el tiempo dije ‘a la cancha se va a putear', ¿a qué vas a un recital? Mucha gente va a hacer pogo ¿está mal? No, si está controlado no. Hay cosas que son el motivo para poder hablar, mucha gente va porque todo el mundo está hablando y yo también, están hablando todos. Creo que cada uno ve una película distinta, eso puede pasar, y si nos ponemos a pensar en Peter Capusotto y sus videos, cada una va a tener un personaje distinto; y si hablamos de asado, cada uno va a tener un corte distinto. En realidad lo que hay son ganas de discutir. Esto va a ser hasta que en un momento nos aburramos".
La segmentación del público
Saborido señaló que ve una gran segmentación dentro del consumo de la sociedad en este último tiempo: "Venimos de un consumo de medios de comunicación mucho menos segmentado donde, seguramente hace 40 años en Mendoza había dos canales de televisión o tres y cuatro radios entonces estábamos todos obligados a escuchar lo mismo. Yo era chico y si quería escuchar rock no podía, no había un programa de rock en radio. Hoy puedo pasar por un lugar que hay un afiche que es una banda portorriqueña que si no escuchás Radio Disney no lo conocés. El otro día vi un afiche de Camilo, no sé quién es. Estamos en más segmentos porque cada uno va teniendo más particularización en su consumo. Entonces viene un productor y me dice ‘tenés que ver a Jenny La Paraguaya'. Y yo no sé quién es".
En esa línea, agregó: "Por ahí no tenés la oportunidad de descubrirlo porque el segmento hace que vos, más que expandirte, profundices. Veas más cada vez de una sola cosa. Por ejemplo, el fútbol: cualquier persona puede consumir fútbol todo el día, sea partidos o gente hablando de fútbol. Yo terminaba viendo un noticiero a los 8 años, yo conocía a Dyango porque estaba mirando a Badía y compañía y esperando que aparezca Charly García".
Su vínculo con Tato Bores y con Capusotto
Si bien destacó que en ambos trabajos se sintió bien, también señaló que eran cómicos distintos y que el trabajo era diferente: "Es como un director técnico que llega y es lo que hay, no con lo que vos quisieras. Tal vez disfruté más con Diego por una cuestión generacional. Tato era un tipo mucho más grande que yo y era un poco más "profesional", era más distante. Con Diego nos sentamos a hacer las cosas juntos. Yo escribo después él las actúa, pero nos sentamos a sacar las ideas, pasamos por esa angustia de no tener la idea, esa sensación orgásmica de que se te ocurre, que es tan lindo cuando se te ocurre una idea. Después viene el problema que hay que hacerla. Pero en los momentos que se te ocurre..."
Además, destacó que muchas veces planificaron algunos personajes que pensaron que iban a funcionar y no terminaron resultando: "Hemos pensado que éramos Fellini y Woody Allen juntos sacando un personaje y fue una batata después. Pero muchas veces hemos disfrutado de hacer algo que por ahí nos gustaba a nosotros y que no funcionó, pero nos gustaba a nosotros. Pero para que vos, en un programa de televisión, un programa de radio o en una parrillada, o en una mesa dulce, o en un partido de fútbol, primero hay que cumplir con el objetivo, que es que la gente se ría. Entonces cuando decíamos ‘esta historia funciona, metemos a Micky Vainilla y arriesgamos con uno acá'. Con Diego, cada vez que hacemos un programa, tiene que haber dos personajes nuevos por programa porque es la única manera en que vos, con la disciplina, te obligás a que la cabeza se mueva porque si no te quedás y se te va a agotar".
El show con Pigna
Acerca del show que presentará junto al reconocido historiador Felipe Pigna, el artista señaló que se habla de todo un poco: "Vamos a hablar de amores en la historia argentina; de la deuda un ratito nada más para que no nos deprimamos, vamos a hablar de cómo influye en tu vida la deuda: la deuda grande y tu deuda chica; vamos a hablar de la grieta. Muchas veces las cosas de Peter Capusotto podrían funcionar para hablar de la actualidad. Felipe dice ‘yo me ocupo del pasado y ustedes parece que se ocupan del futuro'".
En esa línea, añadió: "Lo que hacemos con Felipe tiene esas dos fases: una fase que tiene el disfrute que aprendés cosas, que te enterás de cosas, de detalles, de vueltas de la historia; y después tiene un momento que son más divertidos, donde a partir de ese tema que se plantea históricamente, yo hago algo más así como de sociología de pizzería y ver cómo hoy seguimos viviendo la historia, civilización y barbarie, federales y unitarios".
Un país centralizado y provincias estereotipadas
Como punto de partida del show histórico, Saborido recalcó que hay muchas cosas "que siguen repitiéndose": "Vos ves la relación de Buenos Aires y el resto del país sigue siendo la misma que desde 1816 para acá, Mendoza sigue estando ahí sufriendo el hecho de no encontrar a veces las propias centralidades. Eso siempre lo planteamos: siempre hay una inercia que se ve en lo cultural. El tipo que había luchado en determinado momento algunos recursos para defender los intereses de Mendoza respecto de la Ciudad de Buenos Aires, hoy eso lo ves de una manera que es la simetría cultural. ¿Vos sabés quién es el jefe de gobierno de la Ciudad de Buenos Aires? Andá a preguntarle a un porteño que es el intendente de Maipú. Después de la arquetipización: vas a Mendoza, vas a tomar vino. No hay más nada, toman vino, no hay industria, no hacen otra cosa, no hay montaña".
Además, señaló que siempre los artistas recomiendan lo mismo cuando algún otro llega a la provincia: "La vez pasada que vinimos al Plaza, esperemos que se vuelva a repetir ese fenómeno de calidez, toda la gente que viene de Buenos Aires te dice ‘guarda con el público mendocino que son como los cordobeses o los de Bariloche, son bravos, te miden'. Es algo que es complicado ¿con respecto a cuál? Al tuyo. Es como lo que todos critican la película de Francella, que es un porteño. Uno dice los argentinos somos así y viene una persona de Comodoro Rivadavia y dice que nada que ver".
En esa línea, trazó un paralelismo con lo que ocurre en el peronismo: "Es un público diferente al que ves allá. Es como el peronismo: dicen ‘yo no entiendo el peronismo cordobés', pero es el peronismo en Córdoba. ¿Vos pensás que el peronismo normal y estándar es el de Buenos Aires y el conurbano? Entonces todos los demás van a ser distintos porque vos los medís con respecto a ese".
El recibimiento de la gente y la dupla con Pigna
Finalmente, el artista recordó que las entradas están disponibles en internet y destacó que siempre son bien recibidos en sus visitas: "Nos va muy bien y esperemos que nos reciban también bien acá, es la segunda vez y es la primera vez que repetimos un lugar. Felipe es un académico tremendo y yo disfruto mucho hacerlo. Lo que mucha gente no sabe es que siempre la función es distinta porque yo le pregunto cosas distintas. Si me dice cualquier cosa es Felipe Pigna ¿qué le voy a decir? Ha sido muy generoso siempre conmigo y a partir de eso tratamos de hacer una cosa en la cual yo hago un poquito por momentos de público, tratando de ir intuyendo esa pequeña otra preguntita más que haría la gente", concluyó.