El Gobierno enfrenta vencimientos por $25 billones y busca oxígeno con una inyección de liquidez

Con pagos concentrados en noviembre y diciembre, el equipo económico flexibiliza la política monetaria y apunta a estimular el crédito. El Banco Central y el Tesoro coordinan medidas para aliviar la tensión del mercado de pesos y estabilizar tasas.

Luego de un octubre marcado por la incertidumbre electoral y las presiones cambiarias, el Gobierno encara un mes clave: deberá afrontar vencimientos de deuda en pesos por $25 billones a lo largo de noviembre. En paralelo, intenta reactivar una economía frenada desde febrero mediante una política más laxa que facilite el crédito y baje las tasas de interés.

El Ministerio de Economía inició una serie de acciones para estabilizar el mercado interno. Entre ellas, se destaca una inyección de $4,5 billones y la recompra de bonos para contener la volatilidad de las cauciones, el segmento de préstamos a muy corto plazo que había mostrado falta de liquidez.

Durante la última licitación de instrumentos en moneda local, la Secretaría de Finanzas logró colocar $6,87 billones sobre una oferta de $7,84 billones, lo que implicó una renovación del 57,2% de los $11,8 billones que vencían. Aunque el porcentaje de rollover fue moderado, el resultado permitió extender los plazos promedio de la deuda y reducir el costo financiero.

Las nuevas emisiones mostraron una preferencia por títulos a tasa fija, con una tasa efectiva mensual promedio de 2,87%, y con un descenso más pronunciado en la serie T30A7, que se ubicó en 2,55%. Según el economista Federico García Martínez, la demanda de instrumentos con vencimientos superiores a cinco meses creció y el plazo promedio de endeudamiento mejoró respecto de las licitaciones previas.

El Tesoro evitó emitir títulos dollar linked, concentrando la oferta en instrumentos a tasa fija para reforzar la tendencia a la baja de las tasas de interés. En paralelo, el Banco Central (BCRA) acompañó el movimiento del mercado regulando la liquidez y ajustando los encajes bancarios.

A partir de noviembre, la exigencia de efectivo mínimo por depósitos a la vista se calculará como un promedio mensual, con un piso diario del 95%, lo que permitirá a las entidades financieras una administración más flexible de sus reservas.

El calendario de pagos sigue siendo exigente. De acuerdo con la consultora Equilibra, el Tesoro deberá desembolsar $10,5 billones el 5 de noviembre, $14,1 billones el 26 de noviembre y $12,6 billones el 11 de diciembre. A esto se suman compromisos externos por más de USD 1.200 millones, entre vencimientos con el Fondo Monetario Internacional (USD 800 millones) y otros organismos multilaterales (USD 400 millones).

El Tesoro mantiene depósitos en el BCRA por alrededor de $9,8 billones, tras una caída de casi $2 billones producto de las recompras de deuda. Este monto funciona como un colchón de liquidez para afrontar los próximos compromisos y sostener el proceso de normalización del sistema financiero.

Con la mirada puesta en el cierre del año, el Gobierno busca sostener el equilibrio entre la necesidad de financiamiento y la recuperación de la actividad económica. La evolución de la demanda de dinero y la confianza del mercado serán claves para determinar si la flexibilización monetaria logra reactivar el crédito sin desestabilizar los precios.


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