Cambio climático: ¿cómo afecta a la industria vitivinícola y cómo se trabaja en revertir sus efectos?
Irma Remigio, coordinadora de Sustentabilidad de la bodega Domaine Bousquet, habló acerca de la importancia de combatir los efectos del cambio climático y cómo trabajar desde la industria vitivinícola en este contexto.
Los efectos del cambio climático han llevado a que las zonas de producción de vides hayan sido desplazadas y que la industria deba tomar nuevas medidas para poder combatir las consecuencias y poder cuidar el ambiente. Irma Remigio, coordinadora de Sustentabilidad de la bodega Domaine Bousquet, habló en "Tenés que saberlo", por Radio Post 92.1, y se refirió a las maneras en las que se puede aportar desde el sector en la lucha contra el cambio climático y los efectos que se producen por este.
"Nosotros por el momento somos privilegiados, todavía estamos con una cercanía a la montaña, con todo el tema del agua del deshielo y de los pozos, pero sí es una temática bastante fuerte. Venimos trabajando con IWCA, a partir de mediciones de huellas de carbono, formas de secuestrar el carbono con una agricultura regenerativa, que también practicamos, pero es un temita fuerte el cambio climático: viene moviendo la ubicación de los viñedos muy fuerte porque no llega agua a algunos puntos, cambian los ciclos de agua, acelera un poco la maduración y una maduración más tecnológica, entonces tenemos que cosechar más temprano, pero no necesariamente viene con los compuestos fenólicos con su madurez correcta, entonces terminan siendo vinos mucho más ligeros en en años más calientes", comentó Remigio.
La ingeniera explicó que se analiza hasta cuándo y qué tipo de viñas se pueden cultivar y de a poco ir adaptándose: "Obviamente, luchando contra el cambio, que es realmente divulgación de información y empezar a trabajar en conjunto con otros sectores, porque sólo el vitivinícola no lo va a cambiar el resultado de las emisiones de CO2, que estamos emitiendo mucho más. Es un problema global y va acompañado también obviamente de un bajo consumo de alcohol por una conciencia de búsqueda por ser más saludables también y el mundo del vino va a tener que adaptarse. Ahora se adapta también con vinos de bajo alcohol, que ahora es más difícil hacerlo, ya que estamos con todo el tema del calentamiento global".
Además, Remigio señaló que existen cada vez más especializaciones académicas asociadas al cambio climático e impactos ambientales, destinadas a entender y guiar a las diferentes industrias: "Cómo pueden seguir contribuyendo de una forma positiva para que no sigamos emitiendo más de lo que la tierra puede realmente procesar. La agricultura regenerativa es un mundo y es una de las soluciones, no es solo reforestación, realmente avanzar con una agricultura regenerativa que mantiene el suelo cubierto, que mantiene el secuestro del carbono en los interfoliarles de los viñedos, es bastante importante. Tener en cuenta también todos los combustibles fósiles que estamos trabajando y empezar a empujar a las otras industrias, nuestros proveedores, también a buscar otras soluciones, porque también son parte de nuestro alcance".
En esa nueva lógica, Remigio comentó que hay algunas plantaciones que buscan espacios sombreados: "Buscan integrar árboles entre viñedos, hacer algo como agroforestería, también pensando en eso. Muchos mantienen también la canopia realmente vigorosa y a la vez no desmaleza al lado del viñedo para mantener la temperatura de ese microclima que se hace. Un suelo pelado levanta temperatura razonablemente, cuando un suelo cubierto no sólo secuestra carbono, porque están ahí toda la biomasa trabajando, también mantiene una temperatura un poco más amena".
A su vez, la ingeniera explicó que en Mendoza ya se sienten los efectos de los cambios del ciclo del agua: "En Mendoza es muy nítido ver que al lado este no llega agua, los vitivinicultores venden los terrenos a barrios privados porque no les llega agua. Y eso no es sólo por el agua superficial del hielo en sí, también por el tema de las napas. Muchos agrónomos de mi medio han tenido que bajar pozos y van bajando la bomba en el pozo porque estamos consumiendo más de lo que se está acumulando. Eso es un peligro en los próximos años. Entonces, hay que ser consciente de eso, hablar con el gobierno, que el gobierno esté realmente controlando pozos indebidos, nuevos pozos, que está prohibido generación de nuevos pozos, control de consumo de agua en casa también: el mendocino, como no tiene el control por consumo, termina consumiendo mucho más porque no tiene esa consciencia, no le duele el bolsillo".
Además, comentó que hay muchos proveedores de uvas orgánicas que les comentan que cada vez les da más trabajo mantener las viñas y esto lleva a que abandonen los terrenos: "Yo diría que seamos positivos, con IWCA y muchas otras mesas redondas se trabaja muy fuerte para búsquedas de soluciones puntuales científicas de reducción de huella de carbono y la idea es que todos estén al tanto, todos están buscando la misma solución, que todos se sumen a la misma causa. Estamos pasando del límite planetario que es el cambio climático. Ya hemos pasado en un momento la de ozono y teníamos todo el tema de la capa de ozono y hoy en día estamos bien con eso. Entonces es algo reversible, pero tiene que ser con conciencia, con prácticas agrícolas sanas, con consumos sanos. El hecho de estar todo el tiempo consumiendo cosas para descartar cosas tampoco es sano para el planeta, porque estás reforzando una reproducción de algo que al final puede ser innecesario en la vida cotidiana. Entonces son esos pequeños hitos que van formando".
Finalmente, marcó que la solución y la lucha contra el cambio climático debe ser abordado de manera integral: "Las empresas necesitan trabajar en la parte de la estrategia de sustentabilidad, realmente entender, medir sus huellas, saber qué impacto tiene, hacia dónde va tu vino, si en el lugar que va es reciclable, si no es reciclable el packaging que estás mandando, toda esa responsabilidad y de una forma holística, tener conciencia del máximo de alcance posible para que puedas trabajar al máximo en los mínimos detalles en tus formas de reducir esa huella", concluyó.