El 40% del ajuste fiscal recayó en jubilaciones, salarios y ayuda social

El Gobierno implementó un ajuste fiscal histórico equivalente al 4,7% del PBI, logrando revertir el déficit del 2023 y alcanzando un superávit del 0,3% del producto. Sin embargo, este resultado se logró a costa de recortes significativos en áreas clave como jubilaciones, salarios, educación, seguridad social, agua potable, alcantarillado y vivienda.

La estrategia de ajuste fiscal permitió cerrar el año con superávit por primera vez desde 2010. Para el Gobierno, este equilibrio es fundamental en un contexto de atraso cambiario, con el objetivo de evitar mayores presiones sobre el dólar. Sin embargo, la reducción del gasto afectó partidas con un alto impacto social, poniendo en el centro del debate la sostenibilidad de estos ajustes en 2025, cuando el impuesto PAIS, que jugó un rol clave, podría no ser suficiente para mantener el superávit.

Según un informe del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF), los principales recortes de 2024 se concentraron en las transferencias de capital a las provincias (-96%), la inversión real directa (-70%) y las transferencias corrientes a las provincias (-67,8%). No obstante, el ajuste más significativo se observó en las jubilaciones, con una reducción del 16,4% interanual, representando el 19% del total del ajuste.

El ajuste golpeó a los sectores más vulnerables

El recorte en los salarios de los empleados estatales alcanzó un 20,3% interanual, representando el 9% del ajuste total. Sumado al ajuste en jubilaciones, estos dos sectores soportaron el 28% del ajuste fiscal. Además, los programas sociales sufrieron una disminución del 32,5% real, explicando el 12% del recorte total. En conjunto, jubilados y empleados estatales absorbieron el 40% del ajuste implementado.

Las transferencias a las universidades también sufrieron un importante recorte del 25,5% en términos reales, generando un fuerte impacto en el sistema educativo, lo que derivó en multitudinarias protestas a lo largo del año. Por otro lado, la obra pública financiada directamente por la Nación experimentó una caída del 70,1%, afectando el desarrollo de infraestructura en sectores clave como vivienda, energía y transporte.

Perspectivas y desafíos para 2025

El Grupo SBS destacó que el desempeño fiscal de 2024 demuestra la firme voluntad del Gobierno de mantener el orden en las cuentas públicas. No obstante, advirtió que persisten desafíos significativos para el próximo año. En un contexto donde la apreciación del tipo de cambio es clave para contener la inflación, el cumplimiento de las metas fiscales será fundamental para evitar episodios de volatilidad cambiaria y el incremento de la brecha cambiaria.

Con un panorama global complejo y riesgos exógenos en el horizonte, la disciplina fiscal continuará siendo el eje central de la política económica del Gobierno en 2025.


Bae

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