El crédito privado volvió a frenarse en octubre y sólo los hipotecarios muestran impulso

El financiamiento en pesos al sector privado tuvo una suba real de apenas 0,3% y la mayoría de las líneas mostró caídas o estancamiento. Prendarios, personales y tarjetas perdieron ritmo por tasas altas y límites ajustados, mientras que los hipotecarios se consolidaron como el único segmento en expansión, con fuerte crecimiento de las escrituras en Buenos Aires.

El financiamiento al sector privado volvió a mostrar escaso dinamismo en octubre. Los préstamos en pesos sumaron $84,9 billones, lo que implicó una variación real mensual de apenas 0,3%, muy por debajo de la inflación. En cambio, la comparación interanual sí arrojó un avance real del 39,4%.

De acuerdo con Guillermo Barbero, socio de First Capital Group, la tibia evolución del mes se relaciona con que la baja de tasas se aplicó sobre el final de octubre y aún no se consolidan expectativas favorables en el mercado. "Para que la demanda de crédito repunte no sólo se requieren tasas más bajas, sino también plazos más largos", explicó.

Créditos comerciales, en pausa tras meses de caída

Los préstamos comerciales -que equivalen al 32% de la cartera en pesos, unos $27,4 billones- lograron en octubre frenar tres meses consecutivos de retrocesos y acompañaron el leve crecimiento general, también del 0,3% real. El informe señala que la expectativa de una posible devaluación motivó a muchas empresas a volver al financiamiento en pesos y a evitar compromisos en moneda extranjera.

En contraste, los créditos en dólares cayeron 2,5% mensual, mientras que en la línea comercial el descenso fue de 3,6%. Los saldos de tarjetas con financiamiento en moneda extranjera también mostraron un ajuste del 16%.

Prendarios y personales: se frenan dos motores del consumo

Los préstamos prendarios -que representan el 7% de la cartera total, unos $5,7 billones- crecieron al mismo ritmo que el promedio (0,3% real), pero marcaron su primer mes sin expansión tras 17 meses consecutivos en alza desde mayo de 2024. La suba de tasas y el acortamiento de los plazos impactaron en la demanda.

En cuanto a los préstamos personales, que agrupan el 22% del crédito en pesos ($18,5 billones), registraron la primera caída real desde marzo de 2024: un 0,3% mensual. Según First Capital, los bancos priorizaron preservar la calidad de la cartera ante el aumento de la morosidad. Datos del Banco Central indican que, en agosto, el índice de irregularidad del crédito privado llegó al 3,7% -0,5 puntos más que en julio-. Entre familias trepó al 6,6% y entre empresas fue del 1,4%.

Las tarjetas de crédito -que concentran el 26% del financiamiento en pesos, unos $21,9 billones- también mostraron una merma real del 1%. La escasez de planes en cuotas y la falta de actualización de límites operó en contra, incluso en un mes fuerte por el Día de la Madre.

Hipotecarios: el único rubro que despega

El segmento hipotecario volvió a ser la excepción: con el 7% de la cartera total ($5,8 billones), registró un crecimiento real del 8,3%, consolidándose como la línea más dinámica del sistema. Aun con algunas entidades subiendo tasas o frenando nuevas colocaciones, la demanda se mantuvo firme y el rubro superó incluso a los prendarios en ritmo de expansión anual.

El mercado inmobiliario refleja este impulso. En septiembre, la Ciudad de Buenos Aires tuvo 6998 escrituras, de las cuales 1486 se realizaron con crédito. Fue un salto del 110,8% interanual y la mejor marca hipotecaria del nuevo ciclo de créditos, según el Colegio de Escribanos porteño. En los primeros nueve meses del año se acumularon 10.827 operaciones, un crecimiento del 449,5% frente al mismo período de 2024.

En la provincia de Buenos Aires, el avance también fue significativo: se concretaron 14.366 compraventas y 2440 hipotecas en septiembre, un 186% más que un año antes. El presidente del Colegio de Escribanos bonaerense, Guillermo Longhi, destacó que el crédito volvió a ser un factor clave para apuntalar la actividad y ampliar el acceso a la vivienda.

Esta nota habla de: