Expertos advierten sobre la necesidad de aumentar exportaciones

Diferentes especialistas alertan acerca de la balanza comercial y su situación de cara al cierre del 2025. Desde Jidoka, empresa líder en comercio exterior, advierten la necesidad de aumentar las exportaciones.

A medida que se acerca el cierre del año, un análisis de la balanza comercial argentina enciende luces de advertencia. Si bien el país mantiene un superávit, la brecha entre exportaciones e importaciones se ha reducido drásticamente, una situación que desde la perspectiva de Jidoka, empresa líder en comercio exterior, requiere una atención estratégica para no frenar el crecimiento económico.

Los datos oficiales del Intercambio Comercial Argentino (ICA) para el período de enero a agosto de 2025 muestran una dinámica preocupante. Mientras que las exportaciones alcanzaron los USD 55.367 millones, representando un modesto aumento del 6,2% interanual, las importaciones se dispararon a USD 50.296 millones, un incremento del 32,1% en comparación con el mismo período del año anterior.

Esta asimetría en el crecimiento ha provocado que el superávit comercial se contraiga a USD 5.071 millones, una cifra significativamente menor a los USD 14.075 millones registrados entre enero y agosto de 2024. Esto representa una caída del 64% en el saldo positivo, un dato que no puede pasar desapercibido.

Desde Jidoka subrayan que la solución no reside en una contracción de las importaciones, que hoy se encuentran en una fase de reactivación tras la eliminación de barreras como el impuesto PAIS y la necesidad de abastecer a una industria en recuperación: "Las importaciones son un motor esencial para la producción y la modernización tecnológica. Bienes de capital, insumos y tecnología que no se producen en el país son fundamentales para que nuestras industrias puedan competir y, eventualmente, exportar más y con mayor valor agregado", explica Gabriel Salomón, director de Jidoka.

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El desafío, según la empresa, es lograr un crecimiento más armónico, donde las exportaciones puedan expandirse a un ritmo que permita sostener el nivel de importaciones necesario para el desarrollo. "Restringir las importaciones sería un paso atrás que afectaría la capacidad productiva y la competitividad a largo plazo. El foco debe estar en políticas que incentiven la producción exportable, abran nuevos mercados y agreguen valor a nuestros productos", agregó Salomón.

El contexto muestra que el aumento de las compras al exterior está impulsado por la adquisición de vehículos, bienes de capital y piezas para la industria, lo que evidencia una reactivación de la actividad económica. Sin embargo, esta dinámica también ha ampliado el déficit comercial con socios clave como China y Brasil, generando preocupación entre analistas por la presión sobre las reservas del Banco Central.

Un obstáculo adicional que Jidoka identifica como un freno para la competitividad de las exportaciones argentinas es el sistema de devolución del IVA. Si bien las exportaciones están exentas de este impuesto, los exportadores deben financiar el IVA de todas sus compras locales de insumos y servicios necesarios para la producción. Posteriormente, pueden solicitar la devolución de estos créditos fiscales.

Pero el problema central radica en la demora de este reintegro, que puede extenderse hasta por un año. Este largo período obliga a los exportadores a incorporar el costo financiero del IVA a sus precios, lo que en la práctica reduce su rentabilidad. En muchos casos, este 21% de sobrecosto financiero supera el margen de ganancia de la operación, afectando directamente la competitividad del producto argentino en el mercado internacional.

La situación contrasta marcadamente con la de otros países de la región, como Chile, donde el mismo proceso de devolución del IVA se completa en menos de un mes. "Una agilización en los plazos de reintegro del IVA sería una medida de alto impacto y bajo costo fiscal que podría mejorar significativamente la competitividad de nuestras exportaciones. Es fundamental que el gobierno ponga el foco en optimizar estos mecanismos para que los exportadores puedan operar en condiciones más favorables", concluye Salomón.

De cara al cierre de 2025 y con la vista en 2026, Jidoka insiste en la importancia de una política de comercio exterior que busque el equilibrio no a través de la restricción, sino de la expansión. Fomentar un acercamiento entre la curva de crecimiento de las importaciones y las exportaciones es vital para garantizar la sostenibilidad del crecimiento económico argentino y fortalecer la posición del país en el escenario global.

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