Mendoza ocupa el décimo lugar en densidad empresarial: datos comparados
Los principales datos resumidos del último informe del Consejo Empresario Mendocino (CEM).
La competitividad vuelve a ocupar un lugar central en el debate sobre el desarrollo económico de Mendoza y del país. Un reciente informe del Consejo Empresario Mendocino (CEM) pone el foco en un indicador clave para medir el dinamismo productivo: la densidad empresarial, es decir, la cantidad de empresas por cada mil habitantes. Los datos revelan un estancamiento prolongado que condiciona la creación de empleo formal, la inversión y el crecimiento sostenido.
Según el estudio, entre 1996 y 2023 el número de empresas privadas registradas en Argentina creció un 41%, al pasar de 442.084 a 623.470 firmas. Sin embargo, ese aumento fue prácticamente equivalente al crecimiento poblacional, por lo que la densidad empresarial se mantuvo en torno a las 13 empresas cada 1.000 habitantes, sin avances significativos en casi tres décadas. Este comportamiento refleja las dificultades estructurales del país para ampliar su base productiva en un contexto marcado por la inestabilidad macroeconómica, la alta inflación, el desorden fiscal y una elevada presión tributaria sobre el sector privado.
El informe advierte que una mayor densidad empresarial está directamente asociada a economías más competitivas, con más oportunidades para emprender, innovar, generar empleo formal y diversificar la matriz productiva. La evidencia también muestra una relación inversa entre densidad empresarial y pobreza estructural, lo que refuerza la importancia de fortalecer el entramado productivo como vía para mejorar el bienestar social.
Desde una mirada regional, la estructura empresarial argentina presenta una fuerte concentración geográfica. La Región Pampeana reúne el 75,6% de las empresas del país y lidera también en densidad, con 15,5 firmas cada 1.000 habitantes. Le siguen la Patagonia, con 14,1, mientras que Cuyo se ubica por debajo del promedio nacional, con 11,2. Las regiones del NOA y NEA exhiben los niveles más bajos, con densidades que rondan entre 7 y 8 empresas por mil habitantes.
En el caso de Mendoza, el informe señala que la provincia cuenta con unas 25.000 empresas privadas registradas, equivalentes al 4% del total nacional. Su densidad empresarial es de aproximadamente 12 empresas cada 1.000 habitantes, lo que la ubica en el décimo lugar del ranking nacional y por debajo del promedio argentino. Entre las provincias más pobladas, Mendoza se posiciona detrás de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Córdoba y Santa Fe, pero por delante de Buenos Aires. Además, registra 133 empleos privados formales cada 1.000 habitantes, un valor inferior al promedio nacional, aunque superior al del interior del país sin contar a CABA.
La comparación internacional acentúa la magnitud del desafío. Mientras Argentina registra apenas 0,2 nuevas empresas por cada 1.000 personas en edad laboral, países como Chile alcanzan 10,8 y Estonia 24,3. En términos de densidad empresarial, la Unión Europea promedia cerca de 70 empresas cada 1.000 habitantes; Brasil, alrededor de 22; y países como México, Chile y Uruguay se ubican entre 35 y 45, todos muy por encima de los niveles argentinos.
El informe también destaca la composición del entramado empresarial nacional: más del 97% de las firmas son micro, pequeñas y medianas empresas, y el 85% tiene hasta nueve empleados. A nivel sectorial, casi tres de cada cuatro empresas pertenecen al sector terciario, con fuerte predominio del comercio y los servicios, mientras que actividades estratégicas como la industria, la energía o la minería tienen un peso relativo menor.
Otro dato relevante es la evolución de las empresas exportadoras. En 2024, solo 9.085 empresas argentinas vendieron bienes al exterior, un 40% menos que en 2006. Además, el 9% de las firmas exportadoras -las grandes empresas- concentran más del 93% del valor exportado, lo que evidencia una elevada concentración y las dificultades de las PyMEs para internacionalizarse con escala.
Para el Consejo Empresario Mendocino, este escenario confirma la necesidad de avanzar en reformas estructurales que reduzcan el denominado "costo argentino" y fortalezcan la competitividad. El sector privado es señalado como actor central para la inversión, la generación de empleo formal y la creación de riqueza. En ese marco, el informe subraya la importancia de consolidar una agenda público-privada orientada a construir políticas de Estado en torno a la competitividad y al desarrollo productivo.
"Más y mejores empresas significan más empleo formal, mayor productividad, innovación y bienestar", concluye el documento, que plantea la densidad empresarial como un indicador estratégico para medir el rumbo económico y las oportunidades futuras de Mendoza y de la Argentina.