Por qué el Bonar 2029 "es una apuesta estratégica a largo plazo"

"Desde el lado del inversor, el bono suma otro elemento de interés: en el actual armado de carteras -incluida la estrategia de inversión del aguinaldo- el Bonar 2029 puede aportar diversificación y un rendimiento atractivo dentro del universo de instrumentos en pesos y dólares. En un contexto donde el país vuelve lentamente a probar su acceso al mercado, participar de estas primeras etapas no solo ofrece retorno, sino también una lectura temprana del rumbo financiero." agrega Federico Palmisano, CFO de YONT, una fintech dedicada a facilitar el acceso a las finanzas personales y las inversiones.

La última colocación del Tesoro -el nuevo Bonar 2029- dejó números para mirar de cerca: se adjudicaron USD 1.000 millones de valor nominal a un precio de USD 91, lo que implicó financiamiento fresco por USD 910 millones y una tasa del 9,26% anual. Rápidamente surgieron cuestionamientos: "¿Por qué emitir por arriba de algunas provincias? ¿Por qué no se logró una tasa más baja?"

La respuesta, sin embargo, no está en el corto plazo. Está en el proceso.

En los mercados de deuda, la puerta no se abre fácilmente: se destraba de a poco. Y cuando se cierra, lo hace de golpe. La única manera de reconstruir credibilidad, después de años de desconfianza, es volver a emitir en montos moderados, con precios que resulten atractivos para los inversores, un incentivo necesario para que el mercado vuelva a mirar a la Argentina como un deudor posible.

En ese sentido, la licitación dejó una señal relevante: hubo demanda por encima de lo ofrecido, más de 2.600 posturas que totalizaron USD 1.420 millones de valor nominal. El apetito apareció, aun cuando la tasa quedó apenas por encima de lo que algunos esperaban. La reconstrucción del crédito soberano es, inevitablemente, un camino gradual.

Y hay un punto que conviene subrayar: sin financiamiento, no hay economía que pueda crecer. El crédito no es un lujo; es una condición básica para que cualquier país logre sostener inversión, infraestructura y estabilidad fiscal. Pretender que el Tesoro vuelva a financiarse a tasas "de país normal" sin recorrer antes este sendero sería desconocer cómo funciona el mercado global.

Por eso, más allá de las críticas, la emisión del Bonar 2029 es un paso en la dirección correcta. Un paso chico, sí, pero firme.

"Desde el lado del inversor, el bono suma otro elemento de interés: en el actual armado de carteras -incluida la estrategia de inversión del aguinaldo- el Bonar 2029 puede aportar diversificación y un rendimiento atractivo dentro del universo de instrumentos en pesos y dólares. En un contexto donde el país vuelve lentamente a probar su acceso al mercado, participar de estas primeras etapas no solo ofrece retorno, sino también una lectura temprana del rumbo financiero", agregó Federico Palmisano, CFO de YONT, una fintech dedicada a facilitar el acceso a las finanzas personales y las inversiones.

Argentina está intentando reescribir su relación con el crédito. Y como toda historia que busca terminar bien, empieza por gestos modestos, consistentes y -sobre todo- sostenidos.

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