"Extraña situación" hace que el FMI avise sobre de un posible final abrupto de la calma en los mercados
El FMI advierte y ve posibilidades de una corrección, pero como se ha podido comprobar en otras ocasiones, esto no ocurre siempre.
"Reina el optimismo en la renta variable y buena parte de los mercados globales en medio de un contexto realmente incierto y plagado de desequilibrios. Las bolsas de medio mundo se encuentran en máximos históricos, pese a que el crecimiento global pierde impulso, la deuda pública no para de crecer, las tasas de los bonos soberanos suben, los conflictos bélicos no desaparecen y la tensión geopolítica sigue en aumento. Esta extraña calma tiene con la 'mosca detrás de la oreja' al Fondo Monetario Internacional (FMI) que cree que un pequeño detonante puede acabar con toda esta calma de la 'noche a la mañana', generando un terremoto financiero que provoque grandes ventas y una caída de los precios rápida y vertical". Así presento la novedosa (y riesgosa) situación el periodista Vicente Nieves en El Economista de España.
"Los riesgos para la estabilidad financiera en el corto plazo, según la medida del FMI de crecimiento en riesgo a un año, permanecen contenidos en torno al percentil 40 de su distribución histórica (los riesgos son bajos a corto plazo). Sin embargo, estas condiciones financieras acomodaticias, que mantienen a raya los riesgos inmediatos, también facilitan la acumulación de vulnerabilidades(como valoraciones elevadas de activos, el aumento global de la deuda privada y pública, y el mayor uso del apalancamiento por parte de las instituciones financieras no bancarias), lo que incrementa los riesgos para la estabilidad financiera en el futuro", avisó el informe del FMI en el resumen ejecutivo.
El informe del fondo destaca que desde la publicación del Informe sobre la Estabilidad Financiera Mundial (GFSR) de abril de 2024, la actividad económica global se ha moderado y la inflación ha seguido desacelerándose.
Con el inicio de una relajación monetaria por parte de los principales bancos centrales, las condiciones financieras se han mantenido acomodaticias, los mercados emergentes han mostrado resiliencia y la volatilidad de los precios de los activos se ha mantenido relativamente baja, en términos netos. Esta es la parte positiva, que no es poco, que está ayudando a mantener e impulsar el precio de buena parte de los activos, que, no obstante, empiezan a alcanzar valoraciones históricamente elevadas.
Menor inflación y tasas de interés más bajos mejoran el clima empresarial y animan a la inversión y el consumo. Esto ha generado una situación que parece benigna en el corto plazo, pero en el medio y largo plazo la situación es diferente.
Los economistas del fondo admiten que estas vulnerabilidades crecientes podrían amplificar impactos negativos a medio y largo plazo (los problemas y los riesgos se acumulan bajo la alfombra), "que se han vuelto más probables debido a la elevada incertidumbre económica y geopolítica, en un contexto de conflictos militares activos y políticas inciertas por parte de nuevos gobiernos. En particular, la creciente desconexión entre la incertidumbre y la volatilidad de los mercados incrementa la posibilidad de repuntes súbitos de volatilidad y fuertes cambios de precios en los activos, que podrían verse amplificadas por estas vulnerabilidades".
El FMI cree que existe el riesgo de ver en los mercados "reacciones violentas que pueden producirse cuando los aumentos de volatilidad interactúan con posiciones apalancadas en las instituciones financieras, generando reacciones no lineales y acelerando las ventas".
De hecho, el FMI muestra que los nuevos aumentos de la incertidumbre económica podrían intensificar los riesgos bajistas sobre el crecimiento, los precios de los activos y el crédito bancario. "Además, la incertidumbre puede provocar efectos de contagio transfronterizo a través de vínculos comerciales y financieros", reza el informe del FMI.
La deuda pública, en el foco
El informe de elEconomista.es indicó que "Francia, Reino Unido, EEUU... el 'virus' de la elevada deuda pública se expande, mientras que los tradicionales contagiados (Japón, Grecia o Italia...) siguen con dificultades, los nuevos contagiados han irrumpido con fuerza".
Con todo, "los altos niveles y el rápido crecimiento de la deuda soberana continúan representando un reto global. Cada vez son más los países que no logran alcanzar superávits primarios que estabilicen su deuda en el largo plazo, por lo que la emisión global de deuda está aumentando", explican desde el FMI.
La lógica dice que ante una demanda de deuda (bonos soberanos) estable y una oferta creciente, el resultado será unas tasas de interés cada vez mayores para atraer a los inversores hacia ese 'exceso' de emisión de deuda pública. El problema es que unas tasas de interés superiores suelen desencadenar un déficit público aún mayor por un incremento de los gastos financieros de los gobiernos.
"En muchas economías avanzadas, una proporción cada vez mayor de emisiones de deuda pública deberá ser absorbida por compradores sensibles al precio, en un contexto de endurecimiento cuantitativo, lo que podría aumentar la volatilidad en los mercados de bonos. En los mercados emergentes y economías vulnerables con escasos márgenes fiscales, los diferenciales de los bonos soberanos y los seguros contra impago de crédito (CDS) han aumentado más que en otras jurisdicciones, encareciendo el servicio de la deuda", avisan desde el FMI.
En la parte del sector privado (empresas y familias), a pesar de que las tasas globales están bajando, muchas empresas seguirán teniendo que lidiar con dificultades para hacer frente a sus pagos de deuda en los próximos años. Aunque la actividad económica parece sólida y los balances corporativos han mantenido robustos los márgenes de algunas compañías, los impagos han ido aumentando entre las empresas más débiles. Algunas medianas empresas con financiación privada a tasas elevadas están recurriendo a métodos como el "payment-in-kind", es decir, diferir pagos de intereses mediante la emisión de más deuda, según explican desde el FMI. Además, las restricciones al comercio internacional y los eventos geopolíticos están presionando a las empresas mediante un aumento de los costes de insumos y una menor capacidad de pago.
Riesgos, riesgos y riesgos. El FMI advierte y ve posibilidades de una corrección, pero como se ha podido comprobar en otras ocasiones, esto no ocurre siempre. Este miércoles, los mercados volvieron a cotizar con optimismo, con subidas en las acciones, petróleo, oro... mientras que el sector inmobiliario acelera en su senda alcista en buena parte del globo. El efecto riqueza a su vez alimenta el consumo, mientras que las bajadas de tasas de interés mantienen viva la inversión. La rueda sigue en movimiento mientras que los riesgos se acumulan.